dilluns, 17 de juny del 2013

El monumento a los represaliados, aprobado en el 2005 y en obras desde el 2009, se acaba tras 250.000 euros de gasto.


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En capilla después de 8 años

El monumento a los represaliados, aprobado en el 2005 y en obras desde el 2009, se acaba tras 250.000 euros de gasto.

álvaro caballero | león 11/06/2013
Ocho años después de que se aprobara su construcción, cuatro años más tarde del inicio de las obras, el monumento a los represaliados del franquismo está listo para su estreno. Una finalización con polémica, debido a la decisión de la asamblea de la mancomunidad de Servicios Funerarios de León y su Alfoz (Serfunle) de eliminar los símbolos republicanos y de explicación de la capilla laica. Recortes que los políticos justifican en que el presupuesto sobrepasaría los 250.000 euros —lo que supone rebasar el 20% del modificado sobre los 204.229 euros de la adjudicación—, mientras que los representantes de Foro por la Memoria defienden que con tan sólo 30.000 euros más, en lugar de los 70.000 euros que estimaba la empresa constructora, se podría concluir como fue concebido. «Falta lo que significa algo», resume el portavoz del colectivo, Ricardo Vega, quien define que faltará «el rótulo explicativo» y el árbol de casi 7 metros de altura construido con más de 300 varillas de metacrilato —tres de ellas con los colores de la bandera republicana— que ya han sido adquiridas por la empresa y del que sólo resta poner el mástil.
Los representantes del Foro por la Memoria transmitieron ayer al alcalde de León, Emilio Gutiérrez, la necesidad de acometer estos trabajos y el presupuesto necesario, ante lo cual el regidor insistió en que se cometería una infracción al rebasar el modificado el 20% sobre el precio de adjudicación. Una negativa que no evita que vayan a intentar que otras administraciones, como la Diputación, sufrague estos gastos para poder completar el monumento.
Un capilla laica compuesta por dos muros que se juntan hasta dejar un pequeño espacio, en el que iría colocado el árbol de metacrilato, y en cuyas paredes se colocarán los nombres de los represaliados. Un total de 1873 placas, para las cuales ya hay más de 1480 nombres para el recuerdo.