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11/12/2018
Maribel S. Timoneda
Ubicación de la fosa común número VII de Alcañiz
La Asociación Pozos de Caudé realizará finalmente catas en la fosa común número VII del cementerio de Alcañiz para buscar los restos de cuatro vecinos de Foz Calanda reclamados por sus familiares al amparo de la ley de Memoria histórica. El Gobierno de Aragón ha rechazado el recurso presentado por el Ayuntamiento contra la autorización que Patrimonio concedió a la asociación para efectuar la búsqueda. En el documento de apelación, el consistorio alegaba falta de concreción sobre el lugar exacto en el que tenía que realizarse la prospección.
El Gobierno de Aragón desestima así el argumento esgrimido por el Ayuntamiento, más concretamente “por el secretario municipal”, según puntualizó esta semana el alcalde de la ciudad, Juan Carlos Gracia, quien desligó la presentación del recurso con una decisión política de su equipo de gobierno (PP-PAR).
La asociación Pozos de Caudé presentó un documento procedente del Diario de enterramientos del cementerio municipal en el que figuran los nombres de dos de los hombres a los que se busca. Se trata de una especie de albarán en el que constan como "fusilados" y enterrados en Alcañiz el 15 de noviembre de 1939. El documento fija el enterramiento en la fila 19 de la fosa común.
En el recurso municipal se argumenta que conocer la fila no es un dato lo suficientemente concreto como para saber dónde ha de buscarse para localizar a las cuatro personas de Foz Calanda, ya que en la fosa hay más personas enterradas. Sin embargo, Patrimonio replica al consistorio que la realización de sondeos en la fosa tiene “precisamente la finalidad de concretar” en lugar exacto en el que están los restos humanos y que el dato aportado por la asociación es suficiente para empezar con la búsqueda.
La fosa común número VII fue excavada el 14 de marzo de 1938, dos días después de la entrada en Alcañiz del ejército franquista. Las autoridades del régimen aprobaron su realización para depositar los cuerpos de las personas que iban a ser ejecutadas en los días consecutivos acusadas de significarse durante el Gobierno republicano o durante la represión en los primeros meses de la guerra hacia quienes habían apoyado el levantamiento militar del 18 de julio.
La fosa figura en uno de los planos del Catálogo arqueológico de Alcañiz, documento incorporado al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2010, según el cual la tumba donde fueron enterradas estas personas está delimitada por una gran cruz delineada en la tierra mediante lajas y mampuestos hincados de arenisca. Junto a ésta se encontraría la fosa número IV, que es anterior. En ésta se enterró a las personas que fallecieron durante el bombardeo de Alcañiz del 3 de marzo de 1938. Según consta en el Catálogo arqueológico, no está claro tampoco que los restos de una y otra fosa se mezclaran después de la guerra.
Fuentes del departamento de Educación, Cultura y Deporte de Aragón confirmaron que el recurso ha sido “desestimado” en base a que “precisamente lo que pretende la exhumación es definir el lugar exacto del enterramiento”. Por tanto, señalaron las mismas fuentes que la prospección para localizar los cuerpos de los cuatro focinos “ha de seguir adelante”. Indicaron que Pozos de Caudé “solamente ha de iniciar los trámites” para completar el proyecto que presentó a la convocatoria de ayudas para la recuperación de la Memoria histórica de Aragón de 2018, en la que fueron aprobados 20 propuestas
El presidente de Pozos de Caudé, Francisco Sánchez, se congratuló de que el proyecto haya quedado desbloqueado. La exhumación debería haberse realizado antes del 13 de noviembre, fecha tope para justificar la intervención, pero la negativa inicial del consistorio a autorizar la entrada en el cementerio y la prospección de la zona en las circunstancias en que estaba planteada ha retrasado la intervención.
Sánchez, que reconoció que todavía no ha recibido la notificación del Gobierno de Aragón relativa a la desestimación del recurso del Ayuntamiento, calculó que “en 15 días podremos empezar”. Explicó que los arqueólogos que han de realizar la prospección “están en Sádaba, participando en otro proyecto en el que se busca a cuatro personas en una fosa en la que han aparecido restos de 19”, lo que “ha complicado el trabajo”. Así que “cuando resuelvan esta situación, porque han aparecido familiares de los no identificados, vendrán a Alcañiz; calculo que en un par de semanas”, apuntó. Entre tanto, “prepararemos la documentación necesaria”.
Un llamamiento
Sánchez hizo un “llamamiento” a las familias de la zona que crean que tienen en la fosa común número VII algún antepasado enterrado (al igual que los cuatro focinos, hubo vecinos de otras localidades que fueron fusilados en la tapia del cementerio de Alcañiz). La asociación es consciente de que en esta enorme tumba encontrará los restos de decenas de personas que, en base a la nueva le de Memoria histórica, podrán ser identificadas mediante pruebas de ADN.
“Vamos a ponernos a trabajar para buscar a los familiares de personas que están ahí; y si hay personas que saben que los suyos están allí, pueden avisarnos para realizar la identificación”. Sánchez indicó que hará “gestiones con ayuntamientos de la zona para facilitar esa información” y recordó que la ley de Memoria histórica “ampara la búsqueda”; “durante muchos años no han podido reclamar sus cuerpos, pero ahora tienen una oportunidad”, añadió
Procedimiento
El procedimiento que seguirán los arqueólogos y forenses en el proyecto presentado por Pozos de Caudé en Alcañiz se iniciará con “unas catas arqueológicas para localizar el lugar de enterramiento”. No en vano, se trata de una explanada grande en la que “ha de prospectarse para ver si se encuentran huesos”. Las búsquedas “funcionan así, y así se ha hecho en otros proyectos, porque nunca está definido al 100% el lugar donde hay que buscar”
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