El trabajo, liderado por la historiadora Ione Zuloaga, recoge diferentes realidades en torno a la represión franquista sufrida entre 1936 y 1945
Aranzadi y la Diputación Foral de Gipuzkoa han presentado este sábado el informe La represión franquista ejercida sobre las mujeres entre 1936 y 1945. El caso de Gipuzkoa, realizado por la historiadora Ione Zuloaga de la Sociedad de Ciencias, con las aportaciones de otras tres mujeres: Queralt Solé (Universidad de Barcelona), Enara Garro (Universidad del País Vasco) y Lourdes Herrasti (Sociedad de Ciencias Aranzadi). Ambas entidades han recogido en una amplia publicación las vivencias de estas mujeres guipuzcoanas desde la segunda república hasta mediados del siglo XX, "poniendo en el centro la imagen, los roles y las vivencias de las mujeres y con el objetivo de reconocer a todas ellas".
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, ha destacado “la profundidad y el alma” del trabajo. “Esta publicación analiza y revela la violencia silenciada e invisibilizada durante décadas. Es un paso importante, imprescindible, en el camino hacia la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas del franquismo. No sólo porque recoge el testimonio de quienes sufrieron aquellas vulneraciones, sino porque reivindica la memoria de todas las mujeres que sufrieron la represión franquista en Gipuzkoa y en nuestro pueblo; y porque así avanzamos en la construcción de un territorio más justo e igualitario”.
La diputada general ha recordado que, a la hora de cortarles el pelo, quisieron "cortar las alas a las ideas, la democracia, la libertad y la igualdad de aquellas mujeres”. “El objetivo de aquel modelo de sociedad era dominar a las mujeres para que no aportaran a la sociedad, para que no desarrollaran su libertad y sus derechos, para que nuestro pueblo siguiera oprimido”, ha reflexionado. Pero, en palabras de la diputada, después de décadas de “oscuridad”, hoy podemos afirmar “firmemente” que, gracias al ejemplo de todas aquellas mujeres y niñas, a la “dignidad” que demostraron en todo momento, aunque todavía tenemos mucho que hacer, hoy en día estamos avanzando y avanzaremos en la “igualdad de mujeres y hombres”. “Debemos mucho a aquellas mujeres que sufrieron la violencia del franquismo y del odio”, ha resumido.
La Diputación de Gipuzkoa, en colaboración con las asociaciones memorialistas del territorio, lleva años reivindicando y trabajando por la verdad, justicia y reparación de las víctimas del franquismo. En ese camino da un paso más este estudio, gracias al cual estas mujeres serán reconocidas y recordadas como parte de nuestra historia, ha destacado la diputada general. Además, esta publicación supone, en opinión de Mendoza, “una base sólida para dar nuevos pasos en ese camino”. Al acto han asistido 70 personas, entre ellas representantes de instituciones públicas, asociaciones memorialistas, hijos e hijas de hombres y mujeres víctimas de la represión franquista, así como niños y niñas de la guerra.
1.000 mujeres fueron expulsadas de sus pueblos
El estudio destaca que, en general, las mujeres que sufrieron represión entre 1936-1945 fueron, entre otras, las que ejercieron la militancia política durante la Segunda República y ocuparon el espacio público. En los territorios de Hego Euskal Herria se han contabilizado unas 190 milicias, la mayoría de ellas lucharon con las Milicias Vascas Antifascistas. De ellas, 45 de origen guipuzcoano lucharon en el frente, 22 empuñando las armas, 5 ejerciendo de enfermeras, 9 en trabajos de cocina y 9 en servicios asistenciales.
El estudio concluye que las mujeres, en general, sufrieron la represión franquista por su militancia política, así lo demuestran los datos recogidos. La Comisión de Incautación de Bienes de Gipuzkoa expropió a 30 mujeres; el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas de Navarra condenó a 111 mujeres; y cuando los franquistas llegaron al poder, la Diputación de Gipuzkoa expulsó a 215 mujeres, destituyeron a 57 mujeres de los servicios telefónicos, 5 del ferrocarril del Urola, 7 trabajadoras de limpieza, 4 profesoras, 2 camineros y una en la casa cuna de Fraisoro, sin especificar la profesión en el caso de otras 4 mujeres.
Las mujeres, niños, niñas y personas mayores expulsadas de sus pueblos por los franquistas fueron unas 1.000, la mayoría mujeres. Por otro lado, se han investigado 3.545 expedientes de mujeres presas en prisiones desde 1936, más del 95% encarceladas por motivos de guerra, 9 en Azpeitia, 121 en Tolosa, 2.151 en Saturraran y 1.264 en Ondarreta. En cuanto a las mujeres fusiladas, hasta la fecha se han identificado más de 50, la mayoría fueron fusiladas sin juicio militar.
Víctimas invisibles, violencia de género, cuerpo y represión
La investigación realizada por la historiadora Ione Zuloaga se divide en cuatro apartados. Parte de la Segunda República, destacando las reivindicaciones de las mujeres y explicando el cambio en torno a su imagen. Para ello, se hace un repaso de la creación de la Emakume Abertzale Batza y de las primeras alcaldesas, entendidas como conquistas del espacio público. El segundo capítulo resume el papel de las mujeres en el frente, los destierros y el trabajo como enfermeras y madrinas en el contexto del golpe de Estado y el inicio de la guerra.
A continuación, se recogen algunos tipos de represiones contra las mujeres, como la represión económica, los despidos laborales, los cortes de pelo, el trabajo de las telefonistas, la situación de las mujeres encarceladas, los fusilamientos y la negación del luto a las viudas. Y en el último apartado se recoge el caso de tres mujeres deportadas a campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial: Maria Juana Gesalaga, Maria Josefa Sanzberro y Simonne Paquita Lebouch.
Este estudio de Ione Zuloaga ha sido complementado por tres investigadoras. Queralt Solé, de la Universidad de Barcelona, ha analizado desde una perspectiva histórica el papel y la situación de las mujeres en las guerras como víctimas invisibilizadas. Por su parte, Enara Garro, investigadora de la Universidad del País Vasco, ha analizado la violencia de género en aquel contexto y cómo se combatió desde una perspectiva internacional y europea. Y, por último, Lourdes Herrasti, de la sección de Antropología de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, analiza el impacto de la represión en los cuerpos de las mujeres, en el marco de la represión social y política generalizada durante la guerra y la posguerra, con ataques a la imagen y posesión de cuerpos, violaciones y muertes que buscaban la humillación y la vejación.
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