dilluns, 6 de maig del 2013

Ángel Espada Zamarra, in memoriam.





Hoy es el 68 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen-Gusen,

Una gran parte de los exiliados republicanos españoles fueron los primeros prisioneros de raza no germánica que ingresaron en Mauthausen. Eran los “Rotspanier” (Rojos españoles), los “triángulos azules”, y para diferenciarlos del resto les colocaron este símbolo con una “S” sobre su harapienta ropa. Eran civiles, refugiados en estado puro. Eran los apátridas, aquellos a los que el régimen del pequeño dictador abandonó a su suerte. Nunca les reconoció como españoles ni aceptó su repatriación. Los documentos encontrados prueban que las autoridades nazis preguntaron a sus homólogos españoles qué debían de hacer con los "dos mil rojos españoles de Angulema". El Gobierno de Franco nunca se molestó en ocuparse de este asunto y ni siquiera contestó, dejándoles expuestos a la maquinaria de exterminio nazi. Entre ellos, muchos menores de edad.

Uno de aquellos republicanos españoles era Ángel Espada Zamarra, natural de Torrubia del Campo, el pueblo del abuelo. Por los datos con los que cuento, era uno de los miembros del partido Izquierda Republicana que fundó el abuelo en abril de 1936.