¿Por qué el pájaro que esto escribe titula así el artículo?
Fiasco en la fosa común más grande en zona rural
La primera excavación en el cementerio de Nerva descarta que contenga hasta 1.500 represaliados como se preveía
Nerva, un pequeño municipio onubense de unos 5.000 habitantes enclavado en la cuenca minera de Riotinto, vivió una represión brutal en los primeros días de la guerra civil. Guardaba hasta ahora un espeluznante secreto a voces enterrado ominosamente nada más entrar en el cementerio municipal. Una enorme fosa común situada a ambos lados de la entrada principal del recinto funerario, de unos 200 metros cuadrados de extensión, situaba este enclave, según la propia Junta de Andalucía, como la mayor fosa común en zona rural, de Andalucía y posiblemente de toda España, de represaliados por el franquismo en la guerra civil. Pero los primeros trabajos de campo ya finalizados han constatado un fiasco totalmente inesperado por las autoridades ahora que concluye la primera fase de localización y delimitación de posibles víctimas, según han constatado a Diario16 fuentes próximas a los trabajos de excavación. Sí se han hallado cuerpos con episodios violentos y munición, pero nada indica que la cantidad de represaliados se acerque ni de lejos a los 1.500 estimados inicialmente.
EL REGISTRO OFICIAL ELEVA A 186 LAS PERSONAS EJECUTADAS EN ESTE MUNICIPIO ONUBENSE POR LOS FRANQUISTAS AL INICIO DE LA GUERRA
El pasado noviembre se iniciaron en el camposanto de Nerva las labores previas de delimitación del terreno y de localización de posibles víctimas. Las estimaciones iniciales, erróneas totalmente según varios expertos consultados por este diario, planteaban una horquilla de represaliados de entre 400 y 1.500 asesinados, la mayoría de ellos ejecutados en los primeros días de la rebelión fascista.
Nerva está enclavada en la rebelde cuenca minera de Riotinto y la pujante actividad obrera de la zona ha sido durante décadas desde finales del siglo XIX un hervidero de ideas revolucionarias que no casaban en absoluto con el afán represivo de Franco y su secuaz en Andalucía Gonzalo Queipo de Llano. De ahí el empeño represor ejemplarizante que impusieron los franquistas en esta cuenca minera onubense.
La realidad de la primera aproximación arqueológica ha resultado ser bien distinta a lo que la historia venía contando. Según fuentes cercanas a los trabajos de localización y delimitación arqueológica consultadas por Diario16, en una de las dos enormes fosas no se han hallado restos humanos con signos de violencia, y en la otra sí han aparecido cuerpos amontonados a escasos 35 centímetros de la superficie, con evidentes y contundentes signos de episodios violentos y munición. Pero nada hace pensar que estemos ante una cantidad que se aproxime no ya a 1.500 víctimas sino tan siquiera a 400, como algunos trabajos historiográficos habían apuntado hasta ahora.
Es más, probablemente murieron más personas en Nerva en 1941, el denominado “año del hambre”, de inanición y dolencias asociadas a las penurias del momento que de ejecuciones sumarísimas al comienzo de la guerra civil como se preveía en un comienzo. Alfredo Moreno Bolaños, que está preparando un exhaustivo trabajo sobre la represión franquista en la cuenca minera onubense, constata que aquel cruel 1941 fallecieron en Nerva 843 personas en una población que al comienzo de la guerra superaba los 17.000 habitantes. Muchos de ellos murieron de hambre. “¿Se usó para su enterramiento una fosa común? No se sabe porque se cambiaron de ubicación los enterramientos en aquellos años”, explica a este diario.
Un aspecto novedoso que resalta este experto en memoria histórica es que existía coordinación entre los distintos municipios de la zona sobre la disponibilidad de las fosas, de ahí que no todos los enterrados en Nerva pertenezcan en exclusiva a represaliados de este pueblo, ya que probablemente también fuesen vecinos de los cercanos municipios de Riotinto o El Campillo, cuyas fosas también acogían a víctimas de Nerva. Y adelanta un dato estremecedor: aquellos días de comienzos de la guerra civil, el pueblo de Nerva contrató a dos sepultureros más para que ayudaran al único oficial que trabajaba en el municipio. Este dato da constancia de la voracidad de las purgas franquistas en estos comienzos de la contienda civil.
Los arqueólogos que han trabajado en esta fosa onubense durante varias semanas desde noviembre pasado presentarán en breve las conclusiones de su estudio a la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía. Los primeros datos apuntan a la localización y delimitación de varias decenas de cuerpos represaliados, con signos de violencia y munición hallada junto a los cadáveres, según adelanta en exclusiva a este diario un responsable de los trabajos realizados en Nerva en las últimas semanas.
Nada más iniciados los primeros trabajos sobre el terreno, el coordinador de Exhumaciones de la Dirección General de la Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Melero, afirmó que las primeras catas en la fosa común de Nerva ya habían dejado al descubierto cadáveres amontonados, boca abajo en su mayoría y en posición no ritualizada cerca de la superficie.
En este sentido, también el alcalde de Nerva, el socialista José Antonio Ayala, adelantó en los primeros días de las excavaciones oficiales que “a 35 centímetros hay síntomas evidentes de cuerpos con signos de violencia, por lo que aunque todavía no existe un informe oficial del forense todo apunta a que la fosa común está en el lugar donde siempre se había dicho que estaba”.
Además, el primer edil nervense aseguraba que también habían aparecido en esta misma zona varios trozos de la reja del cementerio que se perdieron en aquellos años y que, según los testimonios orales de testigos, se había roto durante aquellos fatídicos días de agosto de 1936, una coincidencia que presuntamente daba mayor credibilidad a los testimonios orales.
LOS PRIMEROS DÍAS DE LA GUERRA CIVIL SE CONTRATARON EN NERVA A OTROS DOS SEPULTUREROS PARA AYUDAR AL ÚNICO EXISTENTE
El registro municipal de Nerva tiene contabilizadas de forma oficial a 186 personas asesinadas por los franquistas, a los que habría que sumar los cientos de desaparecidos en toda esta comarca minera onubense durante los primeros días de la guerra. Una cifra que todas las estimaciones oficiales dadas por buenas hasta ahora elevaban la cantidad a unos 1.500 represaliados. Un experto local consultado por Diario16 echa completamente por tierra estas afirmaciones con idéntica contundencia y con datos oficiales recabados tras arduos estudios sobre el terreno.
La cuenca minera de Riotinto fue uno de los focos más activos de defensa de la legalidad de la Segunda República, que se cobró varios cientos de ejecutados por los sublevados en los primeros meses de la guerra.
La información oficial de la Consejería de la Presidencia, Administración Local y Memoria democrática de la Junta de Andalucía es contundente hasta ahora respecto a este enclave de represaliados del franquismo nada más comenzar la guerra civil en 1936. En su web apunta: “Fosa común del cementerio de Nerva (Huelva). La mayor fosa común de la provincia de Huelva se encuentra en el pueblo minero de Nerva. En torno a 1.500 víctimas de la represión fueron asesinadas cerca de las colinas de la mina de Río Tinto. Este municipio sufrió la violencia de los sublevados en el mes de agosto de 1936, siendo objetivo de bombardeo de los aviones franquistas, procedentes de Tablada, para aplacar cualquier atisbo de resistencia, y provocando las primeras doce víctimas mortales. El 26 de agosto Nerva se rendía ante los sublevados, y muchos de sus vecinos abandonaban el pueblo en dirección a otras provincias. Fue el día también del inicio de la gran represión.
Fotos Onda Minera RTV Nerva.
Fotos Onda Minera RTV Nerva.
El interior de la fosa sigue intacto. Su importante superficie abarca todo el muro de la fachada del cementerio de este pueblo. En los años 80, el Ayuntamiento de Nerva colocaría una lápida y una inscripción en honor de las víctimas. Junto a ellas dos arriates de rosales delimitan la gran fosa minera”.
Ahora se puede concretar también que esas estimaciones iniciales de la Junta no acertaron ni de lejos, ya que los primeros trabajos realizados sobre el terreno en la fosa en cuestión apuntan a una cantidad muy inferior de represaliados allí ubicados.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada