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MEMORIA HISTÓRICA,
imagenes de las secuelas amargas del franquismo.
Dándo cuenta
Emilio Silva estaba seguro. Su abuelo estaba enterrado en algún lugar de la parcela en la que ahora se encuentra. El abuelo Silva Faba, fue asesinado durante la guerra civil en 1936 por los partidarios de Franco.
“No soy el único que busca,” dice Emilio. “En toda España hay miles de personas que buscan a los más de 115.000 familiares desaparecidos. ¿Dónde están?!”
Me encontré confrontada con esta escena en la televisión holandesa con un reportaje de actualidad en el año 2000. ¡Me quedé perpleja! No sabía nada sobre el periodo de Franco y sobre todo, sobre las secuelas del mismo. Posteriomente escuché mucho más durante las concentraciones semanales en la plaza central de Madrid: la Puerta del Sol. Allí caminan cada jueves, igual que las madres de la Plaza de Mayo en Argentina, los familiares de personas desaparecidas hasta el día de hoy, con fotos de sus seres queridos. Buscando verdad, justicia, reparación. Tanto en Buenos Aires, como en Madrid. Conocía el drama de Argentina, pero desconocía el de España.
¿ Qué era lo que en realidad se pasaba? Quería saberlo. ¿Porqué no sabía nada? ¿Cómo podía ser? ¿Consiguía España ocultar tan bien la parte tan negra de su historia? ¿O se trataba de un fracaso de los medios de comunicación?
En 2011 un jueves por la tarde participaba en Madrid por primera vez en la Ronda por la Memoria, codo a codo con Hilda Farfante. Ella con el retrato de sus padres asesinados, yo llevaba el retrato de una persona desaparecida que me habian pasado. Los niños de entonces, muy mayores hoy, caminan juntos con sus hijos, nietos. Sus vidas marcadas por el asesinato de sus familiares, marcados por la angustia, la pobreza, y rodeados por el espantoso silencio al que fueron condenados. Una vida condicionada por la pregunta: “¿Dónde están?”
El tiempo apremia: todavía les queda poco tiempo, se sienten impulsados por el deseo de encontrar los restos de sus seres queridos antes de morir y poder darles una sepultura digna. Con la seguridad de que sus propios hijos y nietos seguirán buscando y exigiendo la verdad y la justicia. ¡Que juzque la historia!
España que ha firmado tratados internacionales sobre los derechos humanos, no da ni un paso para que la verdad sobre sus propios crímenes salga a la luz... “España es una enorme fosa común,” me dice alguien..
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