dimecres, 11 d’octubre del 2017

Hernández: "Franco podía decidir quién vivía y quién moría en los campos nazis"


http://www.farodevigo.es/sociedad/2017/10/10/hernandez-franco-podia-decidir-vivia/1764543.html




"Me di cuenta de que no había nada publicado de todo lo que había descubierto y sentí vergüenza por ese silencio tan atroz", asegura el periodista y excorresponsal de guerra

10.10.2017 | 02:09
El periodista Carlos Hernández de Miguel, con María Torres Celada. // Ricardo Grobas
Franco fue un cómplice activo en la política de exterminio del nazismo. Así lo aseguró ayer el periodista y excorresponsal de guerra Carlos Hernández de Miguel, que ayer presentó en el Club FARO "Deportado 4443. El horror vivido por los españoles en los campos nazis" (Ediciones B), un libro cómic ilustrado por Ionnes Ensis que plasma la estremecedora historia de Antonio Hernández Marín, un prisionero español que en 2015 dio a conocer al mundo la tragedia olvidada de los más de 9.300 españoles y españolas que sufrieron el infierno de los campos de exterminio nazis a través de desgarradores tuits. Casi dos tercios de ciudadanos españoles murieron entre las alambradas de Buchenwald, Dachau, Ravensbrück y Auschwitz, y especialmente, Mauthausen.
A pesar de esto, buena parte de la población española desconoce estas deportaciones. Rescatar del olvido esta parte de la historia es el objetivo de este libro, que a través de 250 ilustraciones pone rostro al horror, y que partió de la "necesidad" de Ensis de ilustrar la historia del deportado 4.443, tío del periodista y que fue subiendo, como píldoras contra el olvido, al perfil de Twitter de este sobreviviente.
"En 2013 llevaba más de 20 años de periodista y no había nada de lo que iba descubriendo que a mí me hubieran contado en el colegio, que se contara en los medios de comunicación. Había habido un silencio tan atroz sobre la historia de los españoles que pasaron por los campos de concentración nazis que me sentí avergonzado en cierto modo", aseguró Hernández. Reconoció que antes de comenzar a relatar las experiencias de su tío y de otros tantos repatriados que aún vive para poder contar en primera persona cómo era la vida y la muerte en los campos de exterminio nazis, tuvo que superar un dilema moral.
"Aunque he utilizado el perfil de mi tío, su foto, su número de prisionero allí, en Mauthausen, me pregunté si realmente estaba legitimado para ponerles voz. Y tras un largo debate moral, concluí que sí. Eso sí, la única forma de hacerlo era siendo muy riguroso, o sea, que cada cada tuit se correspondiese con lo que ellos vivieron", explicó.
Hernández aseguró que la existencia los españoles en campos de exterminio no solo era algo sabido por el régimen franquista, sino que fue el que lo propició. "Siempre se había dicho que Franco fue un cómplice pasivo, que había mirado hacia otro lado, pero que estos hombres y mujeres fueran deportados fue solo y exclusivamente por decisión de Franco. Es más, podía decidir quién vivía y quién moría", añadió. El periodista e investigador, autor también de "Los últimos españoles de Mauthausen", basa esta afirmación en la documentación que se conserva de la liberación en 1941 de dos presos, hijos de familias con contactos con la dictadura, y otras solicitudes para liberar a otros. "Por desgracia, muchas llegaron tarde", matizó. Según Hernández, el principal instigador de la deportaciones fue Serrano Suñer, cuñado de Franco, sobre quien se estrenó hace pocos meses una miniserie. "Me da miedo saber que para mucha la primera y única imagen de Suñer es la de un hombre atractivo, algo canalla con las mujeres, interpretado por el actor de moda", se lamentó el ponente, que fue presentado por María Torres, memorialista, investigadora histórica y escritora.
Pero el régimen franquista no fue el único cómplice de lo que sucedió en los campos de concentración. "España es un país sin memoria, pero no es el único", dijo. Hernández también señaló a la Francia de Vichy de Pétain, a Stalin, quien mantuvo el pacto con Hitler que le permitió invadir Polonia a pesar de saber que camaradas de partido de España, Alemania, Francia y otros países estaban muriendo en campos de concentración. "Le importó un pimiento. El pacto solo se rompió cuando Hitler cuando atacó la Unión Soviética", añadió.
Ni siquiera los Aliados están exentos de responsabilidad. "No hicieron todo lo que pudieron para minimizar un número importante de víctimas", aseguró. Y aseguró que tanto el gobierno estadounidense como el británico mintieron cuando explicaron por qué no actuaron antes, a pesar de que la comunidad judía había pedido en reiteradas ocasiones, añadió, que se bombardeasen las vías de ferrocarril por los que circulaban los llamados "convoyes de la muerte". "Entre otras cosas dijeron que logísticamente no era posible y que no querían provocar más víctimas, pero sí sin embargo, bombardearon fábricas donde los prisioneros hacían las ruedas para los carros de combate", dijo.