- Ofensiva del PSC para sacar del ostracismo otro episodio negro de la represión
Primer paso de una maniobra política para sacar a la luz uno de los elementos más siniestros de la represión franquista: los campos de concentración. El diputado y portavoz adjunto del PSC, Ferran Pedret, se le ha puesto entre ceja y ceja hacer justicia y reparar una deuda histórica a través de una Resolución Parlamentaria sobre el censo y la conservación de los campos de concentración y los batallones disciplinarios de trabajadores.
Este es el primer paso formal para abrir un largo camino político e institucional de reparación histórica y sacar del ostracismo una de las peores pesadillas de la represión franquista. “Ya ha llegado la hora de catalogar los campos que existieron, las obras que se hicieron con prisioneros, explicar que fue aquel horror, la gente debe saberlo”, insiste el diputado que tiene la intención de llevar la misma iniciativa, a través de diputado del PSC per Girona, Marc Lamuà, al Congreso de los Diputados.
Auténtico sistema concentracionario en Catalunya
El texto, al que ha tenido acceso La Vanguardia, describe como un “auténtico sistema concentracionario en Catalunya” del franquismo a medida que las tropas nacionales se iban adentrando en territorio catalán. Campos de concentración que sobrevivieron a la
Guerra Civil y continuaron en la larga noche del franquismo hasta llegar a la finalización de la Segunda Guerra Mundial.Asimismo el texto se refiere también a los batallones de trabajadores forzados que se articularon en Catalunya una vez acabado el conflicto armado a través de Batallones de Trabajadores de prisioneros de Guerra, de batallones disciplinarios de soldados trabajadores o batallones disciplinarios de soldados de trabajadores penados.
La propuesta enumera diversos campos registrados por historiadores, y lamenta la dificultad de ampliar este registro de centros de detención y concentración. Por el momento, la resolución relaciona los campos de la ciudad deLleida (Seu Vella, Seminari Vell i Seminari Nou), Reus, Tarragona (Convent de les Carmelites i Convent de les Oblates), Cervera, Manresa, Mollerussa,Barcelona (dos a Horta, el Palau de les Missions de Montjuïc, i el d’El Cànem), Figueres,Puigcerdà, Seu D’Urgell, Granollers, Bossòst, Igualada, Mataró, i Vilamitjana (Pallars Jussà).
Ejemplo alemán
Pedret recuerda que las condiciones de vida en estos campos y en los batallones de trabajos forzados eran “deplorables” con unas condiciones infrahumanas. “Mucha gente murió en estos campos o en trabajos forzados, y familiares de muchos de los desparecidos todavía no saben donde están sus cadáveres, es hora de restablecer esta memoria, hay que saber lo que ocurrió”, sentencia Pedret en conversación con La Vanguardia.
El plan del diputado socialista tiene antecedentes en las políticas de memoria histórica de Alemania o Italia, donde hay placas en los edificios en las últimas residencias de los presos que nunca más volvieron a casa. “Las acciones que necesitaban más premura, como reparación de las viudas o el reconocimiento de los excombatientes se cumplieron, debemos continuar la reparación”, señala el diputado.
El Memorial, el instrumento
La intención del PSC es instar al Govern, a través del Memorial Democràtic, a elaborar el censo completo de los campos de concentración, los espacios o edificios preexistentes o construidos a tal efecto como prisiones o centros de detención , y las ubicaciones de los distintos batallones de trabajos forzados entre el inicio de la Guerra Civil y el final de la dictadura franquista.
Asimismo la resolución pretende censar e identificar las obras realizadas a través de trabajos forzados por batallones de prisioneros o penados. Además, Pedret solicita al Parlament para que obligue al Govern a programar, con presupuesto y calendario, la señalización, la dignificación, adecuación y conservación de los campos así como museizar espacios como centros de interpretación de esta parte de la historia, todavía oculta y condenada al ostracismo de la memoria histórica.
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