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La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Provincia de Jaén conmemora el próximo 10 de octubre su undécimo aniversario. Más de una década de trabajo que deja tras de sí una estela con más sombras que luces. Su presidente Miguel Ángel Valdivia confiesa su desazón por la actitud del Gobierno de Mariano Rajoy ante la Ley de la Memoria Histórica aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que establecía que todas las administraciones tienen que colaborar, entre otras cosas, en la tarea de identificación. “Una ley que ha derogado de facto el PP al eliminar la partida presupuestaria destinada a recuperar los cuerpos de los represaliados de fosas y cunetas. La excusa ahora es la crisis económica”. Un nuevo pretexto para no dotar de fondos a la asociación previstos en la ley, pero tal como indica Valdivia “se pueden reducir las capacidades del Estado, pero de ninguna manera se puede justificar la inacción o indiferencia hacia las víctimas para dejar en manos de los familiares la localización y aperturas de fosas”.
DEMASIADOS ESCOLLOS
Una indiferencia que no impide a la Asociación jiennense de la Memoria Histórica mantener viva su lucha para aplicar y ejecutar una ley cuyo fin no es otro que “reivindicar la memoria perdida durante demasiados años, que no se olviden los hechos, y, ante todo, que no se olvide a aquellos hombres y mujeres que lucharon y murieron por unos principios, y por las libertades arrebatadas un fatídico 18 de julio de 1936”. Valdivia admite que no es fácil, “nos hemos encontrado, desde un principio, con demasiados escollos en el camino que nos impiden avanzar hacia el reconocimiento público y la rehabilitación moral de las personas que fueron víctimas de nuestra historia y, sobre todo, la necesidad urgente de hacer justicia. Una justicia que pasa por localizar y enterrar a sus seres queridos”.
“Este Gobierno argumenta que no ha derogado la ley, pero la realidad es bien distinta. Si no se destina ninguna partida no se pueden realizar las tareas de exhumación, pese al llamamiento de la comunidad internacional, que ha sugerido en más de una ocasión aplicar la ley que permita a los familiares de los desaparecidos por la Guerra Civil y la dictadura saber qué paso con sus seres queridos y recuperar sus restos”.
FRUSTRACIÓN
El sentimiento de “frustración” aflora en cada una de sus palabras, especialmente al referirse a otras fundaciones, llámese Francisco Franco, una de las más subvencionadas por el Estado “frente a la nuestra cuya partida es cero y eso da mucho que pensar”. “Creo que somos el único país de la Unión Europea que mantiene símbolos y vestigios del franquismo. Tenemos el Valle de los Caídos, tenemos calles y plazas que hacen referencia a personajes de la dictadura; frente a Alemania, por ejemplo, donde se persigue cualquier apología del nazismo. Aquí no se ha hecho una reparación histórica, a diferencia de nuestro vecinos europeos o Argentina, país que anuló las leyes conocidas como de Punto Final, para abrir una causa por los crímenes cometidos durante la dictadura. Aquí, hoy por hoy, eso es impensable”, afirma Miguel Ángel Valdivia. “La sensación de impunidad e impotencia surge cuando recordamos a nuestros represaliados. Insisto, tenemos el derecho y la necesidad de reconocer la lucha de estas personas que perdieron sus vidas en favor de las libertades públicas”, sentencia.
“NECESITAMOS EL APOYO DEL ESTADO”
A pesar de este sentimiento de indignación, el presidente de la asociación defiende con vehemencia la necesidad de cerrar viejas heridas, empezando por recuperar, dignificar y remediar los daños y sufrimientos padecidos; “pero para ello, insiste, necesitamos el apoyo del Estado para localizar y enterrar a nuestros muertos. No hay otra salida”. Una tarea que consiste en la indagación, localización, exhumación, identificación y traslado de los restos. En fin, un gasto que hoy por resulta imposible de sufragar.
Valdivia habla de una cantidad que oscila entre 3.000 y 6.000 euros y “sin ayuda es imposible que muchas familias puedan embarcarse en las labores de búsqueda de sus seres queridos. Las familias tienen el derecho no solo de recuperar los restos, sino también a restablecer el honor de sus antepasados y sin embargo, tenemos un Gobierno que pide silencio y olvido sobre un periodo histórico que tanto daño hizo a este país; y unas administraciones, no todas, que dificultan el acceso a los archivos públicos”.
Pese a esta falta de compromiso, la asociación sigue con sus proyectos y actividades divulgativas, que giran en torno a la Recuperación de la Memoria Histórica, gracias a la cuota que abonan los asociados, a la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial, que han subvencionado el 100% de los actos de la asociación. En este apartado, Valdivia menciona la aprobación reciente del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática de Andalucía que ha ido acompañada, entre otras, de actuaciones como la elaboración del mapa de fosas en toda la comunidad (620 enterramientos y casi 60.000 desaparecidos), la creación de un registro de Entidades de Memoria Democrática de Andalucía, impulsar la declaración de los Lugares de Memoria Histórica. El pasado año el Gobierno andaluz destinó una partida presupuestaria de más de 264.000 euros.
DATOS PARA UN BALANCE
En el caso de Jaén se han promovido jornadas, proyecciones de películas, documentales y se ha reforzado la labor de difusión e investigación en este campo. Entre las actuaciones que se han realizado cabe mencionar la colocación de una placa en el refugio antiaéreo construido por la Segunda República, ubicado en el casco histórico de Jaén, y declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno andaluz.
La asociación participó, con motivo del Día del Trabajo, en un acto organizado por el PSOE en homenaje a los obreros represaliados por la dictadura franquista, en el cementerio de Andújar, junto al monumento levantado en recuerdo a los defensores de la libertad y la Segunda República Española. Además de recuperarse los cuerpos de dos represaliados jiennenses muertos y enterrados en la cárcel de Valdenoceda (Burgos). La prisión estuvo abierta desde finales de 1938 hasta agosto de 1943, y se convirtió en una terrible cárcel de exterminio, “dadas las condiciones de vida de los presos, sin apenas comida”. El traslado fue posible gracias a la ayuda de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales.
LA FOSA 702
Otro de los actos más emotivos es el que se celebra anualmente el 1 de noviembre en el antiguo cementerio de San Eufrasio, en Jaén capital. Ese día, sobre la fosa 702, la mayor de las seis que se abrieron en este recinto, familiares procedentes de todos los rincones de la provincia se congregan para rendir un emotivo homenaje junto a un mausoleo en el que aparecen los nombres de las víctimas del franquismo. En este cementerio yacen los restos de 1.265 fusilados de los que solo se dio enterramiento a 34.
Para el presidente de la asociación jiennense, “las familias tienen todo el derecho a dar una sepultura digna a sus familiares para poder recordarlos y llorarlos en paz”. Es una manera de reparar las injusticias que se cometieron tras la Guerra Civil, especialmente contra ellos, los perdedores. Y como ya dijo en su día el escritor jiennense Antonio Muñoz Molina: “La democracia no solo no hizo justicia, tampoco quiso hacer memoria. Había que actuar como si el fascismo más duradero de Europa no hubiera existido”.
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