La excavación arqueológica descubre seis cuerpos que presumiblemente son posteriores y avanza hacia estratos más bajos
11.09.2013 | 00:00
NACHO MARTÍN CASTELLÓ Las labores arqueológicas para la exhumación del cuerpo de José Valls, fusilado en 1938 por la represión franquista, siguen avanzando tras cinco días de trabajo y ya han sacado a la luz restos humanos de al menos seis personas, aunque los expertos todavía dudan que entre ellos se encuentre José Valls debido a los indicios y la disposición de los cadáveres dentro de cajas de madera (lo cual no era habitual para los ejecutados).
Así lo confirmaron ayer fuentes del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, que se mostraron satisfechas tras confirmar la existencia de la fosa común en el lugar previsto. A partir de ahora se trabajará con utensilios de detalle y a más de un metro de profundidad. La pertenencia de los restos ya localizados sólo podrán dirimirla de forma concluyente las pruebas de ADN y, por lo pronto, las excavaciones continúan en un estrato del suelo que los arqueólogos consideran ya próximo a la ubicación de José Valls.
Aún así, en principio, los arqueólogos trabajan con la hipótesis de que José Valls fue la primera persona enterrada en una fosa común a la que posteriormente se fueron sumando más cuerpos en lo que, aparentemente, a día de hoy era una jardinera. Es por ello que, sobre el papel, José Valls debería ser el último cadáver por orden de aparición.
Tal como explicó el portavoz del Grupo para la Recuperación de la Memoria, Matías Alonso, se está trabajando dentro de los plazos normales en una exhumación de estas características. De hecho, trabajos arqueológicos similares suelen retrasarse durante meses, una circunstancia que se está agilizando en este caso dada la contribución de un numeroso equipo de 14 arqueólogos profesionales.
En esta fase, Alonso destacó que se está cuidando al detalle el estudio con detenimiento y "sumo respeto" de los cuerpos humanos hallados. Se trata de la primera acción de este tipo que se realiza en España financiada por "crowdfunding" o micromecenazgo en Internet y el primer día de excavación se llevó a cabo con la presencia de la única hija superviviente de este concejal socialista, una octogenaria que se mostró "nerviosa y muy emocionada", ya que fue ella misma quien pidió que se iniciara la campaña para recuperar la memoria de su padre, que fue ejecutado en su presencia en la tapia del cementerio y enterrado posteriormente en un rincón que la anciana supo identificar tres cuartos de siglo después.
Así lo confirmaron ayer fuentes del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica, que se mostraron satisfechas tras confirmar la existencia de la fosa común en el lugar previsto. A partir de ahora se trabajará con utensilios de detalle y a más de un metro de profundidad. La pertenencia de los restos ya localizados sólo podrán dirimirla de forma concluyente las pruebas de ADN y, por lo pronto, las excavaciones continúan en un estrato del suelo que los arqueólogos consideran ya próximo a la ubicación de José Valls.
Aún así, en principio, los arqueólogos trabajan con la hipótesis de que José Valls fue la primera persona enterrada en una fosa común a la que posteriormente se fueron sumando más cuerpos en lo que, aparentemente, a día de hoy era una jardinera. Es por ello que, sobre el papel, José Valls debería ser el último cadáver por orden de aparición.
Tal como explicó el portavoz del Grupo para la Recuperación de la Memoria, Matías Alonso, se está trabajando dentro de los plazos normales en una exhumación de estas características. De hecho, trabajos arqueológicos similares suelen retrasarse durante meses, una circunstancia que se está agilizando en este caso dada la contribución de un numeroso equipo de 14 arqueólogos profesionales.
En esta fase, Alonso destacó que se está cuidando al detalle el estudio con detenimiento y "sumo respeto" de los cuerpos humanos hallados. Se trata de la primera acción de este tipo que se realiza en España financiada por "crowdfunding" o micromecenazgo en Internet y el primer día de excavación se llevó a cabo con la presencia de la única hija superviviente de este concejal socialista, una octogenaria que se mostró "nerviosa y muy emocionada", ya que fue ella misma quien pidió que se iniciara la campaña para recuperar la memoria de su padre, que fue ejecutado en su presencia en la tapia del cementerio y enterrado posteriormente en un rincón que la anciana supo identificar tres cuartos de siglo después.
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