Pese a que la causada por el escándalo de los niños robados del franquismo es una de las heridas más dolorosas de la historia moderna española y, por tanto, un asunto que invita a la recreación cinematográfica, no existen muchas películas sobre el asunto. En su primer largometraje, Sobre todo de noche, Víctor Iriarte aborda el tema con el fin de revisar el relato oficial sobre el tránsito que nuestro país hizo de la dictadura a la democracia.

“En España no existió el tipo de proceso de verdad, justicia y reparación que sí afrontaron otros países que salieron de regímenes dictatoriales”, opina el director pamplonés. “Yo nací en 1976, y por lo tanto formo parte de una generación que no vivió el régimen y que está en condiciones de cuestionar, de forma crítica pero también constructiva y comprensiva, aquello que se nos contó sobre la Transición”.

Sobre todo de noche es la historia de tres personajes. Vera (Lola Dueñas) es una mujer cuyo niño le fue arrebatado al dar a luz y que ha pasado dos décadas tratando de localizarlo, incluso recurriendo al crimen para ello; Cora (Ana Torrent) adoptó a un recién nacido sin saber que había sido raptado, ni que la madre biológica estaba viva; Egoz (Manuel Egozkue) es hijo tanto de la una como de la otra. “En el caso de los bebés robados está claro que hubo víctimas y verdugos, pero no he querido hacer una película didáctica”, explica Iriarte.

“Las dos mujeres que retrato son víctimas, ambas han sufrido sendas historias de violencia ejercida desde las altas esferas de poder”. Es una película magnífica, cargada de simbolismo y llena de hallazgos formales, que asume una estructura epistolar y permanece en tránsito entre diversos géneros.