divendres, 21 d’agost del 2015

El antisemitismo de Manuel Fraga Iribarne


http://www.nuevatribuna.es/articulo/sociedad/nostra-aetate-concilio-vaticano-ii-y-antisemitismo-manuel-fraga-iribarne/20150819190843119284.html


El próximo día 28 de octubre se cumplen 50 años de la declaración ”nostra aetate” (nuestro tiempo), donde la Iglesia Católica reconoce los vínculos ancestrales con judíos, y por ello el respeto que se les tiene que tener, por las raíces judías del cristianismo.

El pasado mes de julio, tuvo lugar en la sala Clementina del palacio apostólico delVaticano en Roma, un encuentro de la ”International Council of Christians and Jews”, con el papa Francisco. El motivo, era el próximo aniversario, el día 28 de octubre del 2015, de los 50 años de la declaración ”nostra aetate” (nuestro tiempo), dentro de lo que fue el Concilio Vaticano II. En dicha declaración, que tuvo lugar en el año 1965, la iglesia católica, reconoce los vínculos ancestrales con judíos, y por ello el respeto que se les tiene que tener, por las raíces judías del cristianismo.
Ya con anterioridad, el papa Juan XXIII eliminó la expresión ”pérfidos judíos” de los rezos de Semana Santa. El papa Francisco, mostró las similitudes que entre Cristo y la Torah, y las relaciones entre judaísmo y cristianismo que aparecen en los documentos del Concilio Vaticano II, que ya han sido desclasificados. Añadió, que espera que se profundice en los estudios de ambas religiones, teniendo como referencia el aniversario de los 50 años de la declaración ”Nostra Aetate”.
Como es bien conocido, la iglesia católica siempre fomentó el antisemitismo, de raíces religiosas, que luego alimentó el antisemitismo racista, que llevó al Holocausto. Todavía no están desclasificados todos los documentos del Vaticano de la II Guerra Mundial, donde se podrá ver las estrechas relaciones del papa Pio XII con el nazismo y su colaboración en el Holocausto.

Aquí, en España, todavía tenemos a personajes marcadamente antisemitas, como lo fue el exministro franquista, Manuel Fraga Iribarne, presidiendo con su imagen una sala del Congreso de los Diputados, y también está como académico, miembro histórico, de la Real Academia de Ciencias Morales (donde tienen al fascista y antisemita, Ramón Serrano Suñer), que está bajo el alto patronazgo del rey Felipe VI, según la Constitución española de 1978.
Fraga, en 1971, fundador del partido de derechas, Alianza Popular, actual PP que nos gobierna, escribió y leyó las siguientes frases en su pregón de la Semana Santa de Zamora:
“ … La lección terrible de la Semana Santa debe ser nuevamente revalorizada, asimilada. Los judíos prefirieron la injusticia al desorden, el inmovilismo a la esperanza y el milagro, el egoísmo a la caridad. Aún no han terminado de expiar la sangre caída sobre ellos y sobre sus hijos… Por supuesto se equivocaron, Jerusalén e Israel serian destruidas...”
Manuel Fraga, vemos cómo considera a los judíos, dos mil años después que todavía no habían expiado su pecado, a pesar de que hacía más de un decenio, que la propia Iglesia católica había eximido de responsabilidades a los judíos en la muerte de Jesús.
Por todo ello, yo, al tener 18 antepasados judíos polacos exterminados en el Holocausto, formulé hace año y medio, una petición al Parlamento español, para que retire dichos honores y galardones, tanto en la Real Academia de Ciencias Morales, como en la sala del Congreso de los Diputados, a Manuel Fraga Iribarne, pero al día de hoy, no he tenido respuesta.
Ahora con motivo del próximo aniversario de la declaración de Nostra Aetate, y la buena voluntad del papa Francisco, debería este, apoyar mi justa reivindicación al Congreso de los Diputados español.
También la anulación de las tres normativas antisemitas franquistas (Paso de fronteras de mayo de 1939, depuración de médicos de octubre de 1939 y depuración de odontólogos de noviembre de 1939), que están derogadas pero sin anular, la primera fue aplicada a mi abuela judía Rosa Hoenigsfeld, que tuvo que convertirse al catolicismo, antes de volver a España en agosto de 1939.
Esas crueles leyes antisemitas franquistas, no hubieran sido posible de publicar y aplicar a los judíos, sin el visto bueno de la iglesia católica, omnipresente en esos duros años de la post guerra española. Por ello, también debería el papa Francisco implicarse en su anulación.
Yo, no me conformo con la audiencia otorgada en Julio a la comunidad judía en el Vaticano, yo quiero una implicación del Papa en mis reivindicaciones, ante el Parlamento español, y así se lo haré saber.