Dos años y medio después de su constitución en A Laracha, el colectivo SOS Bebés Robados Galicia sigue su lucha para esclarecer el oscuro destino de cientos de niños que fueron dados por muertos pero que, presuntamente, fueron víctimas de una supuesta red de venta ilegal de bebés. El número de afectados y de personas que buscan algún familiar sigue creciendo, y son ya más de 250 los que se han puesto en contacto con SOS Bebés Robados.
Su labor, silenciosa pero constante, a pesar de las múltiples trabas y de lo difícil que resultan las investigaciones, dio ya algunos frutos, propiciando el reencuentro de tres personas con sus progenitores biológicos en el último año, uno de los cuales fue posible gracias a las gestiones de la asociación, y los otros dos a través de la Policía y del Juzgado, según confirmó el abogado de SOS Bebés Robados, Marcos San Luis.
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