A día de hoy, miles de personas recorren sus pasillos sin sospechar que, bajo sus pies, se encuentra el recuerdo de un pasado silenciado y bastante olvidado
La Prisión de Mujeres de Les Corts / ARCHIVO HISTÓRICO LES CORTS
Barcelona es una ciudad de contrastes, donde la modernidad y el turismo conviven con una historia a menudo silenciada. Entre sus calles, existen rincones que esconden relatos de sufrimiento y represión, apenas señalados por discretas placas que pasan desapercibidas entre el bullicio diario.
Uno de estos lugares es un emblemático centro comercial, construido en 1974 sobre los terrenos de la antigua prisión de mujeres de Les Corts, un espacio que, durante décadas, fue sinónimo de castigo, tortura y desesperación para miles de reclusas. Lo que hoy es un espacio de compras, fue no hace tanto tiempo, el escenario de una de las etapas más oscuras del siglo XX en España.
De finca familiar a asilo femenino
La historia de este solar se remonta a 1743, cuando la familia Duran adquirió unos terrenos ubicados en el camino que unía las antiguas poblaciones de Les Corts y Sarrià, antes de su anexión a Barcelona. Allí construyeron una masía de veraneo, rodeada de jardines y con una capilla para la celebración de misas dominicales.
Décadas más tarde, la propiedad cambió de manos hasta que, en 1890, pasó a ser gestionada por la orden religiosa de las Dominicas Francesas de la Presentación. Fue entonces cuando el recinto adquirió una nueva función: un asilo femenino destinado a la rehabilitación de jóvenes y una escuela para niñas huérfanas.
Durante la Guerra Civil Española
Sin embargo, en el contexto de la Guerra Civil Española, el gobierno de la Generalitat de Cataluña se incautó del edificio en 1936 y lo convirtió en el Correccional General de Mujeres de Les Corts. Rafael Tasis Marca, escritor y militante de Acción Catalana, fue designado director de Servicios Correccionales y describió el lugar como un entorno donde las reclusas realizaban labores de costura y participaban en actividades formativas.
![Las reclusas realizando labores de costura Presó de les Corts Las reclusas realizando labores de costura Presó de les Corts](https://www.consumidorglobal.com/uploads/s1/45/08/49/las-reclusas-realizando-labores-de-costura-preso-de-les-corts_4_1200x757.webp)
Durante esta etapa, la prisión no presentaba un carácter especialmente represivo y mantenía condiciones relativamente dignas para sus internas. Pero todo cambió con la llegada de las tropas franquistas a Barcelona el 26 de enero de 1939.
Una prisión bajo el yugo del franquismo
Con la caída de la ciudad en manos del régimen franquista, el correccional de Les Corts se transformó en la prisión provincial de mujeres. El lugar pasó a ser gestionado por las monjas de la orden de las Hijas de la Caridad, que impusieron un régimen de extrema dureza.
La represión franquista convirtió la prisión en un espacio de sufrimiento donde se encerraba a opositoras políticas, militantes de izquierda y mujeres simplemente sospechosas de no ser afines al nuevo régimen.
La represión sufrida por miles de mujeres
El hacinamiento se volvió insoportable. Diseñada para albergar a unas 350 internas, la prisión llegó a superar las 2.000 reclusas a finales de 1939, muchas de ellas con sus hijos pequeños. La falta de higiene, la escasez de alimentos y los castigos brutales fueron parte de la cotidianidad de este centro de reclusión. Además, se produjeron numerosos casos de bebés robados, arrancados de sus madres y entregados a familias adeptas al franquismo.
![Otília Castellví ARICHIVO FAMILIAR Otília Castellví ARICHIVO FAMILIAR](https://www.consumidorglobal.com/uploads/s1/45/08/97/oti-lia-castellvi-arichivo-familiar_4_1200x757.webp)
Entre las prisioneras de Les Corts estuvo Otilia Castellví, modista y militante del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), quien fue detenida por los comunistas durante los Sucesos de Mayo de 1937. Tras su paso por Francia, Alemania y Caracas, Castellví regresó a Barcelona, donde falleció en 2001. Sus memorias fueron publicadas en 2003 bajo el título De las checas de Barcelona a la Alemania nazi, un testimonio desgarrador sobre la represión sufrida por miles de mujeres en aquel lugar.
El cierre de la prisión y el olvido
En 1955, las autoridades franquistas ordenaron el traslado de las reclusas a la Cárcel Modelo, y la prisión de Les Corts cerró sus puertas. La finca fue devuelta a sus propietarias, quienes inicialmente pretendían construir una escuela en el lugar. Sin embargo, los desacuerdos entre la orden religiosa y el obispado de Barcelona hicieron que el proyecto nunca se materializara.
Finalmente, en 1974, el terreno fue adquirido por la cadena de grandes almacenes, El Corte Inglés, que demolió la antigua prisión para levantar un centro comercial moderno y funcional. Hoy, miles de personas recorren sus pasillos sin sospechar que, bajo sus pies, se encuentra el recuerdo de un pasado silenciado. Tan solo una pequeña placa en una de sus fachadas laterales recuerda la historia de la cárcel de Les Corts y a las mujeres que sufrieron en ella. Que no caiga en el olvido.
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