Los restos del ibense José Pastor han sido localizados en una excavación científica de memoria histórica en el cementerio de Paterna. Un juzgado abre diligencias por la aparición de 15 cadáveres con signos de violencia
Beatriz Rico 19.03.2018 | 00:54
Equipo de arqueólogos durante los trabajos de excavación en la fosa común del cementerio de Paterna. INFORMACIÓN
El cuerpo de José Pastor García ha sido localizado esta misma semana en una fosa común de la Guerra Civil y se convertirá en el primer alicantino que será exhumado mediante un proceso científico de memoria histórica. Este ibense de 47 años intentaba huir en barco cuando fue detenido por los franquistas y fusilado el 28 de julio de 1939 en el denominado «Paredón de España», en Paterna, uno de los últimos reductos de la República cuando la Guerra Civil, ya finalizada, daba sus últimos coletazos.
Su cuerpo -y también su memoria- fue oculto y amontonado, junto a los cadáveres de 38 hombres más, en franjas de tierra del cementerio municipal de la localidad valenciana. 79 años después, sus restos han salido a la luz gracias a las excavaciones arqueológicas que está llevando a cabo ArqueoAntro, bajo la dirección de Miguel Mezquida. Aunque todavía no han sido exhumados, los primeros trabajos de limpieza ya apuntan a que los cráneos presentan traumatismos compatibles con impactos de balas.
El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Paterna ha abierto diligencias por la aparición de estos 15 cuerpos con signos de violencia. Las excavaciones arqueológicas comenzaron el pasado 2 de marzo, después de que una asociación de familiares solicitase la intervención y recibiera una subvención por parte de la Diputación de Valencia para este fin. Fue esta semana cuando los arqueólogos descubrieron que tras las capas de cal despuntaban huesos humanos y localizaron al menos 15 cuerpos, aunque se espera sacar a la luz más. «Esperamos encontrar una saca con al menos 38 cuerpos porque, gracias a testimonios de familiares y el registro cementerial, hemos confirmado que uno de los represaliados fue trasladado de la fosa 22 a la 44, y posteriormente a Buñol», explica Mezquida. Basándose en los estudios sobre fusilamientos en la Comunidad Valenciana del historiador Vicent Gabarda, el director arqueológico asevera que «están amontonados por capas, por lo que tal y como vayamos exhumando cuerpos, irán apareciendo más de todas las personas que fueron sepultadas en esta fosa».
Entre los muertos, dos pilotos de la República, maestros, políticos y sindicalistas. Todos de València, excepto el industrial alicantino y uno de los pilotos que vivía en Orense. Según Mezquida, los cadáveres encontrados presentan «evidencias de crímenes de lesa humanidad que son imprescriptibles».
En unos días comenzará la exhumación y posteriormente los huesos se trasladarán a la Escuela de Medicina de Madrid. Seguidamente, serán enviados a una empresa de genética para llevar a cabo los pertinentes cotejos de ADN. Para el proceso de identificación, resulta imprescindible encontrar a la familia más cercana. En el caso del ibense «no se sabe nada, necesitamos a algún familiar para poder llevar a cabo todo el estudio genético», asegura Miguel Mezquida, quien espera tener noticias de sus parientes en un breve espacio de tiempo porque, de otro modo «tendríamos que devolverlo de nuevo a la fosa». Según su experiencia «alrededor de la mitad de las víctimas no se consiguen identificar al no tener noticias de sus familiares».
Los expertos no esperan encontrar el cadáver de ninguna mujer en esta fosa «porque por los estudios históricos sobre fusilamientos sabemos quiénes fueron sepultados aquí». Además, Miguel Mezquida descarta la posibilidad de localizar a más alicantinos en esta ubicación, aunque en diferentes fosas comunes de Paterna hay un total de ocho personas que vivían en la provincia.
Los arqueólogos han querido dejar claro que José Pastor es el primer alicantino que será exhumado mediante procesos actuales de memoria histórica tras ser encontrado en una fosa común gracias a una excavación científica puesto que, a lo largo de los años, en la Comunidad Valenciana se han realizado «otros desenterramientos clandestinos», sobre todo en la época de la Transición con el fin de trasladar restos humanos de un nicho a otro.
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