Una reseña del libro TRES GENERACIONES REBELDES de Montse Fernández Garrido, nieta del guerrillero Ollafría, escrita por la periodista primera mujer reportera de guerra en España Carmen Sarmiento de TVE.
Tres generaciones rebeldes
Ediciones Carena 2021
Una herencia genética tan revolucionaria como la que tiene Montse Fernández Garrido ha conducido a que la autora de “Tres generaciones rebeldes” sea la tercera de una saga de luchadores y luchadoras contra las injusticias y la iniquidad.
No solo los genes heredados sino las injusticias vividas, han forjado el carácter de esta abogada feminista y rebelde que ha decidido narrar en carne viva su historia y la de su familia.
Conocí a Montse hace ya más de 40 años en el Partido Feminista y he coincidido con ella en grandes acontecimientos como fueron la Conferencia de mujeres en Nairobi en 1985, además de cientos de charlas, entrevistas y conferencias donde siempre me asombró su fervor revolucionario y entrega a la causa de las mujeres.
Hace años, cuando ya nos sentimos amigas, comenzó a contarme la historia de su familia, cuyos miembros fueron víctimas silenciosas de la España franquista.
Su abuelo, su padre y su madre, además de otros miembros de la familia, sufrieron torturas, padecieron cárceles y trabajaron y lucharon sin descanso para conseguir unas condiciones dignas de vida.
Montse nació en la Maternidad de Barcelona, sus padres eran pobres y vivían en una barraca de Badalona en la que se instalaron en 1951 al llegar desde Granada. Su padre, represaliado político por ser republicano y comunista, estuvo encarcelado durante años en catorce cárceles de España.
Fue inscrita como hija de padres desconocidos en un tiempo en los que fueron robados más de 300.000 bebés en nuestro país para ser regalados o vendidos a otras familias. Sus padres tardaron cuatro años en poder cambiarle los apellidos y ponerle los familiares.
La autora recuerda cómo vivían hacinados en una barraca sin agua, sin luz, sin gas sin váter y sin cuarto de baño. Hacían sus necesidades en un orinal que luego vertían en un basurero cercano.
Leyendo estas penurias me he acordado de las condiciones de vida de tantas gentes de los países en vías de desarrollo, cuyas vidas he reflejado en mi serie “Los marginados” para TVE .Bien es cierto que yo también recuerdo haberme bañado en un barreño de latón allá por los años 50. En aquellos tiempos las condiciones de vida de la clase trabajadora en nuestro país, no eran tan diferentes de las que se viven actualmente en algunos países del cuarto Mundo de la miseria.
Su padre, autodidacta en sus largos años de cárcel, enseñó a leer a Montse por las noches junto al brasero, pues no asistió al colegio hasta los ocho años. Con 20 años tuvo que sacarse el graduado escolar para luego estudiar un curso preparatorio para poder entrar en la Universidad tras hacer la prueba para mayores de 25 años. Nada fue sencillo ni fácil para esta mujer que gracias a su férrea voluntad consiguió pasar de la barraca a la Universidad y hacerse Abogada.
Durante su infancia vio con frecuencia en su casa a muchos heroicos militantes de izquierdas: socialistas, comunistas y anarquistas que iban a discutir de sus revoluciones para “acabar con la explotación del hombre por el hombre” pero advirtió pronto que las mujeres, algunas de las cuales militaban con ellos, estaban en la cocina sirviéndoles y cargando con todo el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos.
Fernández Garrido no quiso para ella esa especie de maldición bíblica. Comprendió entonces que cuando los hombres hablaban de la explotación del hombre por el hombre allí no cabían las mujeres. Decidió que su lucha como mujer tenía que estar fuera de los partidos tradicionales y que debía organizarse con otras mujeres y luchar contra las explotaciones y discriminaciones que solo las mujeres padecen por parte de los hombres bien sean de derechas o de izquierdas, creyentes o ateos, ricos o pobres.
La autora tardó años en saber algo de la historia de su madre y de su abuela mientras que conocía más datos de la vida de su padre y su abuelo el maquis Ollafría, guerrillero antifranquista. Las mujeres fueron las víctimas silenciosas de la España vencida. Ella recuerda la historia de tantas mujeres, incluida su madre a la que quiso tanto, que pasaron la vida visitando las cárceles franquistas para llevar comida a sus maridos presos y sufrieron a su vez vejaciones y persecuciones. Muchas de ellas eran perseguidas y vigiladas por guardiaciviles que seguían sus pasos con la intención de descubrir el paradero de los que ellos consideraban bandoleros y que fueron guerrilleros antifranquistas. Las mujeres de los Ollafría fueron tratadas con crueldad.
A la abuela Leonor le metieron la cabeza en vinagre y después la colgaron mientras la golpeaban con saña.
Muchas mujeres de luchadores antifranquistas fueron detenidas sin derechos procesales. Algunas torturadas, afeitadas al cero y paseadas por el pueblo tras haberles hecho ingerir aceite de ricino. La guardia civil ofrecía al pueblo el espectáculo sádico de verlas hacerse sus necesidades en la calle.
La memoria de todas estas iniquidades ha alimentado la rebeldía de Montse Fernández Garrido que ha dedicado su vida al feminismo y la lucha por la justicia.
Durante años le he oído repetir incansable en tantos foros en los que coincidimos, que no dejará de luchar mientras en nuestro país continúen siendo asesinadas las mujeres a manos de su marido, pareja o ex pareja. Que defenderá a las mujeres militares a las que les han puesto una pistola en la sien y han violado o castigado a hacer flexiones por no besar a un superior.
Montse garantiza en su libro “Tres generaciones rebeldes” que continuará su lucha feminista mientras en el planeta haya 67 millones de profesionales del hogar, el 80 % de ellas mujeres que no tiene salario ni horario. Y denuncia incansablemente que en España hay 70.000 mujeres y niñas mutiladas en sus países de origen, 18000 de ellas en Cataluña.
La autora sabe que como decía Indira Gandhi “nada de lo que realmente vale la pena es fácil”, pero seguirá dispuesta a luchar por la abolición drástica de la prostitución y contra los asesinatos machistas. Como la conozco y admiro sé que dejará hasta su último aliento en ello.
Carmen Sarmiento
https://memoriarepressiofranquista.blogspot.com/2021/11/resena-del-libro-tres-generaciones.html
"Tres generaciones rebeldes" un llibre de Montserrat Fernández Garrido.
Escrit per Carmen Sarmiento, periodistadimecres, 24 de novembre de 2021 17:23
RESSENYA
Carmen Sarmiento, primera dona periodista corresponsal de guerra de l'Estat espanyol, ha escrit aquesta ressenya sobre aquest llibre i la seva autora, l'advocada i mediadora Montserrat Fernández Garrido.
Carmen Sarmiento
Una herència genètica tan revolucionària com la que té Montse Fernández Garrido ha conduït a què l'autora de "Tres generaciones rebeldes" (Ediciones Carena 2021) sigui la tercera d'una saga de lluitadors i lluitadores en contra de les injustícies i la iniquitat.
No només els gens heretats sinó les injustícies viscudes, han forjat el caràcter d'aquesta advocada feminista i rebel que ha decidit narrar en carn viva la seva història i la de la seva família.
Vaig conèixer a Montse Fernández Garrido, la Montse, fa ja més de 40 anys al Partit Feminista i he coincidit amb ella a grans esdeveniments com va ser la Conferència de dones a Nairobi el 1985, a més de centenars de xerrades, entrevistes i conferències en les quals sempre em va sorprendre el seu fervor revolucionari i entrega a la causa de les dones.
Fa anys, quan ja érem amigues, va començar a explicar-me la història de la seva família, els membres de la qual van ser víctimes silencioses de l'Espanya franquista.
El seu avi, el seu pare i la seva mare, a més d'altres membres de la família, van patir tortures, van patir presons i van treballar i van lluitar sense descans per aconseguir unes condicions dignes de vida.
La Montse va néixer a la Maternitat de Barcelona, els seus pares eren pobres i vivien en una barraca de Badalona, en la qual es van instal·lar el 1951 en arribar de Granada. El seu pare, represaliat polític per ser republicà i comunista, va estar empresonat durant anys en catorze presons d'Espanya.
Va ser inscrita com a filla de pares desconeguts en un temps en què van ser robats més de 300.000 nadons al nostre país per ser regalats o venuts a altres famílies. Els seus pares van trigar quatre anys a poder canviar-li els cognoms i posar-li els familiars.
L'autora recorda com vivien amuntegats en una barraca sense aigua, sense llum, sense gas sense vàter i sense cambra de bany. Feien les seves necessitats en un orinal que després abocaven en unes escombraries properes.
Llegint aquestes penúries m'he adonat de les condicions de vida de tantes persones dels països en vies de desenvolupament, les vides de les quals he reflectit en la meva sèrie "Els marginats" per a TVE . Bé és cert que jo també recordo haver-me banyat en un cossi de llautó allà pels anys 50. En aquells temps les condicions de vida de la classe treballadora al nostre país, no eren tan diferents de les que es viuen actualment en alguns països del Quart Món de la misèria.
El seu pare, autodidacta durant els seus llargs anys de presó, per les nits i al costat d'un braser li va ensenyar a llegir, ja que la Montse no va anar a l'escola fins als vuit anys. Amb 20 anys va haver de treure's el graduat escolar per després estudiar un curs preparatori per poder entrar a la Universitat després de fer la prova per a majors de 25 anys. Res va ser senzill ni fàcil per a aquesta dona que gràcies a la seva fèrria voluntat va aconseguir passar de la barraca a la Universitat i fer-se advocada.
Durant la seva infantesa va veure amb freqüència a casa seva a molts heroics militants d'esquerres: socialistes, comunistes i anarquistes, els quals hi anaven a discutir de les seves revolucions per "acabar amb l'explotació de l'home per l'home" però va advertir aviat que les dones, algunes de les quals militaven amb ells, estaven a la cuina sentint-los i carregant amb tota la feina domèstica i la cura dels fills.
Fernández Garrido no va voler aquesta mena de maledicció bíblica. Va comprendre llavors que quan els homes parlaven de l'explotació de l'home per l'home allà no hi cabien les dones. Va decidir que la seva lluita com a dona havia d'estar fora dels partits tradicionals i que s'havia d'organitzar amb altres dones i lluitar contra les explotacions i discriminacions que només les dones pateixen per part dels homes bé siguin de dretes o d'esquerres, creients o ateus, rics o pobres. L'autora va trigar anys a saber quelcom de la història de la seva mare i de la seva àvia mentre que coneixia més dades de la vida del seu pare i el seu avi, el maquis Ollafría, guerriller antifranquista. Les dones van ser les víctimes silencioses de l'Espanya vençuda. Ella recorda la història de tantes dones, inclosa la de la seva mare a la qual va estimar tant, les qual van passar la vida visitant les presons franquistes per portar menjar als seus marits presos i van patir alhora vexacions i persecucions. Moltes d'elles eren perseguides i vigilades per guardiacivils que seguien els seus passos amb la intenció de descobrir el parador dels que ells consideraven bandolers i que van ser guerrillers antifranquistes. Les dones dels Ollafría van ser tractades amb crueltat.
A l'àvia Leonor li van posar el cap en vinagre i després la van penjar mentre la colpejaven amb pruïja.
Moltes dones de lluitadors antifranquistes van ser detingudes sense drets processals. Algunes torturades, afaitades al zero i passejades pel poble després d'haver-los fet ingerir oli de ricí. La guàrdia civil oferia al poble l'espectacle sàdic de veure-les fer-se les seves necessitats al carrer.
La memòria de totes aquestes iniquitats ha alimentat la rebel·lia de Montse Fernández Garrido que ha dedicat la seva vida al feminisme i la lluita per la justícia.
Durant anys li he escoltat repetir incansable en tants fòrums en els quals coincidim, que no deixarà de lluitar mentre al nostre país continuïn sent assassinades les dones a mans del seu marit, parella o exparella. Que defensarà les dones militars a les quals els han posat una pistola a les temples i han violat o castigat a fer flexions per no besar un superior.
La Montse garanteix al seu llibre "Tres generacions rebels" que continuarà la seva lluita feminista mentre al planeta hi hagi 67 milions de professionals de la llar, el 80 per cent dones que no tenen salari ni horari. I denuncia incansablement que a Espanya hi ha 70.000 dones i nenes mutilades als seus països d'origen, 18.000 de les quals a Cataluña.
L'autora sap que com deia Indira Gandhi "res del que realment val la pena és fàcil", però seguirà disposada a lluitar per l'abolició dràstica de la prostitució i contra els assassinats masclistes. Com que la conec i l'admiro, sé que deixarà fins al seu últim alè en això.
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