El audiovisual ‘Dos hombres buenos’ pone en valor a Prudencio Martínez Martínez y a Felipe González Domingo, vecinos de Tragacete y represaliados por el franquismo.
Un documental recupera a dos conquenses represaliados por el franquismo
Cuenca
Dos hombres buenos es el título del documental que recupera del olvido la figura de Prudencio Martínez Martínez y de Felipe González Domingo, vecinos de Tragacete, que fueron fusilados por el régimen franquista en 1939. Prudencio era alcalde socialista durante la guerra civil y Felipe secretario general de la UGT. En Hoy por Hoy Cuenca hemos contado su historia charlado con Pablo Valera, nieto de Prudencio y promotor del audiovisual, y con Jon Cuesta, director del documental a través de la empresa Ébano Stories.
“Siento orgullo”, dice Valera que ve, por fin, realizado este proyecto por el que tanto ha luchado. “Sobre todo por el reconocimiento a estas personas que pasaron una injusticia tremenda”, añade, “esa emoción de ver un episodio ya resuelto para la familia por haber hecho justicia. Es una satisfacción enorme”.
La historia
El episodio que a la postre acabó con Prudencio y Felipe fusilados, el primero el 18 de julio de 1939 y segundo el 21 de diciembre de ese mismo año, comenzó un día durante la guerra. “Cuando los vecinos de Tragacete vieron desde el pueblo que había humo en la montaña, sabían que alguien estaba intentando cruzar la frontera”, relatan desde Ébano Stories en la presentación del documental. “Durante la Guerra Civil española, este pueblo de la serranía de Cuenca se ubicaba en una posición estratégica: separaba los dos bandos, el republicano y el nacional. A menudo, los soldados atravesaban el pueblo para pasar de un bando a otro. Aquella noche quienes intentaban cruzar eran cinco falangistas”.
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“Prudencio y Felipe tuvieron la obligación de informar a las autoridades superiores de Cuenca de que habían detenido a los jóvenes falangistas. Unos días después, varios oficiales vinieron a por los detenidos para trasladarlos hasta la capital. Por el camino, les asesinaron”.
“Cuando acabó la Guerra Civil, Prudencio y Felipe fueron acusados de este asesinato, aunque ninguno de los dos estuvo involucrado. Meses después fueron fusilados en el Cementerio de Cuenca, pese a tener ambos concedido un indulto”.
Familiares
El documental cuenta con los testimonios de varios descendientes de los protagonistas como Prudencia Martínez y Ángela Martínez, hijas de Prudencio, y Emiliano González, hijo de Felipe. “El denominador común es siempre el mismo”, apunta Cuesta. “Es gente muy mayor que ha vivido con un sufrimiento extremo y que todavía hoy, en los últimos años de vida, siguen teniendo ese dolor. No hay que restar importancia a la memoria de los abuelos como dicen muchos que esto ya no tiene importancia, que ya a nadie le importa. Sí importa. Hay muchas familias a las que les importa saber dónde están sus seres queridos”.
Expertos
Además, participan distintos expertos como el historiador Paul Preston, el profesor de la UCLM Ángel Luis López Villaverde, el historiador Salvador Fernandez Cava, el arqueólogo Santiago Domínguez o Máximo Molina, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca. “Quería que tuviera entidad”, explica Cuesta, “que no se quedara en un vídeo familiar o de recuerdo familiar, sino que pudiéramos enmarcarlo dentro de un contenido con expertos, con gente que realmente es autoridad”.
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Acto de inauguración de la calle que recuerda a Prudencio Martínez y Felipe González en Tragacete celebrado en agosto de 2019. / Ébano Stories
Una calle en su pueblo
Antes de que se realizase esta película documental, Tragacete rindió un homenaje a Prudencio y Felipe poniendo su nombre a una calle del pueblo. Fue en agosto de 2019. Pablo Valera había propuesto a la corporación municipal de los años 2011/15 algún tipo de homenaje, pero tuvo que ser el equipo de Gobierno de la siguiente legislatura, ya con Diego Yuste (PSOE) como alcalde quien pusiera en marcha la idea llevándola más allá del homenaje pedido por los descendientes y materializándolo en esa nueva calle con sus nombres. “Para nosotros fue muy emocionante”, recuerda Valera, “llegamos la mayoría de la familia y tuvimos que hacer dos actos porque luego más tarde vino la familia de González. Fue muy emotivo”.
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