© AP Photo / Sergio Torres
Hace 85 años que Federico García Lorca, el poeta en castellano más universal, fue asesinado. Pero los homenajes brillan por su ausencia en su tierra, donde gobierna el PP. El PSOE capitaliza su figura y reprocha a la derecha sus obstáculos a la Memoria Histórica y a investigar los crímenes del franquismo, del que Lorca es el rostro más visible.
Federico García Lorca fue asesinado el 18 de agosto de 1936 al norte de Granada. Las milicias que sembraron el terror durante el verano del golpe de Estado (1936) que provocó la Guerra Civil y desembocó en la dictadura franquista le dieron el "paseo". Lo sacaron de su casa y lo fusilaron. Ha habido muchos intentos para recuperar sus restos. Hay decenas de teorías sobre dónde puede estar enterrado. Pero, 85 años después de su asesinato, todo sigue igual.
Federico García Lorca es una marca incómoda en España. En ambientes culturales e internacionales, Lorca es un reclamo nacional. Poeta universal, ¡vanguardia y folclore; emoción e intelectualidad española! Pero, en el día a día, sigue siendo unas de las miles de víctimas olvidadas en las cunetas, sin justicia ni reconocimiento, décadas después de que sus asesinos dejaran el poder en 1975.
¿Poeta universal?, cadáver anónimo
Este 18 de agosto ha dado algunas claves que evidencian por qué uno de los emblemas nacionales sigue enterrado en alguna fosa común. Lorca fue ajusticiado por "socialista" y "masón", por "prácticas de homosexualismo", como rezaba el documento interno de la Jefatura Superior de Granada sobre el ajusticiamiento del poeta, que sacó a la luz la Cadena Ser en 2015.
El aniversario de su asesinato, no es en su Andalucía natal, una fecha de redención y unión colectiva. En ese sentido, poco ha cambiado. Unos lo celebran. Otros lo silencian.
Esta vez, con el gobierno de PP y Ciudadanos –respaldado por VOX– el Gobierno de la Junta de Andalucía no ha incluido en su agenda a Lorca o a algún acto sobre memoria histórica. Al menos, desde la Consejería de Cultura, responsable del área de Memoria, no han notificado nada a este periodista.
Por su parte, el reclamo de justicia y reconocimiento para Lorca lo ha capitalizado el PSOE y su nuevo dirigente en Andalucía. El nuevo candidato socialista, Juan Espadas, ha celebrado un acto lleno de simbolismo en Granada, la ciudad de Lorca. "La equidistancia, en esto, es imposible", declaró el socialista, que ha anunciado que la Memoria Histórica será un pilar de su proyecto político para recuperar el gobierno de la comunidad más poblada de España.
Espadas, nieto de un represaliado en Sevilla por los militares que acabaron ganando la Guerra Civil (1936–1939), ha asegurado que recuperar la memoria histórica –y a Lorca– "será lo primero que hagamos cuando ganemos las próximas elecciones en Andalucía".
Juan Espadas homenajea a Lorca en Granada
© Europa Press / Álex Cámara
Juan Espadas, que sigue siendo alcalde de Sevilla, promete además que, con la nueva Ley de Memoria Histórica que España está tramitando, se conseguirá que "uno de los mayores criminales de la Guerra Civil española salga de dónde está y vaya adonde tenga que ir… para ese el olvido, no para Federico García Lorca", señaló sin mencionarlo, al general Gonzalo Queipo de Llanos, responsable del golpe franquista en Sevilla. Queipo de Llanos está enterrado, con todos los honores, en la basílica de La Macarena, una de las iglesias más populares de Sevilla. Lorca, sin embargo, nadie sabe dónde está.
Oportunismo político ante la ausencia de justicia
"Ir a una fosa común para sacar rédito político es algo miserable", contundente al teléfono Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH). Silva denuncia el oportunismo político del PSOE, que "solo ahora que está en la oposición, se preocupa por Lorca. Han estado más de 30 años en el poder –en Andalucía– y no han hecho nada".
Lorca es, para las asociaciones memorialistas "uno más, un rostro emblema, pero uno más de las 114.226 personas que aún tenemos en la lista de desaparecidas por los crímenes de la represión franquista", explican desde la ARMH.
Emilio Silva, presidente de la ARMH
© Foto : Cortesía de E. Silva
"Hemos tenido que buscar en Argentina lo que España niega, simplemente justicia" La ARMH es una de las asociaciones que llevan tirando décadas del carro para recuperar la memoria histórica y la justicia y dignidad de decenas de miles de ajusticiados por la represión. Por su empuje, solo es posible en Argentina que se haya abierto (14 de abril 2020) la única causa penal-criminal contra crímenes franquistas que existe, en aplicación del principio de justicia universal.
España está tramitando una nueva Ley para la Memoria Histórica que sucederá a la de 2007 del presidente Zapatero. Una Ley ampliamente ignorada en el territorio español. Para Silva, el actual marco legal que se está preparando carece de sentido "ya que no podemos avanzar en Memoria sino lo hacemos con justicia. Todo lo demás es un sucedáneo, sin Justicia ni un trabajo sobre qué hicieron los criminales y por qué lo hicieron, nunca seremos una sociedad sana ni plenamente democrática".
¿Por qué no desenterrar a los muertos asesinados injustamente?
El estancamiento de la justicia española en el progreso de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, definida como una Ley de concordia, no de revancha, es algo que prolonga el eco de un conflicto anterior a la II Guerra Mundial.
— ¿Por qué la derecha del siglo XXI no condena crímenes de guerra ni busca a Lorca?
— Sencillo. Nuestra derecha actual fue fundada por un ministro franquista, nuestra Transición fue tutelada por los herederos del franquismo, todo lo que hacemos se mueve dentro del terreno de juego que marca la impunidad y los privilegios de sus herederos, lamenta Silva.
Volviendo a Lorca, llama la atención que su figura perviva como símbolo nacional literario o folclórico, pero queda muy relegada su vertiente política-vanguardista y como símbolo de la lucha contra la homofobia.
Juan Miguel Baquero, investigador memorialista
© Foto : Cortesía de Juan Miguel Baquero
El investigador Juan Miguel Baquero, que ha representado a Andalucía como la Tierra de poetas y huesos y a España como El país de la desmemoria, señala la singularidad de la "herencia social" del franquismo. "Somos el único país donde el fascismo no fue derrotado, pero aún así, es difícil entender ese vínculo con la derecha actual tanto tiempo después. Nadie entendería que la CDU de Alemania, por ejemplo, se abstuviera de condenar los crímenes nazis".
Desde la Junta de Andalucía no dan pistas sobre su respeto a García Lorca. No hay nada en la web de la administración del PP y no hay respuestas a las cuestiones de este medio. "A Lorca ni está ni se le espera y eso hay que condenarlo, porque él es símbolo de miles de víctimas más. La Memoria Histórica es paz y concordia, no es revanchismo de 4 locos de izquierdas. Es cuestión de justicia", reflexiona Baquero, quien ha monitorizado todos los trabajos en Andalucía de reapertura de fosas comunes.
Lorca escribió, presagiando su propia muerte, en su obra Poeta en Nueva York:
Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas, / comprendí que me habían asesinado. / Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, / abrieron los toneles y los armarios, / destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. / Ya no me encontraron. / ¿No me encontraron? / No. No me encontraron. / Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, / y que el mar recordó ¡de pronto! / los nombres de todos sus ahogados.
No obstante, España no hace honor a su mayor poeta. No hay sexta luna y, por lo pronto, Lorca seguirá enterrado, mientras su figura, poeta universal para unos, arma política para otros, seguirá viajando por los años en alguna fosa común, condenada por los errores del pasado.
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