El cuerpo fue localizado en una fosa común del cementerio de Reus y las pruebas genéticas han certificado que pertenecía al activista. Detenido y torturado por la Guardia Civil, falleció a causa de la ingesta de ácido sulfúrico.
BARCELONA
ACTUALIZADO:Habrá pasado casi medio siglo desde su muerte (tras ser torturado por la Guardia Civil), pero finalmente Cipriano Martos podrá regresar a Loja (Granada), su pueblo natal. El Departament de Justícia, Drets i Memòria de la Generalitat ha confirmado que los restos localizados el 10 de enero en una fosa común del cementerio de Reus (Tarragona) corresponden al activista antifranquista. Su hermano Antonio reiteró, entonces, su intención de trasladar los restos al cementerio de Loja, donde descansan sus padres, siempre que las pruebas de ADN confirmaran que eran de Martos, como así ha sido.
El 11 de enero, el president del Govern, Pere Aragonès, visitó los trabajos de exhumación de los restos del activista y manifestó que el hallazgo era "un paso más hacia la restitución de la dignidad de Cipriano Martos, tratado de forma totalmente inhumana, y su familia". Este miércoles, la consellera de Justícia, Drets i Memòria, Gemma Ubasart, el director general de Memòria Democràtica, Alfons Aragoneses, y Antonio Martos valorarán en Sabadell la identificación, que conlleva un avance significativo en la reparación de la memoria del luchador antifranquista.
Los trabajos de exhumación en el cementerio de Reus habían comenzado un mes antes y el equipo de arqueólogos y antropólogos localizaron 41 cuerpos, uno de los cuales era compatible "tanto con las características físicas" de Martos, "como con las espaciales de la fosa". La confirmación definitiva ha sido posible después de cruzar los datos con los de sus familiares inscritos en el Programa de identificación genética de la Generalitat. Creado en 2016, Martos es la veintena persona exhumada que se ha podido identificar en Catalunya gracias a la iniciativa.
¿Quién era Cipriano Martos?
Cipriano Martos nació en 1942 en el municipio de Loja (Granada), en una familia humilde y pobre de campesinos. En 1969 llegó a Sabadell, donde fue trabajador textil, y posteriormente se instaló en Reus, donde hizo de encofrador. En Catalunya se politizó con grupos antifranquistas y entró en el Partido Comunista de España Marxista-Leninista (PCE M-L), una escisión del PCE que no renunciaba a la lucha armada. La formación impulsó el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP).
El obrero fue detenido por agentes de la Guardia Civil el 25 de agosto de 1973, acusado de difundir propaganda contra el régimen dictatorial en Igualada y de pertenecer al FRAP. Lo trasladaron al cuartel de Reus, donde lo interrogaron y torturaron, hasta obligarle a ingerir un líquido corrosivo, combinación de ácido sulfúrico y gasolina. Las heridas provocadas comportaron su traslado al Hospital Sant Joan de Reus el 27 de agosto, donde sería interrogado dos días más tarde pese a su pésimo estado de salud.
El 17 de septiembre, después de tres semanas de agonía, murió por "hemorragia interna", según puede leerse en su informe de fallecimiento. Fue enterrado en una fosa de beneficencia propiedad del Ayuntamiento de Reus, en el cementerio de la población el 20 de septiembre del mismo año, con secretismo y sin familiares.
Recuperación de su memoria
Después de muchos años olvidado, el nombre del activista apareció en la esfera mediática y política a raíz de la publicación del libro Caso Cipriano Martos. Vida y muerte de un militante antifranquista, escrito por el periodista Roger Mateos y publicado por la editorial Anagrama en 2018.
Pese a que la ley de Amnistía impide la condena de los responsables de su muerte, el director general de Memòria Democrpatica de la Generalitat, Alfons Aragoneses, aseguró en una entrevista reciente en Público que "según mi criterio, nada impediría que se iniciara un procedimiento y que al final hubiera una resolución emitida por un órgano de justicia que estableciera la verdad jurídica de estos hechos y fijara la responsabilidad del Estado e, incluso, la responsabilidad de personas concretas". La del cementerio de Reus es una de las 77 fosas de la Guerra Civil y el franquismo que la Generalitat ha exhumado en los últimos años.
En total, hay 887 documentadas y la estimación es que acumulan unas 14.000 personas enterradas. Hasta ahora, la Generalitat ha recuperado los restos de 846 individuos, cifra que aumentará en los próximos años, ya que el nuevo plan de fosas -correspondiente a los años 2023-2026- casi dobla el presupuesto del anterior, con cerca de 4,5 millones.
Acto en el Ateneu Barcelonès
La memoria de Cipriano Martos también será recordada el próximo martes, día 28, en un acto en el Ateneu Barcelonès. Bajo el nombre "Antifranquistas andaluces en Catalunya 1939-1975. Luchar desde el olvido", la entidad abordará desde diversas perspectivas la contribución y el protagonismo de la comunidad andaluza a la democratización del Estado español y de la política catalana. Uno de los participantes será, precisamente, Antonio Martos, hermano de Cipriano y persona clave en el mantenimiento de su memoria. El acto está organizado conjuntamente con el Taller de Músics.
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