Se reúnen una vez al mes en la plaza de la Constitución para hacer visible su situación y denunciar sus historias. Hay más de 200
Marina Fernández 18.03.2017 | 01:04
Concentración de familias, este viernes. Álex Zea
La Asociación Alumbra Andalucía, una entidad que aúna a más de 2.000 familias con bebés robados, y que en Málaga representa a 200 familias, se reunió ayer en la plaza de la Constitución para denunciar, de manera silenciosa, su situación. Esta entidad se reúne una vez al mes desde hace un año, los terceros viernes, por la mañana en la céntrica plaza de la capital para dar difusión a su situación. Su presidenta, María Bueno, señaló ayer que con la aprobación de la ley de Memoria Histórica de Andalucía se abre una ventana en su capítulo de lucha por recuperar a sus hijos. Esta ley, que acumula la experiencia de casi 20 años de políticas de memoria por parte de la Junta de Andalucía, representa para estas familias la esperanza de poder reabrir sus casos, todos archivados excepto ochenta de La Línea de la Concepción, en Cádiz, de aportar nuevas pruebas.
Según Baena, al estar todos prescritos, si se aportan nuevas pruebas se podrán reabrir siempre y cuando se incorporen documentos que arrojen luz de manera gratuita. «Al ser reconocidos como víctimas del Franquismo, al menos ahora la justicia será gratuita y podremos pelear por nuestros hijos», señaló Bueno, que explicó que hasta ahora esto suponía un sobrecoste a las familias, que no se lo podían permitir.
La presidenta apuntó a que el caso de los bebés robados es «un crimen contra la humanidad». La portavoz, que denunció que su hija le fue robada en 1981 al nacer, admitió: «sé que no la recuperaré, pero hasta el último día de mi vida pelearé por ella», apuntó.
Desde Alumbra Andalucía, su principal reivindicación es que se elimine la prescripción. «Acudimos a la vida política porque lo mueve todo, los juzgados no han archivado los casos porque no haya indicio de delito sino porque han prescrito» apuntó.
Para Bueno, la situación que viven es injusta porque además de haber vivido el robo de sus hijos, los dieron por muertos con lo que eso supone. «Se han abierto ataúdes en los cementerios y no se han encontrado restos en las cajas. La respuesta ha sido que los restos han desaparecido, pero un cráneo y un fémur no pueden desaparecer», zanjó la presidenta de Alumbra Andalucía, con sede en Málaga.
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