"La Ley de Memoria Democrática debe ser desarrollada" y que para eso "hay que tender la mano a todos los grupos políticos", afirma Ángel Víctor Torres
EFE
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, ha anunciado este miércoles que impulsará una investigación sobre los trabajos forzados durante el para elaborar un censo de víctimas y un inventario de edificaciones construidas de esta forma.
"Con este inventario que queremos realizar en el año 2024, queremos saber cuántas personas eran, qué obras se hicieron y dar transparencia y respuesta a todo ello", ha explicado el ministro tras visitar los restos del destacamento penal franquista de Chozas de la Sierra, en la sierra madrileña. En declaraciones a los periodistas, el titular de Memoria Democrática ha afirmado también que "la debe ser desarrollada" y que para eso "hay que tender la mano a todos los grupos políticos".
Durante la visita, en la que han participado el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín; la alcaldesa de Soto del Real, la socialista Noelia Barrado, y su antecesor en este ayuntamiento y actual secretario general del PSOE madrileño, Juan Lobato, Torres ha recordado las penalidades de quienes "sufrieron presidio" y "trabajos forzados" en este y otros lugares de España durante el franquismo "por razones tan magníficas como defender la libertad y la democracia".
Torres ha manifestado que el objetivo es "que no quede en el olvido lo que se vivió en nuestra historia, que no se repitan acontecimientos que hicieron que venciera la violencia, los golpes de Estado militares frente a la voluntad popular, a la manifestación en las urnas, a la defensa de la libertad y de la ".
A su juicio, "no cabe en ninguna civilización europea y en ningún pueblo que haya sufrido exterminio, y genocidio, que haya quien defienda todo ello y, por tanto, lo que hay que hacer con respecto a los vestigios franquistas es de manera unánime, retirarlos y para ello necesitamos la colaboración de todas las instituciones. Esto no debe ser una cuestión de un gobierno". "No cabe que símbolos esvásticos o manos alzadas sean defendidas por nadie que crea en la libertad y en la democracia, porque es antagónico, es contrario, es antitético, es imposible convivir en democracia y en libertad con símbolos fascistas", ha declarado.
En el destacamento penal de Chozas de la Sierra estuvieron confinados durante la dictadura más de 2.000 presos republicanos de los 6.000 que trabajaron en la construcción de la línea del tren entre Chamartín y Lozoya, del ferrocarril Madrid-Burgos. En el entorno se pueden ver hoy en día los restos de chabolas construidas por los presos donde, en poco más de cuatro metros cuadrados, mujeres y niños sobrevivían hacinados, cerca de sus maridos, padres o hijos e hijas, como Lucía Díaz, que nació en ese destacamento y que este miércoles ha participado también en la visita.
Como ha explicado el Ministerio en una nota informativa, en la construcción de la línea ferroviaria Madrid-Burgos trabajaron y vivieron presos y sus familias, recluidos en nueve destacamentos madrileños: Chozas de la Sierra, Bustarviejo, Garganta de los Montes o Lozoyuela, Valdemanco, Miraflores de la Sierra, Colmenar Viejo, Fuencarral, Chamartín y Las Rozas.
Con los trabajos forzados entre 1941 y 1955 se levantaron 70 kilómetros de infraestructura ferroviaria. La vía se proyectó en 1928, pero las obras sufrieron retrasos durante la II República, se retomaron después de la Guerra Civil, finalizaron en 1955 y el ferrocarril no se inauguró hasta 1968
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