Los familiares celebraron ayer un emotivo acto tras terminarse los trabajos de exhumación que comenzaron en 2018
La difusión es el objetivo de las asociaciones memorialistas, que quieren dar a conocer lo sucedido en la comunidad
Leopoldo ha recuperado los restos de su tío: "Se tenía que haber hecho mucho antes y se debe hacer más para acabar con el problema"
Una de las familiares recoge los restos de un represaliado en Rivas. EL PERIÓDICO
Zaragoza | 17·12·23 | 18:45 | Actualizado a las 18:50
Una decena de represaliados han regresado con sus familiares en Rivas, en las Cinco Villas. Casi un siglo después de ser fusilados en lo que era por entonces el cementerio municipal, los restos de estas víctimas fueron entregados a sus familiares en un emotivo acto organizado por la asociación memorialista Batallón Cinco Villas.
Alberto Espés es el presidente de la asociación que se ha encargado de coordinar esta exhumación y que ha hecho posible juntar los restos de los fusilados con sus familias. Un trabajo que se ha extendido «casi cinco años, porque empezamos a trabajar en 2018». El proceso, en este tipo de actuaciones, no es sencillo y los resultados tardan en llegar: «Hasta 2020 no encontramos el primer resto, un cráneo en el que se podía apreciar un agujero de bala. Sabíamos por la documentación que ahí había gente fusilada, pero encontrar restos te ayuda a seguir».
Espés cuenta que desde el comienzo de la tarea siempre se ha recibido una partida económica por parte de las instituciones para continuar con ese trabajo. «Durante los cinco años hemos reservado dinero para poder actuar en Rivas», concreta el portavoz del Batallón Cinco Villas, que explica que el apoyo institucional llega «tras justificar todos y cada uno de los gastos». «Y, como siempre pasa, toca ponerlas», completa el memorialista, agradecido con los más de cuarenta socios que tienen en la organización y con los simpatizantes que les acompañan en cada una de las intervenciones. «Son trabajos duros y que no se pueden presupuestar porque cada exhumación es un mundo», explica Espés, que habla de «terreno, metros en los que excavar o el tiempo de trabajo» como actores que encarecen el proceso. Además, el presidente de la asociación concreta con una razón clara: «Si se encuentran restos, llegan más profesionales, como antrópologos o forenses, por lo que el proyecto se encarece».
La entrega de este domingo no supone para los memorialistas el fin del trabajo en el antiguo cementerio municipal de Rivas. Los documentos que han estudiado en el Batallón Cinco Villas les demuestran que aún queda bastante por hacer. «Hemos contabilizado y quedan más de veinte personas en este cementerio», concreta Espés, que asegura que esta veintena de cuerpos se encuentran repartidos en dos fosas.
Encuentros como el de hoy sirven para difundir el trabajo de unas asociaciones que intentan difundir su labor de forma constante. «Por ejemplo, en cada exhumación invitamos a que vengan alumnos de Historia o Arqueología, para que conozcan en el terreno todo lo que pasó», cuenta Espés, cuyo deseo es «crear conciencia sobre todas las barbaridades que tuvieron lugar y sean conscientes de que en las Cinco Villas hay muchas personas que perdieron a algún familiar en la guerra civil o en la represión».
En plena crisis política
Un acto de recuerdo que llega en uno de los momentos de mayor incertidumbre para el memorialismo en los últimos años. El Ejecutivo autonómico, que lidera el Partido Popular en coalición con Vox, se ha propuesto derogar la ley de Memoria Democrática de Aragón el próximo mes de febrero. En paralelo, la consejera de Presidencia, Tomasa Hernández, prepara un plan de concordia con el que reivindicar los derechos humanos y reconocer a todas las víctimas, no solo a los fusilados durante el franquismo.
Hasta hace bien poco, las asociaciones memorialistas recibían ayudas desde el Gobierno de Aragón para realizar exhumaciones y difundir su labor. Esas subvenciones están en duda bajo el paraguas del plan de concordia. La propia Hernández ya ha mostrado su voluntad de reunirse con las asociaciones que crean que puedan ayudar a fomentar esa concordia que se impulsa desde el Pignatelli.
«Siempre queda la ley nacional a la que nos podemos agarrar», reflexiona el propio Espés, que critica el plan del Gobierno de Azcón: «No tiene sentido hablar de concordia. Pero la culpa no es de este Gobierno, es también de todos los anteriores gobernantes que no hicieron nada porque no quisieron». Para el memorialista, el problema de la memoria democrática «se podría haber arreglado hace mucho tiempo si hubiera habido voluntad de hacerlo».
Espés insiste en que estas acciones «no se hacen buscando rencor o venganza», sino que son movimientos «por las familias, para que la gente se reencuentre con aquellos familiares que fueron tratados como animales y para poderles dar una sepultura digna». Termina el portavoz del Batallón Cinco Villas: «Hay que seguir trabajando por la memoria y no podemos permitir que sigan muriendo hijos sin haber recuperado a sus padres».
Leopoldo Grafulla: "Se tenía que haber hecho mucho antes"
Leopoldo Grafulla es una de las personas que este domingo ha conseguido recuperar los restos de un familiar. Concretamente, los de un tío que creen que fue «jornalero y de izquierdas, como en la familia», motivo por el que creen que fue fusilado.
Lo sucedido en Rivas es «un acto de justicia, pero también el fin de una vergüenza», en referencia a todo el tiempo que se ha tardado en recuperar los cuerpos de los represaliados y porque «en algunos libros y archivos se sigue hablando de esta gente como si fueran delincuentes».
Mientras que las excavaciones en el cementerio de Rivas arrancaron en 2018, para Grafulla y su familia la espera no ha sido tan larga. «Nos enteramos de que había trabajos en esta zona hace dos años», explica, recordando que varios familiares «se pusieron en contacto con la asociación y luego participamos en las excavaciones». La colaboración de toda la familia fue «fundamental» ya que «gracias a dos primas hermanas pudimos hacer el cotejo del ADN al 100% y comprobar qué restos pertenecían a nuestro tío».
Recuperar a su familiar es importante para ellos y por ello están «muy agradecidos» con la labor que el Batallón Cinco Villas ha hecho en la zona. También con la gestión de los análisis, «porque te dan todo tipo de detalle y el trabajo que se ha hecho es impecable». «Para una persona que no conoce mucho el funcionamiento, es un asombro cómo se consiguen sacar todas las pruebas», completa Grafulla.
En paralelo a la exhumación y la entrega de los restos, el debate político sobre el futuro de la ley de Memoria Democrática de Aragón se cuela en eventos tan emotivos como el que tuvo lugar ayer. La opinión de Grafulla es contundente: «Lo considero una vergüenza, pero la izquierda también lo ha sido durante años, porque la memoria se empezó a reivindicar muchos años después de que el dictador muriese».
«Se tenía que haber hecho mucho antes», asegura el participante en la entrega de restos, que lamenta que «gente que luchó por la legalidad no puede seguir enterrada en cunetas y merece descansar dignamente». Pese a los tiempos complicados que corren, Grafulla asegura que «se debe hacer mucho más por parte de la sociedad para conseguir acabar con esta problemática».
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