En los trabajos que se vienen desarrollando desde abril se han hallado los restos de nueve víctimas de la represión franquista
Carpa que cubre los trabajos para las exhumaciones en el barranco de Víznar | Foto: EP
La tercera campaña de exhumaciones en el barranco de Víznar, que arrancó a mediados de abril, ha permitido hasta el momento la exhumación de los restos de nueve víctimas de la represión franquista y encara ahora una nueva fase con la apertura de una segunda fosa común de dimensiones parecidas a la anterior y que podría albergar un número similar de personas.
Los restos exhumados en la anterior fosa pertenecen todos a hombres y ya se han tomado muestras para el estudio antropológico que permita, entre otras cuestiones, determinar la causa de la muerte, así como su posible identificación en el laboratorio de identificación genética, según ha explicado a Europa Press el profesor del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Granada, Francisco Carrión Méndez, que dirige los trabajos.
Ahora los expertos han comenzado a excavar en una segunda fosa que está justo en paralelo a la otra, en un trabajo meticuloso y lento que permitirá la exhumación de los restos de las personas que fueron enterradas ilegalmente en este lugar. Además, ya se tienen otras tres fosas más localizadas que se querrían excavar en la presente campaña, que se prolongará hasta el mes de octubre, y se están hallando indicios de que hay más enterramientos comunes fuera del barranco, subiendo a Puerto Lobo.
Carrión encabeza un equipo de once investigadores entre arqueólogos, antropólogos físicos, forenses, sociólogos e historiadores que han sido contratados para esta campaña. El objetivo general del proyecto es la total recuperación de todos los restos de las víctimas asesinadas a inicios del golpe de estado a la II República Española y la represión ejercida por las tropas fascistas a la población civil granadina desde los meses de julio a diciembre de 1936, que fueron objeto de crímenes de lesa humanidad y enterradas ilegalmente en fosas comunes en el paraje natural del barranco de Víznar. En este entorno se cree que pueden yacer los restos de 287 represaliados.
Preguntado sobre cómo puede afectar la convocatoria de elecciones generales a esta clase de proyectos, Carrión ha confiado en que se garantice su continuidad al margen de quien gobierne bajo el convencimiento de que este asunto "no tiene que ver con la ideología" sino que se trata de "derechos humanos reconocidos por Naciones Unidas".
"Se tratar de entregar los restos de sus seres queridos a familiares que llevan mucho tiempo buscándolos" y aquellos que no puedan ser identificados "sacarlos de este lugar de horror y tragedia" para darles un entierro digno, que en este caso concreto sería en un mausoleo dentro del cementerio de Víznar, de acuerdo a lo estipulado en la normativa vigente.
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