Un agujero del horror casi olvidado
El documental "La sima del olvido", de Juan José Monzón, que analiza la desaparición de personas en la Sima de Jinámar durante la Guerra Civil, se estrena hoy en Tenerife, a las 20:00 horas, en TEA.
Han pasado ya más de setenta años desde que unos desalmados decidieron asesinar y arrojar a la Sima de Jinámar, en Gran Canaria, a un considerable número de personas que defendían sus ideales republicanos. Fue tras el golpe de estado de Franco en el año 1936. Esta luctuosa realidad es la que se analiza en el documental "La sima del olvido", que se estrenará hoy en Tenerife, a partir de las 20:00 horas, en el TEA de Santa Cruz, con entrada libre, previa retirada de invitaciones en taquilla.
Juan José Monzón (Telde, 1968) es el director de esta película autogestionada que aborda el tema de la memoria histórica en Canarias, pero centrado en este lugar emblemático de la lucha antifranquista en Gran Canaria, un tubo volcánico con setenta y seis metros de profundidad en cuya base se presume están los restos de un número desconocido de "desaparecidos", para algunos más de un centenar.
El origen de este proyecto surgió tras el Premio del Público que obtuvo Juan José Monzón con su cortometraje "El paseo", en el V Concurso Visionario-Conceptos de Gran Canaria. "Con este corto entré en contacto con el mundo de la memoria histórica. La obtención del premio me animó a abordar este documental, porque conocía la existencia de la Sima de Jinámar, porque soy de Telde. Desde pequeñito escuché muchas historias sobre el agujero del horror en el que arrojaron a muchos republicanos ".
"La sima del olvido", que tiene una duración de cien minutos y ya ha sido subtitulada en inglés, aunque existe una versión de veintinueve que ya se está proyectando en los colegios, ofrece una visión poliédrica sobre este lugar de "exterminio franquista" que se utilizó por algunos vencedores para deshacerse de sus indefensos "enemigos" ideológicos.
La idea era hacer un trabajo monográfico que recogiese cuantas más voces mejor. Por este motivo, intervienen en la película historiadores como Agustín y Sergio Millares o Aarón León, espeleólogos que bajaron a la sima durante muchos años, como Jesús Cantero, además de entrevistas con familiares de desaparecidos, como el testimonio de la hija del luchador Florido, de quien dicen que cuando iba a ser arrojado a la sima se agarró a dos falangistas que se llevó con él al vacío.
Al final son una veintena de entrevistados, entre ellos también bioarqueólogos como Chavi Velasco, que analizó los restos óseos localizados en la sima; genetistas como Justo Pestano, periodistas, escritores, ecologistas y técnicos del Cabildo de Gran Canaria, entre ellos el presidente Antonio Morales, quien muestra su compromiso de que se haga un estudie, se limpie el lugar y se exhumen los restos de los desaparecidos que pueda haber allí para entregárselos a sus familiares
La película tiene una banda sonora muy especial con música de Joan Valent, que compuso la música de "Mararía, un dúo de timple y guitarra, la Banda de Música de Teror, que ilustra una serie de imágenes antiguas de desfiles de los falangistas, y el Coro del CEIP Villa de Firgas, que interpreta el himno de la República, además del violín de Ara Malikian.
Para este cineasta de formación autodidacta, "es un documental que se aleja de lo que estamos acostumbrados a ver de memoria histórica, porque quería conectar más con las emociones, además de tener rigor histórico, y que tuviera un carácter pedagógico y divulgativo (...). Si queríamos contar todos esos relatos tenía que ser de forma amena y visualmente atractiva. Se ha tratado el asunto con mucho respeto, desvinculándolo de temas políticos".
La estructura de la película, en cuyo rodaje también se utilizó un dron, incluye una contextualización histórica de la época, testimonios de una veintena de personas, algunas imágenes históricas facilitadas por el Ayuntamiento de Arucas, además de la grabación del descenso del propio director del filme al fondo de la sima, que pertenece a una cadena de volcanes.
"Me tuve que preparar para ello y tuve el apoyo del grupo de espeleólogos Pernoctadores. La bajada no fue tan complicada como la subida. La sensación fue muy rara, tienes que bajar con la cabeza muy fría. Vas a grabar sabiendo la de gente que puede haber ahí dentro. Hubo un momento que llegué a conectar con toda esa energía. Estuve abajo una hora. Sabíamos que no íbamos a encontrar restos humanos en la superficie, porque el juez mandó sacar los últimos que se localizaron", relató.
"En la base hay muchos escombros. Debajo de esta montaña de tierra y piedras es donde presuponemos se pueden encontrar el mayor número de restos. Se dice que en los años 40 se hicieron voladuras para ocultar lo que había allí. La superficie está colmatada por las explosiones y los vertidos de escombros que se tiraron allí".
En la Sima de Jinámar, un verdadero icono de la lucha antifranquista que no está comunicado con el mar como algunos pensaban, se han localizado por el momento los restos, un verdadero puzzle, de cinco individuos, algunos con cal adherida, que están depositados en el Museo Canario. En este sentido, puntualizó que es una pena que no haya un banco con muestras del ADN de la mayoría de los familiares de los desaparecidos.
Monzón reivindica con este documental que se ponga en valor la Sima de Jinámar desde el punto de vista de la memoria histórica, que se haga un museo de sitio que recuerde lo que ocurrió para que no vuelva a suceder, y por su gran valor paisajístico.
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