Posted: 30 Jan 2014 01:56 PM
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¿Quién dice que las cosas
serias no interesan a la gente? Anoche, el Auditori de Can Roig i Torres casi
se llenó durante la mesa redonda sobre los crímenes del franquismo y la
querella argentina. Allí esteban Carlos Slepoy Prada, el abogado argentino
que lleva la causa; Juanjo Gallardo, historiador y colomense comprometido;
Merçona Puig Antich, hermana del joven ejecutado a garrote vil en los albores
de la democracia, y Felipe Moreno, colomense torturado por Billy el niño,
arropados por el concejal de Participación, Siscu Sánchez, y la propia
alcaldesa, Núria Parlon, que cedieron cualquier protagonismo. Todo el mundo
permaneció clavado en la silla durante las dos horas y media, con ojos como
platos y el corazón encabritado.
Juanjo Gallardo, profesor en
Can Peixauet, fue el encargado de enmarcar el debate. Habló poco, pero claro.
Dijo que después de una guerra y 40 años de dictadura y represión llegó la
transición y aquí paz y después gloria: “Da la sensación de no tenemos pasado”.
Agregó que eso resulta doloroso, especialmente para las víctimas. Y rompió
tópicos: “No es verdad que la República condujese a la guerra”, “no es cierto
que fuese una guerra entre hermanos” y “sí que hubo un plan de exterminio
desde los primeros días”.
Hubo matanzas, donde no
hubo guerra
Con ayuda de un mapa, Juanjo
recordó que en media España no hubo guerra y que, sin embargo, hubo
fusilamientos en todas partes. “¿De dónde salen tantos muertos en Valladolid
(2.555) o Salamanca (650)?” preguntó. Y remachó con contundencia: “No pasó
nada y, sin embargo, hicieron matanzas (50.000 en total) y miles de
detenciones y torturas contra los más humildes. No fue una guerra civil, sino
una guerra de clases”.
El historiador colomense
subrayó que la historia la escribieron los vencedores, que se “olvidaron” de
explicar que fue un golpe militar contra el orden democrático y los crímenes
de la dictadura del Generalísimo Franco. Con constantes publicaciones de
libros, dijo, está calando la idea de que “la izquierda tuvo la culpa y que
el franquismo fue necesario”. La manipulación es de tal envergadura que hoy
“se recuerdan a las víctimas del nazismo y no se dice ni pio de las del
franquismo”.
También habló de las
consecuencias de la guerra en Santa Coloma, que pese a estar lejos del frente
se llevó suyo. Juanjo
Gallardo se refirió a los bombardeos de la aviación italiana
“para provocar la desmoralización de la retaguardia”. Se refirió al buen
entendimiento entre ERC y la CNT para gobernar el Ayuntamiento durante la
guerra. Recordó a los alcaldes José Berruezo (anarco-sindicalista) y a
Celestí Boada (republicano). Contó que Berruezo le recomendó a su compañero
que huyera con él y que Boada decidió regresar a Santa Coloma porque no había
hecho nada. Comentó que la Falange (las SS, a la española) le estaba
esperando y que lo fusilaron en Campo de Bota, al igual que una quincena de
colomenses más. La gente aplaudió con ganas.
Delito de genocidio
Carlos Slepoy tomó el relevo, y tampoco defraudó. Recordó aquello de que si
la historia la escriben los vencedores es que hay otra historia, la
verdadera. Explicó que la querella argentina se sustenta en los delitos de
genocidio y de lesa humanidad, “porque hubo un propósito de exterminio de un
grupo que resultaba molesto”.
“El franquismo es un genocidio
que les permitió gobernar durante 40 años. Lograron su objetivo de crear una
sociedad nacional-católica a costa de 150.000 desaparecidos”, dijo el
abogado. Y desveló otro dato escalofriante: “50.000 niños fueron robados de
sus madres entre los años 39 y 51, en una práctica legalizada y sistemática,
registrándose algún caso hasta el 90. Decían que esos niños tenían el gen del
fanatismo y había que curarlos en un buen ambiente familiar”.
Como argentino, dijo que le ha
resultado sorprendente que esos crímenes quedaran impunes en Europa, cuna de
las libertades. Dijo que Franco compró el silencio de EEUU con bases
militares y se refirió a lo de atado y bien atado. “Su gran éxito fue que sus
funcionarios pasaran a la democracia”.
Slepoy fue duro con los
gobiernos del PP, pero también con la dirección del PSOE, que no está por
labor. “Sus concejales y militantes, sí, especialmente en Catalunya y el País
Vasco”, precisó. “Lo que pasa en España no pasa en ningún sitio. Aquí se
procesa al juez que investiga (Baltasar Garzón) y se encubre a los
responsables. Se da la paradoja que la Audiencia Nacional condena a 1.084
años a un represor argentino y no actúa contra Martín Villa, José Utrera
Molina (suegro del ministro Gallardón) o Fernando Suárez”.
El letrado subrayó la
importancia del apoyo social para hacer imparable la querella. “El asunto es:
me lo entregas o lo juzgáis”, dijo para explicar la batalla judicial. Pero,
luego está la presión política, ya que “el Gobierno español puede quedar
retratado como encubridor de torturadores. España no podrá soportar la
presión internacional si queda cante el mundo como un refugio de criminales.
Cuando eso pasó en Argentina y Chile, las cosas comenzaron a cambiar”.
En las garras de Billy el
Niño
Intervino también el colomense Felipe Moreno, uno
de los querellantes y responsable de la Xarxa Catalana i Balear de soporte
al procedimiento argentino. Él fue uno de los torturados por Juan Antonio
González Pacheco, alias Billy el Niño, ex policía de 68 años, que perteneció
a la extinta Brigada Político-Social del franquismo. Lo cosieron a palos en
la comisaría y después en Carabanchel.
No le
había escuchado nunca dar detalles de esa pesadilla. Ayer, Felipe explicó las
torturas en el despacho del comisario Roberto Conesa: “Palizas constantes,
mañana, tarde y noche”. No pudieron probar su relación con ninguna muerte
violenta, porque no la tenía, pero lo acusaron de asociación ilícita por
pertenecer al FRAP. Le incoaron un consejo de guerra y lo metieron en una
celda de castigo en Carabanchel. “Baldeaban a todas horas la celda para que
no me pudiera sentar”, dijo. De las secuelas físicas en una pierna, en la
cadera y no sé cuántos sitios más prefirió no hablar.
Y le tocó el turno a Marçona Puig Antich,
a la que habían robado las palabras. Se habían dicho tantas cosas, que la
mujer se limitó a agradecer la determinación de la justicia argentina en la
ejecución de su hermano Salvador. “No se pueden imaginar lo que reconforta
verles aquí y vivir tanta solidaridad, tanto en España como en Argentina. Son
una pasada”, dijo con los ojos bañados.
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Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme..... "Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
dissabte, 1 de febrer del 2014
“Hay otra historia, la verdadera”, sostienen las víctimas del franquismo en el Auditori
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