http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/rubriche/mundo/20140427165935666731.html
Por Mónica Uriel MADRID, 27 (ANSA) - Muchas de las personas implicadas en los casos de "niños robados" en España tienen "mucho poder todavía hoy en día", dijo a ANSA el presidente de las asociaciones de víctimas, que llamó a considerar estos hechos como "una cuestión de Estado". "Muchas de las personas implicadas tienen mucho poder todavía hoy en día. Hay indicios contra ellas y se presentarán querellas en Argentina", apuntó el sociólogo Francisco González de Tena, presidente de la Federación de asociaciones de afectados. Se calcula que podrían existir 300.000 "niños robados" y entregados a otras familias con una identidad falsa desde la guerra civil española (1936-1939) hasta los años 90. Ante el archivo de casi todas las denuncias de bebés robados por parte de la justicia española, las familias afectadas están denunciando las desapariciones ante la juez argentina María Servini de Cubría, instructora de una causa por delitos de genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos en España por la dictadura franquista (1939-1975). El ministro español de justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, "intenta poner palos en las ruedas" ya que "la colaboración de la administración ha sido cero. Las víctimas no pueden acceder a sus datos en los registros eclesiásticos, civiles o en las clínicas", apuntó González de Tena. La Iglesia "está usando los archivos como si fueran de su propiedad", añadió. González de Tena llamó a considerar estos casos "como una cuestión de Estado, pues no es un problema de las familias" y avisó al gobierno de Mariano Rajoy que "va a convertirse en un problema internacional". Esto será así cuando, apuntó, el relator especial de la ONU para la Promoción de la Justicia y el Comité sobre las Desapariciones Forzadas, que conminó hace unos meses a España a derogar la ley de amnistía e investigar los crímenes del franquismo, eleve su informe a la Asamblea General de la ONU en octubre próximo. González de Tena acaba de publicar un libro con el título "Nos encargamos de todo" (Clave Intelectual), que era la frase repetida en clínicas y maternidades a las madres y familias cuando anunciaban el presunto fallecimiento de un recién nacido, que en realidad había sido robado. "En los casos de 'niños robados' hubo primero un intento ideológico y después económico. Pesó un criterio de impunidad del nacionalcatolicismo -se arrebataban niños a padres republicanos para darlos a familias afines al franquismo- y derivó desde una postura impune hacia lo que vieron como una oportunidad de negocio", explicó. Por cada niño se pagaba entre 200.000 y 250.000 pesetas (de 1.200 a 1.500 euros) y se desconoce el destino del dinero recaudado, apunta el sociólogo. Una de las asociaciones más activas en el robo de niños fueron las hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, que "era laica y con voluntarias. No era una orden religiosa. Era una organización que actuaba dentro de la iglesia, con uniforme que parecía hábito pero que no lo es", aclaró. De todas formas, dijo, "la jerarquía católica sí tiene responsabilidad porque lo sabía". El sociólogo reflexiona en el libro sobre estos casos a partir de decenas de testimonios estremecedores, de los que destaca "la dificultad de arrancar a hablar como un sistema de autoprotección de los afectados". Hasta que empezaron a denunciarse los primeros casos en los medios de comunicación, en 2002, "ha imperado el calificativo de locas para estas mujeres, se han visto marginadas". Durante la presentación de su libro en Bilbao, en el País Vasco, región en la que hay más de 600 familias afectadas, "dos docenas de personas que querían contar su historia y que no lo habían hecho antes, me impidieron hablar. Y lo celebro". UR-FM/ACZ 27/04/2014 16:59 © Copyright ANSA. Todos los derechos reservados. |
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