diumenge, 26 d’octubre del 2014

No-Epílogo en Borriol


El Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica (Fundació Societat i Progrés) ha podido terminar a tiempo, según el plazo dado por el Ayuntamiento, los trabajos de reinhumación de los restos de 17 ciudadanos de Borriol que constituyeron una de las sorpresas que nos depararía el proceso de exhumación de José Valls, fusilado en septiembre de 1938. Los 17 ya han vuelto al lugar de donde salieron para su análisis en la Escuela de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

Niguno de ellos era José Valls, cuya hija, Antonia, deseaba llevar junto a la que fue su esposa, que descansa en un nicho a pocos metros del lugar donde el enterrador le indicó que lo había sepultado,a donde acudía la familia siempre que podía a honrar su recuerdo.

Este expediente tiene una significación especial, no solo por tratarse de uno de los pocos afectados directamente por la decisión del Gobierno de Rajoy de suspender cualquier ayuda estinada a "las fosas de la guerra", lo que motivó acudir al Crowfunding por primera vez en España apelando a la solidaridad de los internautas en una exhumación científica.

La aparición de los 17 restos de personas sin identificar aun hoy en día -nadie se ha presentado a reclamar ni uno sólo de ellos- confiere una especial significación ciudadana y de derechos humanos básicos que hay que tener en cuenta.

Todos ellos han vuelto hoy a la misma fosa sin haber podido identificar a ninguno por falta de familias reclamantes, con lo que podría decirse que el GRMH habría cumplido su labor si no fuera porque en aquella fosa falta el Memorial previsto y aprobado por el anterior alcalde de Borriol, Adelino Santamaría, pero negado en la nueva etapa del PP en el mismo pueblo, en que el nuevo alcalde, Iban Pauner, necesita terminar de estudiar un tema tan "delicado" antes de su autorización. Una forma muy sibilina de impedir su inauguración en un dia tan especial como el de hoy.

Sin embargo, nosotros tenemos un compromiso ético con la Memoria de aquellos cuyos cuerpos encontramos, y es cumplir con lo que la Ley de la Memoria dispone ya desde su Exposición de Motivos y en su art 2: toda persona o colectivo tiene derecho a la preservación de su propia Memoria, incluso a una reparación moral... eso y no otra cosa significa "dignificar" las fosas. En pocos casos como este queda tan patente la necesidad de señalar lo que en la fosa de Borrio pasó, y lo que contiene. 

Por tal motivo tomamos la decisión de rendir un sencillo Homenaje a todos ellos y erigir un Memorial aún más humilde: hemos plantado un olivo como testigo mudo cuyas raíces acaben de unir a todos ellos a través de sus esencias, fundidas en la misma tierra que los cubre. No hemos cumplido con la exigencia del Ayuntamiento de que el lugar quedase "exactamente como estaba": no está el espliego que ocultaba su secreto... y añadimos un "Olivo de la Memoria", árbol de la Paz, hermanando a todos, pero señalando la falta de unos nombres donde las familias puedan depositar un ramo en recuerdo de los fusilados y de quienes les acompañan en el olvido.

Agradecemos a los ciudadanos de Borriol que han acudido a testimoniar su homenaje, y especialmente a los socialistas que han plantado junto a la familia el olivo que también recuerda a dos personas cuyos ideales democráticos y socialistas, que a ellos les costaron la vida, siguen vivos en la sociedad española. Francesc Colomer, Susana Ros, Ana Bosch, Francisc Pastor, el poeta Ximo González, etc etc etc han aportado no sólo su presencia, sino sus sentidas palabras de solidaridad y afecto en un acto donde sólo han resonado palabras de paz y reconciliación. Sólo falta apelar a la Humanidad del Ayuntamiento para que un día cercano, al lado del Olivo de la Memoria puedan leerse los nombres a los que evoca, por humanidad, porética... y por derecho.

En el aire queda extraña evidencia de que en el caso de los 11 civiles muertos en el bombardeo de Borriol la tarde antes de su ocupación por las tropas franquistas, cuya fosa no hemos encontrado, ni en el de los 72 soldados franquistas enterrados en este mismo cementerio, a fecha de hoy ni una sola familia ha reclamado resto alguno.

Matías Alonso
Coordinador
660 470 405