ilvia Casasola presenta la historia de Manoli del Arco, la mujer encarcelada por 'roja' durante casi veinte años y la madre del escritor y sociólogo Miguel Martínez del Arco, el autor de Memoria del frío con quien charlamos en 'La rosa de los vientos'.
Esta es la historia de Manoli del Arco, una represaliada franquista que no quiso perder la batalla contra los derechos adquiridos por las mujeres. El escritor Miguel Martínez del Arco recoge en Memorias del Frío el relato de su madre, una mujer que durante diecinueve años sufrió la violencia y el desprecio del franquismo.
Dos décadas en prisión
Manoli de Arco tenía diecinueve años la primera vez que fue detenida en la madrileña calle de Almagro. Los arrestos, las torturas y los violentos interrogatorios derivaron, el 5 de junio de 1943, en una condena a pena de muerte por "un delito de rebelión contra la seguridad del Estado", según explicaba su hijo apuntando que "cualquiera que hubiera asistido a cualquier acto político podría ser condenado". Es decir, Manoli del Arco, una joven de origen humilde a la que la República le brindó el acceso a la educación, fue condenada por defender sus ideales progresistas de libertad y democracia, en definitiva, por ser una "puta roja" que debía redimirse. No obstante, su pena fue conmutada por la pena máxima de prisión.
Ahora su hijo, Miguel Martínez del Arco recoge su dolor pero también su arrojo y su risa en Memoria del Frío, un libro donde recorre la biografía de su madre a través de las más de 5.400 cartas oficiales que sus padres Manoli y Ángel se enviaron, de prisión a prisión, durante diecinueve años.
Su vida en 'libertad'
Manoli entró en prisión la mayoría de edad recién cumplida y salió de la cárcel de Alcalá de Henares con cuarenta años. Entró joven y salió madura a "otra gran cárcel" que constituía la España franquista. Entró con una España donde las mujeres tenían voz y voto y salió en un país donde carecían de casi cualquier derecho.
Pese a lo delicado de su salud, Manoli logró quedarse embarazada de su único hijo, Miguel, a quien concibió en uno de los encuentros con Ángel en la cárcel de hombres, el otro protagonista de esta gran historia de amor que su hijo ha relatado en Memorias del Frío. Ángel también salió de la cárcel, pero falleció al poco tiempo a causa de su mala salud, fruto de las inhumanas condiciones vitales en las que había vivido durante su prolongada estancia en prisión.
Así pues, Manoli hubo de criar prácticamente sola a su hijo en una época donde las mujeres gozaban de escasas prerrogativas, reducidas aún más por un pasado republicano. Sin duda, un ejemplo de resiliencia digno de destacar.
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