DESDE 2012 HAN DIGITALIZADO 45.000 DOCUMENTOS
Cuatro investigadores de la UPNA dan cuerpo al mandato del Parlamento y a un servicio de documentación abierto a la ciudadanía
Desde junio de 2012 han digitalizado 45.000 documentos
LOLA CABASÉS GARBIÑE ABETE - Domingo, 28 de Septiembre de 2014 - Actualizado a las 06:06h
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De izquierda a derecha, Juan Carlos García, Gotzon Garmendia, Fernando Mendiola y Emilio Majuelo, el equipo de memoria histórica. (OSKAR MONTERO)
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PAMPLONA - La represión ejercida por el bando franquista en Navarra contra cerca de seis mil navarros, más de la mitad además con resultado de muerte, puede consultarse ya por Internet gracias al Fondo Documental de la Memoria Histórica en Navarra que se realiza en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), fruto de un convenio suscrito con el Parlamento. Desde junio de 2012, un equipo integrado por cuatro historiadores, dirigido por uno de ellos, Emilio Majuelo, ha trabajado duro y en este momento el fondo cuenta ya con fichas validadas de 5.698 personas represaliadas y de otras 1.172 más que aun no han sido incluidas porque faltan detalles por cotejar. El trabajo sigue y aún no están todas las personas que sufrieron persecución por las hordas golpistas.
Este equipo de investigadores de la historia que ha pateado los archivos y ha dispuesto de la documentación existente hasta ahora sobre memoria histórica, entre las que destaca Majuelo las diversas ediciones del libro Navarra 1936, de la Esperanza al Terror, y documentaciones obtenidas de particulares como de nuevos registros, archivos e investigaciones, ha digitalizado ya 45.000 documentos. Estas son las grandes cifras de la labor, prácticamente archivística y callada, que Emilio Majuelo junto a Fernando Mendiola (coordinador) y los también historiadores especialistas Gotzon Garmendia Amutxastegi y Juan Carlos García Funes llevan a cabo en el marco del proyecto Recuperando Memoria-Berreskuratzen. Con ellos, la amplia relación de miembros de la comisión técnica de la UPNA y del consejo asesor externo.
ABIERTO A LA CIUDADANÍA | Una de las principales virtudes de este trabajo es que se trata de un fondo público abierto a toda la ciudadanía a través de Internet. El Parlamento de Navarra aprobó en 2009 la creación de un Fondo Documental que investigara la represión en Navarra desde el golpe de estado de julio de 1936 hasta la muerte del dictador Francisco Franco. Tras definir los contenidos y los aspectos metodológicos de dicho fondo, explica el director Emilio Majuelo, el 30 de noviembre de 2011 se firmó el convenio entre el Parlamento de Navarra y la UPNA para el desarrollo del mismo por un periodo de cuatro años. Superados los trámites administrativos de convocatorias públicas y contrataciones, el fondo echó a andar en junio de 2012 y hasta ahora ha centrado su actividad en el acopio de información de fondos documentales procedentes de todo el Estado. “Hemos rastreado muchos archivos, el registro civil de Pamplona, ya que con el aval del Parlamento ahora hemos podido acceder; el archivo de Salamanca, el Ada (diocesano) de Alcalá de Henares, archivos militares de Barcelona, El Ferrol, Pamplona, Segovia... archivos municipales”. “Puedo asegurar -afirma Majuelo- que no se ha perdido ni un minuto de tiempo”.
Como una de las últimas aportaciones de mucho interés en esta materia, Majuelo destaca el registro de inscripciones tardías del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, (TSJN), unos fondos que no conocían y que están aportando informaciones de primer orden como el detalle de algunos de los asesinatos y ubicaciones de fusilamientos. “Se recogen testimonios de personas que inscribieron a su familiar asesinado cinco, seis o diez años más tarde, cuando hubo posibilidad legal de hacerlo, hablamos de los años cuarenta, después de la guerra”. “Aquí -precisa-, aparecen detalles de testigos, con nombres y apellidos, que relatan a este señor se lo llevaron tal día, a tal hora...tampoco es la fuente exacta pero aporta información y es que hay que partir de la base de que no hay una fuente exacta al cien por cien. Puede que alguna de las referencias respondan al interés de mujeres, que necesitaban la condición de viudedad para poder seguir viviendo con cierta normalidad, pero serán las menos ya que “nadie se inventa muertos”, apunta el director del fondo. Esta información está siendo volcada en las fichas de cada persona.
CÁRCEL, GUARDIA CIVIL Y ARZOBISPADO | Por contra, los investigadores se han topado también con puertas cerradas. “Hemos pedido permiso en repetidas ocasiones, todavía sin resultado, para ver el archivo en extenso de la cárcel de Pamplona. Me explico, si solicitas información sobre una persona concreta te la dan, pero yo lo que necesito es, precisamente, ver la gente que había allí, si supiera quienes estaban encarcelados ya habríamos pedido sus datos”, dice Majuelo. Y es que algunos archivos de cárceles de fuera de Navarra están ya catalogados y digitalizados. “Aquí estaba ya catalogado y ordenado para ser llevado al Archivo General de Navarra, como en otros sitios, pero se demoró todo el acuerdo, faltaba la firma y en ese momento cambió el gobierno y no ha ido adelante. Yo no pierdo la esperanza de acceder a estos archivos”, apunta. Otra fuente cerrada a cal y canto es el archivo de la Guardia Civil, “que no ha visto nadie pero se sabe tiene información de primera mano”, indica.
También está el archivo del Arzobispado. “El del siglo XX no es muy consultable -opina Majuelo- y en todo lo referente a Marcelino Olaechea, parece que estipuló en su testamento la orden de que cuando falleciera debería permanecer 50 años sin consultar”, una afirmación, no obstante, que está en duda. Lo cierto es que este archivo personal del que fue obispo de Pamplona durante en la guerra está cerrado y en Valencia, su segundo destino.
Majuelo asegura que, pese a todo, hay muchísima información. Además, cuentan con aportaciones de historiadores que investigan sobre memoria histórica y destaca las de Ángel García Sanz Marcotegui sobre el socialismo, César Layana referida a la represión económica, Roldán Jimeno, sobre represión en el sistema judicial, y otros trabajos como por ejemplo las indagaciones de Fermín Ezkieta sobre la fuga del Fuerte de San Cristóbal, entre las más recientes.
La ingente labor de los historiadores del fondo de la UPNA se topa con características que la diferencian de otras, como son abordar el amplio periodo de la represión en Navarra guerra civil y franquismo y que el encargo es para cuatro años y “no nos va a dar tiempo ni de lejos”, augura Emilio Majuelo.
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