dimarts, 28 d’octubre del 2014

P R E S E N T A C I Ó N D E L L I B R O D E L A B U E L O Juan José Gómez Ordoño: Ética celestial y otros relatos entreverados


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: P R E S E N T A C I Ó N D E L L I B R O D E L A B U E L O Juan José Gómez Ordoño: Ética celestial y otros relatos entreverados
Por María Luisa Piñol Gómez
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> Soy nieta de Juan José Gómez Ordoño y he sido el enlace familiar con La Fundación Pablo Iglesias. Es por ello que me han escogido a mi para hablar un poco sobre la vida del abuelo. Pero quiero que sepan que el abuelo tuvo 8 nietos y me gustaría presentárselos:
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> Enriqueta, Maribel y Angeles Valenzuela Gómez
> Carlos, Juan José y Enrique Serrano Gómez
> Y Jorge Piñol Gómez, mi hermano
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> Todos ellos amaron al abuelo tanto o más que yo, y les agradezco de antemano su apoyo incondicional.
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> Hoy es un día especial para todos nosotros y para toda la familia. También espero que lo sea allá en la eternidad, para la abuela, sus hijas y sus yernos.
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> No suelo hablar en público y me cuesta mucho trabajo, aunque ustedes no lo crean, dirigirles estas palabras en memoria de mi abuelo debido a la emoción que me embarga.
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> Les voy a contar la historia de cómo fue posible la publicación de este libro, del porqué y cómo el abuelo se volvió escritor y del extravío de parte de su abundante obra literaria.
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> Cuando Aurelio Martín Nájera visitó México en el año 2007, buscando material sobre el abuelo para incluirlo en su Diccionario Biográfico del Socialismo Español, entrevistó a mi madre para que le proporcionara toda la información y documentación que tuviera sobre él.
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> Mamá le comentó que aparte de la información solicitada podíamos proporcionarle manuscritos de una a serie de cuentos, obras de teatro y otras obras literarias que el abuelo había escrito a lo largo de toda su vida, y que mi primo Juan José había encontrado en una vieja y raída maleta escondida en el fondo de un armario en casa de sus padres. También le comentó que parte del legado literario del abuelo se había extraviado durante la Guerra Civil.
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> Mamá le entregó a Aurelio los manuscritos originales de 4 obras de teatro, una serie de cuentos, relatos, versos y manifiestos y le comentó que su sueño sería ver algún día publicadas las obras de su padre.
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> Al despedirse Aurelio aquél día, le prometió a mamá hacer hasta lo imposible para cumplir su sueño y que tan valioso legado quedaría resguardado bajo el amparo del Archivo Histórico de la Fundación Pablo Iglesias.
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> Tan solo unos meses antes, y a petición de mi madre había hecho yo una transcripción de algunos cuentos del abuelo. Un trabajo extremadamente difícil y complicado, debido a la ilegible letra, el castellano antiguo y por las palabras de poco uso común que el abuelo utilizaba en sus escritos como jifaro, camarrupa, íncubo, súcubo, lebrillo, etc. Además, el abuelo se comía todos los acentos, escribía de corrido y lo hacía con plumilla. Y aquí me tienen, habiendo yo estudiado en idioma francés, siempre me he peleado con las esdrújulas, los agudos y los graves. No tuve más remedio que utilizar el recurso más socorrido de mi abuela:
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> " los acentos se ponen donde vayan y se quitan donde sobren "
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> Agradezco a mi hija Nuria, quien no pudo estar presente el día de hoy por hallarse en el extranjero, la paciencia que tuvo para la corrección gramatical de mi transcripción, en la que respetamos el texto íntegro y exacto de los cuentos del abuelo.
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> Me imagino que Ética Celestial y otros relatos entreverados es un libro basado en mi transcripción. Si no es así, y se utilizaron los manuscritos originales, les juro que Aurelio y todos los editores se merecen un monumento más alto que La Torre de Babel.
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> Hace ya más de 45 años que murió el abuelo. Fue un hombre honrado, modesto, afectuoso y sorprendente que marcó en mi una profunda huella. Fue un hombre humilde, que nació y murió entre pobrezas, que jamás se benefició de sus puestos y sin embargo conquistó el respeto de todo el mundo.
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> Fue un hombre irónico, introvertido. Un andaluz terco, parco, y al mismo tiempo afable, cariñoso y gracioso. Un excelente narrador de chistes y un gran amante del cante " jondo ".
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> El abuelo fue siempre un ejemplo a seguir. Nos enseñó a luchar para conquistar un porvenir con la esperanza de vivir en un mundo lleno de libertad, igualdad, solidaridad, justicia y amor.
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> A los 17 años de edad ingresó a la UGT, en la Federación de pintores del Sindicato de la Construcción y al Partido Socialista Obrero Español.
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> Debido a su entusiasmo, se ganó el aprecio y confianza de sus compañeros y dirigentes y llegó a ocupar puestos de mucha responsabilidad dentro de la UGT en donde llegó a ser Secretario de Acción Cultural, Tesorero y Presidente de La Federación Internacional de Pintores del Sindicato de la Construcción.
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> Dedicó su vida a la clase obrera y le dio un gran impulso a su movimiento. Participó en la organización sindical y en todos los actos que se llevaban a cabo relativos a la formación y divulgación de las teorías políticas, sociales y culturales dentro de La Casa del Pueblo de Madrid.
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> Las casas del Pueblo españolas desempeñaron un importante papel en la historia del movimiento obrero hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936. Fueron testimonio vivo de una labor educativa, cultural, deportiva, social y asistencial que proyectaban y compartían todas las organizaciones socialistas de España.
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> La finalidad principal de las Casas del Pueblo fue la emancipación de los trabajadores y la defensa de sus derechos. Fueron un centro de formación en el que se inculcaban los valores que caracterizaron al Socialismo.
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> Fue en la Casa del Pueblo de Madrid, en la calle de Piamonte # 2, donde transcurrió la mayor parte de la vida del abuelo. Aparte de su familia, de su trabajo como obrero estuquista y de sus responsabilidades dentro de la UGT y del PSOE, el abuelo sacaba tiempo para colaborar en artículos muy elocuentes con el periódico El Socialista, en publicaciones de la UGT y del PSOE y escribiendo cuentos, novelas, versos y obras de teatro.
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> Fue un autodidacta y perteneció a una legión de escritores socialistas conocida como subliteratura política, normalmente alejados de la actividad literaria y cuya máxima pretensión fue demostrar una determinada adhesión política y social y subsidiariamente actuar como vehículo de adoctrinamiento y propaganda entre los miembros de La Casa del Pueblo.
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> El acervo cultural del abuelo fue muy amplio. Según sabemos escribió más de 17 obras de teatro, y un sin fin de cuentos, poemas y manuscritos. Entre las obras de teatro, solo puedo citar 4: El Cofre del Alcorán, Blanca Eugenia, Natalia y La Diosa Humilde. Esta última, la más importante, es un drama social en tres actos, escrito en lúcida prosa y fue estrenado en El Salón Luminoso de La Casa del Pueblo de Madrid. En ella actuó mi abuela Isabel, trabajadores afiliados a la UGT, así como familiares de estos. Este drama contribuyó a popularizar la virtud de los obreros y fue exitosamente representado.
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> A raíz de la Guerra CIvil, las tropas de Franco cerraron las Casas del Pueblo y tal vez parte del legado socialista y del abuelo fue incautado, desapareció o está a buen recaudo en algún archivo histórico español.
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> Tal vez la obra literaria del abuelo se perdió en su desgarrador camino sobre las carreteras catalanas, entre continuos bombardeos, y extenuado abandonó sus enseres personales dejando tirados en alguna cuneta los recuerdos de toda su vida.
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> Tal vez calentó con sus escritos el frío extremo del campo de concentración. Tal vez se perdieron en el accidentado viaje del barco Ipanema hacia el exilio mexicano. Es un misterio sin resolver. Solo sabemos que el abuelo llegó a México con la ropa puesta, un pasaporte y escondido y cosido dentro del forro de su vieja americana, el primer número del Periódico El Socialista, su tesoro más preciado.
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> La práctica de la llamada Ley del Silencio fue primordial en nuestra familia, toda ella exiliada en México. Hablar sobre España y la Guerra CIvil era un tema tabú. Además, en España había quedado la hija mayor del abuelo, la tía Isabel y su familia. Ellos pasaron parte de la postguerra en España y no fue sino hasta 1951 que pudieron también exiliarse en México.
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> Ellos fueron los que mantuvieron escondidos algunos escritos del abuelo y sus documentos políticos por temor a que las autoridades franquistas los encontrasen y tomaran represalias contra la familia. Es así como el abuelo logró recuperar algunas obras de teatro y algunos cuentos y poemas. Aún así, el abuelo también los mantuvo escondidos y no fue sino hasta el año 2003 que mi primo Juan José los descubrió dentro de la ya mencionada maleta.
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> Tenemos constancia de que algunas obras teatrales y documentos valiosos del abuelo fueron sustraídos de su escritorio durante la década de los 60 y fueron motivo de plagio. Un íntimo amigo suyo, refugiado español y afamado Director de Teatro, se apropió de manera fraudulenta de algunas obras de teatro escritas por el abuelo, les puso su nombre y las representó con éxito rotundo. Este hombre tan inmoral, egoísta y carente de valores se apropió así mismo del ejemplar del periódico El Socialista que trajo el abuelo escondido en el forro de su americana, y lo entregó como suyo al Archivo de la Fundación Pablo Iglesias. La bondad del abuelo, a pesar de la indignación de nuestra abuela y de sus tres hijas, hizo que dicho traidor no fuese denunciado.. Nosotros los nietos, aunque sabemos su nombre, hemos decidido callar y respetar la decisión del abuelo. QUE CON SU PAN SE LO COMA
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> Ya en su destierro, el abuelo continua su militancia en el Socialismo, en el Círculo Jaime Vera, junto con Ramón Lamoneda, Rodríguez Vera, Amado del Rosal, etc. y ejerce como tesorero de dicha organización hasta su muerte. Pertenece a la sección negrinista del PSOE, se afilia a la Unión Socialista Española, grupo organizado por Álvarez del Vayo y se incorpora al Frente Español de Liberación Nacional.
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> Sus responsabilidades las diversifica con otros trabajos de colaboración en diversas publicaciones socialistas con artículos y ensayos críticos y de divulgación, preocupación que llevó consigo hasta el final de sus días.
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> Aparte de sus actividades socialistas, colabora con varios diarios mexicanos como El Nacional, en el cual publica algunos de los cuentos que escribe en México. Trabaja como corrector de estilo y deja una gran cantidad de obra inédita de género narrativo y poético.
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> La Guerra Civil supuso un profundo corte en su evolución literaria. Las circunstancias políticas y la censura le impidieron seguir escribiendo obras de teatro de corte social y en el exilio solo se dedicó a escribir cuentos cortos de estilo similar.
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> Sus cuentos " mexicanos " tienen como escenario provincias y pueblos de España. Rememoran su infancia, describen su afición por el teatro, se acercan a la filosofía, a la religión, a la antropología, al arte y a la música. Y como dice Don José María Naharro-Calderón, autor de la introducción de Ética Celestial y otros relatos entreverados, en estos cuentos se prosigue la tradición narrativa que en los años 1900 transformó la producción literaria española y que, a partir de la huelga de 1917 incorpora los intereses populares de las masas obreras y campesinas.
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> Los cuentos del abuelo, recopilados en el libro que presentamos el día de hoy, retratan el código cultural socialista del propio autor ( pacifismo, anticlericalismo, discurso de clase popular, humildad frente a la envidia, la vanidad o la soberbia, interés por la cultura, la narrativa y el teatro ).
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> Los cuentos están llenos de humanismo. Utiliza el humor como instrumento para dar una versión crítica del mundo, a través de situaciones inverosímiles, símbolos, diálogos absurdos y sobreentendidos.
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> Y aquí me hago eco del pensamiento de Pablo Iglesias:
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> " Soís Socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearnos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para difundirlas, para llevarlas a todas partes "
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> Y que mejor manera pensó siempre el abuelo, como lo hicieron sus amigos Max Aub y Francisco Ayala que, a través de sus obras de teatro y cuentos, llevarían este mensaje al pueblo.
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> Ya para terminar, como ustedes han podido advertir, el abuelo fue un hombre íntegro y de principios. Estaría indignado por lo que está sucediendo hoy en España y en México y estoy segura que estaría en pie de lucha para lograr una sociedad más justa, eliminando la corrupción , el oscurantismo, el desempleo, el desahucio, la miseria, el hambre y la falta de oportunidades. Estaría exigiendo Justicia y Libertad.
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> Hoy vivimos en un mundo de simulación, de compra de conciencias, en donde privan los intereses que sofocan a la sociedad. Hoy es necesario que resurja el pensamiento y los ideales del Socialismo , que escribió una de las páginas más brillantes de la Historia de España; la España Republicana de mis abuelos, de mis padres, de toda mi familia y de todos los exiliados.
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> No me queda más que agradecer a todos los que han hecho posible la publicación y la presentación de este libro:
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> -------- A Don José María Naharro-Calderón Profesor Emérito de la Universidad de Maryland,
> por la Introducción del libro
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> ------- A Don Ángel Viñas Martín, Historiador y Catedrático de la Universidad Complutense de
> Madrid por su valiosa intervención el día de hoy
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> ------- Al Fondo de Cultura Económica de España
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> ------- A La Biblioteca de la Cátedra del Exilio
>
> --------A todas las Universidades participantes
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> ------- A la Fundación Pablo Iglesias
>
> ------- A la Profesora Carmen Tagüeña Parga, Directora del Ateneo Español de México A.C.,
> por regalarnos este lapso de tiempo y por abrirnos las puertas
> de este bello lugar para la presentación de Ética Celestial
>
> ------- A Don José María Espinasa, escritor, poeta y Director del Museo de la Ciudad de
> México, en su calidad de moderador de esta mesa
>
> ------- A todas aquellas personas que de una u otra manera intervinieron en la transcripción,
> corrección y edición del libro
>
> ------- A Santander Universidades, por su patrocinio
>
> ------- A los nietos y bisnietos de Juan José, presentes el día de hoy
>
> ------- A todos los invitados
>
> ------- y especialmente, a Don Aurelio Martín Nájera, por cumplir el sueño de mamá. Ella
> ya no se encuentra entre nosotros, pero si estuviera aquí estoy segura que le abrazaría,
> y estampando un gran beso en su mejilla le diría: gracias por el cariño y esfuerzo que
> has puesto en la publicación del libro de papá. No solo has desvelado al mundo su con-
> tenido, sino que has hecho un gran acto de justicia para recuperar su memoria. Siempre
> estarás en mi corazón, y en el corazón de todos nosotros.
>
> MUCHAS GRACIAS
>
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> Enviado desde mi iPadENTREVERADOS en el Ateneo Español de México, A.C, el Jueves 23 de octubre 2014