La Direcció General de Coordinació del Govern retomará la próxima semana las excavaciones en el cementerio de Son Carrió a la búsqueda de víctimas de la Guerra Civil. Unas labores que se recogen en el cuarto Pla de Fosses y que ya se adjudicaron por el anterior ejecutivo. Los trabajos se iniciarán el próximo día 20 de noviembre con la retirada de la vegetación para empezar las excavaciones propiamente dichas, al día siguiente .La Comissió de Fosses, a finales de mes de junio pasado, aprobó las excaciones que ahora se llevarán a cabo en el interior del cementerio de Son Carrió donde hay indicios de que se puedan localizar restos de represaliados del desembarco de Bayo en el Llevant.
Desde el Ajuntament de Sant Llorenç, el regidor de Cultura, Miquel Font Rosselló confirmó a este periódico que «desde el Govern nos han comunicado que se excavará en el interior, junto a dos jardineras ya que se cree que pueden haber restos». En la anterior campaña de Memòria Democràtica se llevaron a cabo una serie de excavaciones pero en el exterior del cementerio. Se excavó en concreto la zona contigua al muro suroriental del cementerio hasta abarcar una extensión total de 338 metros cuadrados donde se descartó la presencia de fosas o entierros vinculados a la Guerra Civil.
También se intervino en una zona limítrofe entre Son Servera y Sant Llorenç donde el mapa de fosas señalaba una fosa común o un pequeño grupo de tumbas ubicadas al pie del puig de sa Font, pero también finalmente fueron descartadas. Son intervenciones enmarcadas en el cuarto plan y que corresponden a tres direcciones asociadas al desembarco de Bayo en el Llevant de Mallorca en verano de 1936.
Del mismo modo en marzo se iniciaron en la playa de Sa Coma excavaciones sin resultados positivos en cuanto a la búsqueda de restos de las víctimas pero si permitió conocer algo mejor el funcionamiento de la playa en aquellos tiempos. Se preveía una segunda fase que todavía no está garantizada.
Por otro lado los trabajos de excavación y exhumaciones de la fosa vinculada al hospital de sangre que los milicianos del capitán Bayo habrían instalado tres kilómetros tierra adentro de la playa de Sa Coma, el verano de 1936, permitieron recuperar los restos de hasta nueve víctimas de la Guerra Civil.
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