dimarts, 15 de març del 2016

Bilbao recuerda a Blas de Otero, en el centenario de su nacimiento.


http://www.eitb.eus/es/cultura/literatura/detalle/3914898/bilbao-recuerda-blas-otero-centenario-su-nacimiento/


AGENCIAS | REDACCIÓN
15/03/2016
Publican una edición bilingüe de su obra de prosa poética "Historias fingidas", prologada por José Manuel Caballero Bonald y traducida por Andres Urrutia.
La editorial El Gallo de Oro ha publicado una edición bilingüe (euskera-castellano) de la obra "Historias fingidas y verdaderas" ("Istorioak, alegiazkoak nahiz egiazkoak"), del poeta bilbaíno Blas de Otero, al cumplirse hoy el centenario de su nacimiento.
La obra reeditada ha sido prologada por el poeta y premio Cervantes José Manuel Caballero Bonald y traducida al euskera por el presidente de Euskaltzaindia, Andrés Urrutia, gran conocedor de la obra del autor bilbaíno.
La reedición del libro se produce también cuando se cumplen 45 años desde que se publicase por primera vez esta obra de Blas de Otero considerada "inextinguible y hermosa" por Caballero Bonald en su prólogo.
Con este texto, Blas de Otero inaugura "una escritura lírica y prosaica, tierna e irónica, arraigada en la ética y la estética", agrega la nota enviada por la editorial.
"Poeta social"
Blas de Otero (Bilbao, 16 de marzo de 1916- Majadahonda, Madrid, 1979) fue uno de los principales representantes de la poesía social de los años cincuenta que siempre aspiró "a la belleza y la justicia, escribiendo desde la más profunda necesidad".
La guerra civil española le sorprendió en Bilbao y participó en ella alistado en un batallón de gudaris. Tras una breve permanencia en un "campo de depuración", incorporado a las "fuerzas nacionales", fue enviado al frente y participó en la campaña de Valencia.
Después de la guerra, alternó su labor de creación poética con trabajos que ayudasen a su subsistencia: dio clases particulares, dictó conferencias y cursillos y trabajó en una mina en Bizkaia.
"Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre que amó, vivió, murió por dentro/y un buen día bajó a la calle: entonces comprendió: y rompió todos su versos" escribió Blas de Otero en "A la inmensa mayoría".