http://mugalari.info/2017/03/27/bombardeo-1937-%C2%B7-acoge-durango-la-mayor-fosa-comun-euskadi-resultante-solo-acontecimiento/
I. Gorriti
Durango guarda en su cementerio municipal una incógnita aún sin despejar desde hace 80 años, desde el 31 de marzo de 1937. Aquel día de la Guerra Civil, la villa vizcaina fue bombardeada por la aviación legionaria italiana en un ataque aéreo planificado por la Legión Cóndor nazi y con el beneplácito de los militares golpistas Mola, Vigón y Franco que llegaron a firmar un documento en el que escribían “Sin contemplación con la población civil”.
El viernes, por lo tanto, se cumplirán ocho décadas de aquel genocidio en el que las bombas facciosas acabaron con la vida de al menos 336 víctimas sin distinciones, de todas las ideologías, el 5% de la población del municipio. El viernes, un acto del Ayuntamiento de Durango en el camposanto conmemorará la tragedia y recordará a las víctimas. A escasos metros del homenaje, en el corazón del cementerio, existe, de pronto, entre tumbas, nichos y panteones una zona verde de las dimensiones de un campo de fútbol sala sin tocar desde hace 80 años. El lugar es un espacio vacío sin sepulturas en propiedad y cuidado por el enterrador con mimo.
Jimi Jiménez en el lugar que se presupone hay una fosa común. · PHOTO · Iban Gorriti
Consultamos el misterioso hecho al antropólogo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Jimi Jiménez. “Si no se ha tocado en este tiempo ha sido por algo. Habría que ver si es un cuadrante destinado a los enterramientos infantiles, porque la parte alta hay algunas tumbas de niños, pero todo lleva a pensar que aquí abajo pueda haber las dos zanjas comunes que se estima que se hicieron para enterrar aquellos cuerpos no identificados en el bombardeo y los que no fueron reclamados por nadie”, valora y recuerda que los franquistas arrancaron las páginas de muertos en el bombardeo en el libro de enterramiento, como ha verificado este periódico en el Archivo Municipal.
Libro de inhumaciones del cementerio Santa Curz con las páginas de fallecidos en el bombardeo arrancadas por los franquistas, y al lado fotos de muertos del bombardeo. · PHOTO · Iban Gorriti
Los facciosos dejaron impresos los nombres de los derechistas fusilados por los republicanos el 26 de julio de 1936 en Durango y no volvieron a dejar rastro hasta el 28 de abril de 1937, día en el bando faccioso tomó el pueblo de Durango.
El lugar puede acoger entre 80 y un centenar de cuerpos. · PHOTO · I. Gorriti
El técnico sopesa que pueda haber inhumadas más de un centenar de personas lo que se convertiría en la fosa común de la CAV con mayor número de víctimas resultante de un solo acontecimiento. “El historiador Jon Irazabal hizo una lista de víctimas que pasa de 300 y muchas de ellas podrían estar en estas zanjas”, agrega.
El Ayuntamiento de Durango tiene constancia del enigma y en ocasiones ha consultado a Aranzadi sobre esta curiosidad. “La intervención en el cementerio sería muy fácil. No hay que remover ni conciencias ni a personas inhumadas. Hay mucho sitio para que pueda entrar una excavadora”, analiza Jiménez quien resume que en caso de que alguna familia lo solicitara o alguna entidad o institución lo impulsara se comenzaría delimitando la zona, haciendo catas, prospecciones para saber si era una sola fosa o dos zanjas, por ejemplo.
La zona desde el interior de la capilla del camposanto. · PHOTO · I.Gorriti
En la actualidad no existe un trabajo exhaustivo de cada pueblo de la CAV. Existe un mapa de fosas del Gobierno vasco que Aranzadi va actualizando. Son alrededor de 54 las intervenciones realizadas por la sociedad en la CAV y Nafarroa y han recuperado 350 esqueletos. “Durango sigue siendo un interrogante. ¿Dónde se enterraron esas filas de muertos resultantes del bombardeo matinal y del vespertino del 31 de marzo?”, lanza la pregunta. En caso de que se solicitara el estudio de ese prado de la nada en el corazón del populoso cementerio municipal, lo primero sería “recabar información oral y documentarla sobre el terreno”.
Hasta la fecha la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha llegado a exhumar una treintena de cuerpos juntos en una misma fosa. De ser verdad que en el camposanto de Durango hubiera un centenar de personas enterradas en una fosa común triplicaría ese dato, dejando constancia de la magnitud del hallazgo.
Retrato al historiador Jon Irazabal. · PHOTOS · Iban Gorriti
Jon Irazabal: “Para mí no hay duda. La fosa está ahí”
Mugalari
A juicio del investigador Jon Irazabal, de Gerediaga Elkartea, la fosa sí está ahí, bajo ese prado, y aboga por dignificar la zona.
“Para mí no hay duda. La fosa está ahí. El enterrador me lo dijo claramente y está grabado. ¿Sacar los cuerpos? ¿Para qué? El 90% está identificado y los que no es difícil identificarlos. ¿Dignificar el espacio? Sí es la gran asignatura pendiente en Durango. ¿Una escultura? Podría ser una opción, pero no los sacaría, que descansen en paz con dignidad.
Jimi Jiménez estima que “el futuro del cementerio debe ser tratado en la comisión Martxoak 31 presidida por el Ayuntamiento de Durango, que continuará con sus reuniones”.
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