Los descendientes de las víctimas del franquismo podrán, por fin, dar sepultura digna a sus seres queridos
Dos décadas después de iniciar la búsqueda los familiares de Pajares de Adaja podrán recuperar los restos exhumados del Valle de Cuelgamuros.
Este domingo 20 de agosto será, de ahora en adelante, una fecha significativa para el municipio de Pajares de Adaja ubicado en Ávila, pues durante la jornada se llevará a cabo una solemne ceremonia para devolver a sus familiares los restos de víctimas del franquismo que han sido identificadas en el Valle de Cuelgamuros.
Al acto, que simboliza un paso fundamental en el camino hacia la justicia y la reparación histórica, acudirá el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños.
La ceremonia, organizada conjuntamente por los familiares de las víctimas de Pajares de Adaja y Navalmoral de la Sierra, la secretaria de Estado de Memoria Democrática y la colaboración del Ayuntamiento, representa un gesto de homenaje y respeto hacia las víctimas, cuyos restos han sido exhumados y debidamente identificados.
La entrega tendrá lugar en el parque junto al cementerio de Pajares de Adaja a las 10:00 horas del domingo y se inhumarán en el pequeño mausoleo dedicado a las víctimas. Dos de ellos, no obstante, serán enterrados en Navalmoral de la Sierra por petición de sus familias.
En este contexto, es fundamental comprender la importancia de la entrega pública de estos restos, un proceso que involucra a los familiares de las víctimas y a la administración, según lo establecido en el Artículo 22.6 de la Ley de Memoria Democrática. Asimismo, el acto no es solo un gesto simbólico, sino que también tiene un profundo valor pedagógico, dado que los investigadores que han trabajado en la identificación de los restos desempeñan un papel crucial al proporcionar valiosa información sobre los resultados que se están alcanzando en las exhumaciones.
Por otro lado, la participación de las instituciones es esencial para visibilizar las acciones llevadas a cabo en virtud de la Ley de Memoria Democrática y para brindar apoyo y acompañamiento a los familiares.
Una ley que repara y dignifica
La Ley de Memoria Democrática, promulgada durante el Gobierno de Pedro Sánchez, tiene como objetivo central la atención a las víctimas de la Guerra Civil española y la dictadura franquista. Este objetivo se traduce en reparar, reconocer y exhumar los restos de estas víctimas para garantizarles una sepultura digna. Un hito importante en este proceso fue la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco de la basílica del Valle de los Caídos y su posterior inhumación en Mingorrubio.
El reconocimiento del derecho de los familiares de las víctimas a exigir la exhumación de sus seres queridos del Valle de Cuelgamuros fue un paso crucial respaldado por Patrimonio Nacional y el Consejo Médico Forense. Aunque el proceso de exhumación ha enfrentado dificultades técnicas y jurídicas, decisiones judiciales favorables han permitido avanzar en esta importante tarea.
20 años de búsqueda
Según el dossier al que ha tenido acceso este medio, los familiares de Pajares de Adaja comenzaron la búsqueda de los restos en 2003, el año que pidieron exhumar la fosa común de Aldeaseca, donde se encontraron objetos personales de las víctimas. Sin embargo, los familiares descubrieron que los restos habían sido trasladados al Valle de Cuelgamuros sin su conocimiento.
Veinte años después, en julio y agosto de 2023, se notificaron los resultados de identificación a las familias de las víctimas, y se realizó una reunión informativa: doce civiles asesinados en 1936 en Aldeaseca y Fuente el Saúz, Ávila, procedentes de Pajares de Adaja y Fuente el Saúz, así como otros dos de identidad desconocida de Navalmoral de la Sierra habían sido identificados en el Valle de Cuelgamuros.
Así, estas doce víctimas fueron inhumadas junto a otras 4.266 en el Valle de Cuelgamuros, parte de las 33.833 víctimas del franquismo trasladadas allí entre 1959 y 1983. Tal y como han confirmado los estudios, los doce civiles y casi la totalidad de las 4.266 víctimas más eran personas humildes, muchos vinculados a la UGT, que fueron asesinados durante la Guerra Civil y la dictadura por motivos políticos.
Reconocimiento institucional y social a la injusticia
El acto solemne de entrega de los restos a sus familiares en Pajares de Adaja representa una reparación a estas víctimas y un reconocimiento tanto institucional como social a la injusticia que han sufrido durante décadas. El Gobierno de España, las autoridades locales y regionales, así como los familiares de las víctimas, se unirán en esta ceremonia para dar un cierre digno a esta dolorosa parte de la historia de España.
Así la entrega de los restos de las víctimas de Pajares de Adaja y Navalmoral de la Sierra es un acto de justicia histórica que busca reconocer y honrar a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista. Y también sirve como un recordatorio de la importancia de preservar la memoria democrática y los valores de convivencia en la sociedad española.
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