- Esta nueva fase de exhumaciones en el cementerio de la localidad está financiada por la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), y ha sido promovida desde el Ayuntamiento de Cabeza la Vaca en colaboración con la Asociación Científica SELEK para el Estudio de los Conflictos Bélicos y Procesos Represivos.
- Con estas seis nuevas víctimas, halladas en una misma fosa común, asciende hasta diecinueve el número de personas represaliadas cuyos cuerpos han sido recuperados hasta el momento en dicho emplazamiento.
Durante el mes de mayo de 2023, la Asociación Científica para el Estudio de los Conflictos Bélicos y Procesos Represivos (SELEK) está llevando a cabo la III Fase del Proyecto de localización de enterramientos clandestinos de la Guerra Civil en el cementerio de Cabeza la Vaca (Badajoz), en colaboración con el Ayuntamiento de la localidad. Esta nueva intervención supone la continuación de los trabajos efectuados en 2021 y 2022, dentro del «Plan de recuperación de Memoria Democrática» del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática que se canaliza a través de subvenciones que concede la FEMP a los municipios que lo solicitan.
Desde hace años, se llevan investigando los terrenos del cementerio municipal, en busca de indicios que arrojen luz sobre el paradero de las víctimas de aquel terrible episodio, con el objetivo de recuperar sus cuerpos y devolvérselos a sus familias. Ya en 2011 se llevó a cabo un proyecto de localización promovido por el Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (PREMHEX) que conllevó la localización de una fosa común con cuatro cuerpos, que no pudieron ser identificados debido a la mala conservación de los restos.
Al igual que en las campañas precedentes, en esta ocasión los resultados han sido nuevamente satisfactorios, identificándose una fosa común con seis cuerpos pertenecientes a otras tantas víctimas de la represión franquista enterradas de forma simultánea. Aunque los trabajos se están desarrollando en el momento actual y habrá que esperar a las conclusiones para tener datos más precisos, el estudio arqueológico de los depósitos y el análisis antropológico-forense de los restos óseos permiten confirmar que se trata de otro enterramiento clandestino fechable durante la Guerra Civil, probablemente en los primeros meses transcurridos tras la ocupación de la localidad por los partidarios franquistas el 26 de agosto de 1936.
La fosa en cuestión fue localizada durante la campaña de 2021, quedando protegida y señalizada con vistas a su futura exhumación y análisis pormenorizado. Con estas seis víctimas, el número total de cuerpos recuperados hasta el momento en el cementerio de Cabeza la Vaca asciende a diecinueve, pero según la documentación histórica manejada y los testimonios orales que sirven de base a la investigación, aún quedarían bastantes personas represaliadas y enterradas en dicho lugar pendientes de localización.
Cabeza la Vaca es una de las muchas localidades pacenses que sufrió la represión a manos de partidarios franquistas en aquel fatídico verano de 1936 y en los años que siguieron. El listado preliminar de víctimas arroja un balance de unas cuarenta personas asesinadas por los seguidores del llamado “bando nacional”, entre las que se encuentran, al menos, cuatro mujeres. La mayoría de las víctimas procedía de la propia localidad, aunque también se tiene constancia de víctimas procedentes de localidades cercanas, como Calera de León. El grueso de los asesinatos en Cabeza la Vaca se concentra entre el 26 de agosto –en el que se asesina a tres mujeres, siendo éstas las primeras víctimas del pueblo— y octubre de 1936. De todas ellas, al menos una treintena habrían sido enterradas en el cementerio de la localidad, por lo que se espera poder continuar los trabajos en próximas campañas para poder localizar a todas las víctimas.
Además, de forma paralela a los trabajos arqueológicos y dentro del proyecto en curso, se está desarrollando una amplia investigación documental centrada en la revisión de los fondos del Archivo Municipal y en la recogida de testimonios orales y fichas ante-mortem en el entorno familiar de las víctimas, con el objetivo de recopilar datos que puedan ayudar en la identificación de los restos. Para ello, también se están tomando muestras de los/as familiares compatibles para intentar una identificación genética a partir del cotejo con las muestras de material óseo extraído de aquellos cuerpos cuyo estado de conservación lo permita.
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