dimecres, 8 de gener del 2014

Carta leída por Angel Vaíllo en el homenaje del fuerte san Cristóbal. Mayo 2013


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PRESOS DEL FUERTE DE SAN CRISTÓBAL EN PAMPLONA.

domingo, 26 de mayo de 2013

ANTES DE QUE PIERDA LA MEMORIA.



Carta leída por Angel Vaíllo en el homenaje del fuerte san Cristóbal. Mayo 2013


Compañeros, otro año más, hemos vuelto con nuestros familiares y amigos; vemos como día a día, año tras año, van formando esta única y gran familia, tal  y como éramos nosotros en nuestros años de encarcelamiento.
Acallada mi voz con la muerte, es el corazón el que os habla, y me presento ante vosotros:    
Me llamo Ángel Vaíllo Pastor, natural de Madrid, soy republicano y militante político activo del Partido Comunista de España. En marzo de 1936, por nombramiento en Junta Gestora, fui elegido Alcalde de Almoradí, pueblo de Alicante, situado en la zona de la Vega Baja del Segura, pasando posteriormente a desempeñar el cargo de Juez de Paz, hasta mediados del año 1939, año en el que me detienen por defender a un gobierno democráticamente elegido por el pueblo, por defender nuestros ideales de justicia, libertad, igualdad,  valores que hoy en día, estáis viendo como se os van recortando.
Al final de esta guerra no ganada, y sobre todo en lo que respecta a la defensa de todos nosotros, “Los del bando vencido” nos tocó vivir ese tiempo, en el que las leyes enmudecen, donde la primera víctima es la justicia,…ya lo decía QUEVEDO: “Donde hay poca justicia, es un peligro tener razón”.  Nosotros, vuestros muertos, estábamos cargados de toda razón, no iniciamos ninguna guerra, estábamos defendiendo a un gobierno elegido por el pueblo, aún así, vimos como se nos condenaba con falsas acusaciones en juicios carentes de toda validez jurídica, a cumplir toda clase de condenas injustas e inexplicables.
Me acusan  como a la mayoría de vuestros familiares de “adhesión a la rebelión”  y en Consejo de Guerra, soy condenado a  pena de muerte, que posteriormente sería conmutada por la de 30 años de prisión.
Con mi detención, dejo atrás una familia rota, llena de miedos, condenada a padecer el sufrimiento de las represalias y obligada al silencio y al olvido.
Desde mi detención, hasta que se produce mi muerte, soy encarcelado, y como diría nuestro compañero y gran poeta  Miguel Hernández, “Lleno de amargura, voy haciendo turismo por las siguientes cárceles”, os cito algunas de ellas.   
CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE ALBATERA.
Yo os digo que eso era un campo de exterminio,  en él se realizaba diariamente la llamada “Saca de Presos”, se producían toda clase de humillaciones, asesinatos, muertes por enfermedad, hambre, sed. 
Las medidas de represión eran de una crueldad infinita, nos numeraban de tal forma, que si uno de nosotros se fugaba, fusilaban a los compañeros que tenían los números anterior y posterior al del fugado, de esta manera, nos veíamos obligados a controlarnos unos a otros, éramos a la vez, prisioneros y guardianes, lamentablemente, poco ha tenido que envidiar a los campos de exterminio nazi de Mauthausen, Belsen, Dachau y  tantos otros de triste recuerdo.
 Con el tiempo, me trasladan a Cartagena (Murcia). Durante mi estancia en esta ciudad, soy recluido en varias de sus prisiones, entre ellas, la Prisión Militar “Castillo General Fajardo”, hoy conocido como Castillo de S. Julián. Es por estas fechas donde se inicia mi proceso judicial.

PRISIÓN  REFORMATORIO DE ADULTOS DE ALICANTE.
De Cartagena, me trasladan a la Prisión Reformatorio de Adultos de Alicante, siendo en esta, en la que se me comunica  mi condena a muerte.
En esta prisión se encuentra entre otros compañeros ¡Miguel Hernández!,  en su poema titulado “El Último Rincón”,  escribe y se pregunta: ¿Qué hice para que pusieran a mi vida tanta cárcel?  Sí Miguel,  esa misma pregunta, nos la hemos hecho todos nosotros, y aún hoy en día, se la siguen haciendo nuestros familiares y amigos aquí presentes  ¿Qué hicimos para que pusieran a nuestras vidas tanta cárcel? Miguel fallecería en esta prisión el día 28-03-1942, apenas había cumplido los 31 años, a modo de despedida, unos días antes de morir, dejó escrita la siguiente frase:
“Adiós hermanos, camaradas y amigos...despedidme del sol y de los trigos. “
  
 PRISION FUERTE SAN CRISTOBAL
De Alicante, me trasladan a esta prisión del Fuerte S. Cristóbal. La historia de esta prisión, es de sobra conocida por todos vosotros, prisión de condiciones inhumanas, en la que se llegó a pasar hambre y toda clase de miserias, donde se producían malos tratos, torturas, asesinatos, donde frente a la falta de higiene, además de piojos, se cogía toda clase de enfermedades, llegando esta prisión a convertirse en un verdadero “Cementerio de hombres vivos”.  El tener que sobrevivir en estas condiciones extremas, sería uno de los motivos por el cual, un grupo de hombres dirigidos por Leopoldo Picó, en la noche del domingo del día 22 de Mayo de 1938, decidieron iniciar la fuga que habían planeado con anterioridad.
La crueldad para con los que fueron capturados, fue en grado extremo, sufrieron toda clase de  torturas, llegando incluso a fusilar a 14 de ellos.  Los que perecieron en el intento, muchos de ellos, fueron cazados  como animales, dejando en algunos casos, sus cuerpos en el mismo lugar de su muerte, esparcidos por  los montes cercanos.
Hoy, estamos aquí conmemorando el 75 aniversario de la fuga, recordando a nuestros 795 compañeros que la llevaron a cabo, al igual que al resto de mis compañeros que han pasado por esta prisión.
Por esto, nosotros, vuestros muertos os pedimos a todos los aquí presentes, que continuéis luchando en la recuperación de sus memorias, que sus nombres no caigan en el olvido y no puedan ser borrados en la Historia, Y como diría nuestro poeta:
   !! Cuanto penar para tener que morirse uno ¡¡
Es en esta misma prisión en la que nos encontramos, donde se produce mi muerte, el día 19-01-1945, por paro cardíaco, como consecuencia de la tuberculosis que padecía, siendo mi cadáver trasladado al llamado “Cementerio de las Botellas” por mis compañeros: Jacinto Castellanos Carrasco.-/ Agustín Carrasco del Arco.-/  Basilio Izquierdo Felipe.-/ Jacinto Delgado Imedio.-/ Juan Gaspar García.- /Francisco Jiménez Garde., recibiendo sepultura en la tumba 117, entre mis compañeros: Agustín Felipe Raya Sánchez y Manuel Nieto Lérida, donde he permanecido  durante unos larguísimos 65 años, años también de silencio, soledad y olvido. 
        
VIVIENCIA PERSONAL Y FAMILIAR                                             
Ya voy perdiendo la memoria, no recuerdo la fecha con exactitud, pero sería sobre el año  92/93.,cuando un día, mi nieto Ángel, el que os habla, viendo a mi hijo, su padre, ya enfermo, se da cuenta de que éste, quiere confesarle algo que le atormenta. Al preguntarle, le contesta:
Hijo, no me gustaría morir sin saber dónde está enterrado mi padre, tu abuelo, y sin haber podido traer sus restos a casa.
Es en ese momento, cuando mi nieto, que había visto en su padre la angustia que le oprimía, sus largos años de amargura, sus llantos de silencio, le promete que seguiría buscándome, intentaría encontrarme y le entregaría mis restos para que yo pudiese estar con todos ellos.
Es en diciembre de 2006., cuando tras años de búsqueda, le confirman que mis restos se encuentran sepultados en el llamado “Cementerio de las Botellas”. En ese momento, lo sentí por él, no podría cumplir la promesa hecha a su padre, mi hijo, había fallecido 12 años antes, en septiembre de 1994, pero aun así, a mi nieto no le importó continuar, tenía una familia, hizo una promesa y quería cumplirla entregando mis restos a sus 2 tíos, promesa que cumpliría en junio del 2010. Mis otros 2 hijos, fallecerían un año más tarde de mi regreso a casa. Ellos... sí  pudieron verme; ahora, ya los tengo a todos conmigo.

Decía PLATÓN: “Solo los muertos han visto cómo termina la guerra”.
Desde esta Prisión en la que hoy nos encontramos, encontrándome ya enfermo y en fase terminal, se solicita mi libertad condicional. La llamada Junta Provincial de Libertad Vigilada de Alicante  remite escrito denegando la solicitud, que se recibe en Pamplona el día 19-12-1944.
Yo  fallecería un mes más tarde.
Aún en fase terminal, y en el lecho de muerte, deniegan mi condicional, no me permiten volver a casa y poder morir entre los míos; según consta en el informe, ... era peligroso.
He visto las penalidades que tuvo que pasar mi hijo mayor durante sus largos años de exilio, primero en Portugal, donde permaneció durante varios años escondido por familias de compañeros del partido comunista portugués, para embarcarse posteriormente como polizón con destino a México. Su único delito, ser hijo mío, él apenas tenía 16 años cuando acabó la guerra. 

AGRADECIMIENTO A LAS ASOCIACIONES    
Hoy quisiera agradecer a todas las personas y Asociaciones que han hecho posible que nuestros restos hayan sido localizados, exhumados y entregados a nuestras familias, que nuestros nombres hayan permanecido vivos, recordándose en pueblos de Navarra, y agradecer también la ayuda que han dispensado y vienen dispensando a todos nuestros familiares y amigos.

       ASOCIACIÓN  DE CIENCIAS ARANZADI.
Vosotros...habéis logrado sacar a la luz nuestros restos y los de otros muchos compañeras/os, de los miles que todavía hoy, se encuentran sepultados en cunetas y fosas comunes esparcidos por toda nuestra geografía.
¿Alguno de los presentes ha estado en alguna exhumación?, os voy a contar algo de la mía:
No podré olvidar ese respeto, ese amor a su profesión, y esa ternura que pude sentir en las personas que tomaron parte en mi exhumación.
¡Con qué  respeto y cuidado, iban recogiendo y limpiando cada uno de mis huesos!, dice mi nieto, que no ha visto madre alguna con más ternura y cariño para con sus hijos, como cuando Itxaso Martelo, Sonia Polo y  Amelia Barreiro cogieron mi cráneo, daba la sensación de que temiesen hacerme daño.
También recuerdo el detalle de humanidad que tuvo Francisco Echevarria.  Una vez  exhumado, le entregan mis restos a mi nieto, para que los subiese hasta la cima del monte. Ese día estaba lloviendo, al igual que los dos días anteriores a la exhumación; los que conocéis ese camino, sabéis que es casi imposible subir o bajar después de varios días de lluvia, por lo que mi nieto, no podía subir por sí solo llevando mis restos. En ese momento, todos, digo todos los allí presentes, intentaron ayudarle tratando de coger mis restos para subirlos ellos, a lo que Francisco Echevarria les dijo que no, que fuese él quien los subiese, y los demás, le ayudasen a subir.
No tengo palabras para describir la emoción que sintió mi nieto al poder llevar y subir los restos de su abuelo, ¡Y la mía!, al verme por vez primera entre sus brazos, ese detalle,.. es algo que perdurará de por vida en nuestros recuerdos.
  
  ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE FUSILADOS DE NAVARRA.

Ioseba Eceolaza, uno de los dos compañeros que confirmó a mi nieto que mis restos se encontraban sepultados en el cementerio del Fuerte San Cristóbal, a partir de ese momento, siempre ha estado en contacto con él, manteniendo su amistad ha fecha de hoy  .
Olga Alcega, excelente compañera,  permaneció junto a mi nieto dando su apoyo y palabras de afecto durante mi exhumación.
Gracias por el trabajo de la Asociación y por el Parque de la Memoria, donde la ASOCIACIÓN PUEBLO DE LAS VIUDAS, Julio Sesma, José Ramón Martínez y el resto de compañeras y compañeros habéis estado siempre a nuestra disposición. Se nota que lleváis el parque en la sangre.
El momento en que por primera vez, nuestros familiares visitan el parque, y pueden leer nuestros nombres en ese mural, es de una emotividad impresionante. En nuestros pueblos, silenciados y olvidados; en Sartaguda, en  el parque de la memoria, recordados.
Gracias por vuestra lucha y compromiso, y enhorabuena a las asociaciones que representáis por haber podido realizar vuestro sueño:    Poder ver que el parque sea hoy una maravillosa realidad.  
 
SOCIEDAD TXINPARTA                                          
Es esa chispa de amistad, de compromiso, de ayuda, de cariño…que han recibido y vienen recibiendo nuestros familiares y amigos por parte de todas las mujeres y hombres de esta Asociación.
Ya son 25 años lo que lleváis en esta Asociación luchando por la recuperación de la Memoria Histórica.
Vosotros, habéis hecho posible que todos los nuestros, se sientan como en familia, esta gran familia, los  habéis sentado a vuestras mesas, los habéis  acogido en vuestras casas sin apenas conocerlos, habéis conseguido que esa chispa, se haya convertido hoy día, en un esplendoroso rayo de luz, de ese nuevo faro de Alejandría, que nuevamente ha resurgido gracias el esfuerzo de todos vosotros…para brillar en Ansoaín. Y con esa nueva luz, fruto de vuestro trabajo, lucha y compromiso, estáis guiando y orientando a nuestros  familiares hasta conseguir entregarles nuestros restos.
Ana, Lupe, Zenaida, Mikel, Jose Mari, Josetxo, Miguel, Venancio,… y a todos los que formáis  parte de esta Asociación, en nombre de mis compañeros y en el mío propio, os damos las gracias.
¿Pensáis que me he olvidado de Koldo Plá?, ¡¡ no!! Cómo me voy a olvidar¡¡¡  él fue el otro compañero que confirmó a mi nieto el lugar de mi enterramiento, el que lo recibió en su primera visita al Fuerte, a pesar de que ese mismo día... Koldo tenía el fallo de un certamen literario al que se presentaba,… él no faltó a su cita.
En su libro de poemas “Al borde de cada día” en su poema titulado “Pobre los hijos de los muertos”, escribe:
                   Los Mataron….           
                   Pero no tuvieron en cuenta
                  Que los muertos tenían vivos  
                  Y los vivos memoria.
Sí, Koldo, tienes razón, lo estamos viendo hoy aquí, y cada vez con más fuerza. Hoy en día, nuestros vivos tienen memoria, pero sobre todo…no tienen miedo, ese miedo que pudo atenazar a nuestras esposas, hermanos, hijos…durante la cruel represión que se llevó a cabo en los interminables años posteriores a esa guerra no ganada.
A veces, por circunstancias, sobre todo por el miedo, hay alguna generación que pierde el valor, pero viendo hoy aquí a todos vosotros,… nosotros… vuestros muertos, os decimos: Si eso ha podido ocurrir, estamos seguros que lo habéis recuperado, y tenéis todos de nuevo ese valor, si es que en algún caso se llegó a perder.
Decía CICERÓN: “La vida de los muertos está en la memoria de los vivos”.
Por eso, os pido que recordéis… que no olvidéis…  y que luchéis
Recordar…porque nosotros seguiremos viviendo mientras seamos parte de vuestros recuerdos,
Luchar…, porque como decía Albert Einstein: “La vida es muy peligrosa… no por las personas que hacen el mal… sino por las que se sientan a ver lo que pasa.
Si lucháis por los que fueron nuestros ideales… es señal de que estamos vivos, estamos con vosotros, manteniendo nuestros sueños de Libertad, Justicia, Igualdad,…luchar…hasta conseguir que sea posible…¡¡ESA TERCERA REPÚBLICA!!…que todos deseamos.
Los Mataron…creyeron que los mataron
Pero aquí los traemos…. vivos
Con los brazos en alto.
Amigas/os, el poder veros hoy aquí a todos vosotros…hace que ya no tenga  miedo a perder la memoria… porque ahora sé…al igual que mis compañeros… que seguimos vivos en vuestros recuerdos.
De mi etapa como Alcalde y Juez de Paz,… si aún conservo la memoria, ...iré escribiendo y os lo contaré en los próximos años.
    
 FINAL-DESPEDIDA.
Abuelo,…decía Julio Cortazar: “Las palabras nunca alcanzan… cuando lo que hay que decir  desborda el alma.” éste es para mí, uno de esos momentos, despedirme hoy de ti.  Lo voy a hacer utilizando una parte de la letra de una canción del cantautor/compositor argentino JOSE LARRALDE, de ascendencia vasca y árabe, que lleva por título “Sobran las Palabras”
              Aprendí a buscarte…nada más    / sin saber que estabas…
              Tan adentro mío y mas allá….    /  del todo y de nada…
              Aprendí a llorarte…sin saber…  /   que en cada mañana…
              Bajabas el sol… para traer…      /   luces de esperanza…
              ¡Qué extraño fue todo…ya lo ves! /   La vida que pasa…
              Y en la más austera desnudez…  /   sobran las palabras…
                                        Sobran las palabras…

Abuelo: de mi Padre ¡tu hijo!,  aprendí a buscarte… Sin haberte conocido, aprendí a quererte y a llorarte…Hoy, aquí, en este mismo lugar que fue tu última morada, te digo: Ángel Vaíllo Pastor, republicano y comunista, me siento orgulloso de ser tu nieto, y te doy las gracias.
Tú has hecho que me reafirme  en esos valores que son los tuyos y que llegase a sentir ese mismo dolor que sintió M. Hernández a la muerte de su amigo de la infancia José  Marín Gutiérrez, para todos, Ramón Sijé, y sentir su misma rabia,... esa rabia  de:

“Querer escarbar la tierra con los dientes 
Querer  apartar la tierra parte a parte
A dentelladas secas y calientes.
Querer minar la tierra hasta encontrarte,
Y besarte la noble calavera… y desamordazarte… y regresarte…”

Sí Abuelo,..regresarte...poder regresarte con los tuyos. !!CON TUS HIJOS !!
de los que nunca,  !!Nadie!! tendrían que haberte separado.

Por eso, tu familia, y las familias aquí presentes de tus compañeros, os decimos: Tened por seguro, que seguiremos  luchando hasta conseguir que se os haga justicia, porque, “esos otros”, pensaron que amparándose en una Ley de Amnistía injusta, y con el paso del tiempo, se olvidaría todo, pero no será así hasta que se os pida perdón, y como dijo una compañera:

Vosotros no pudisteis lograrlo. Pero no estabais solos.  Porque nosotros estamos aquí.
No lo perdisteis todo.               Porque nosotros estamos aquí.
No luchasteis en vano.             Porque nosotros estamos aquí
Y nosotros,                                Somos la memoria de vuestro futuro.

Abuelo, sabes que nos quedan juicios y condenas que anular, pero al menos ... ya estás con tu familia
 Hoy,.. entre nosotros... nos sobran las palabras....Sobran  las palabras.

                                                      ESKERRIK  ASKO
                                                      MUCHAS GRACIAS