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23/03/2016 | elperiodic.com
De aprobarse en el próximo pleno, el Ayuntamiento de El Poble Nou de Benitatxell borrará del callejero del municipio todas las denominaciones de calles que tienen connotaciones bélicas. El Consell Municipal de Cultura ha elaborado una propuesta, que el alcalde, Josep Femenia, llevará al pleno del 31 de marzo y que aboga por recuperar los nombres tradicionales de las calles, aquellos que todavía siguen vivos en el imaginario colectivo y que los vecinos siguen usando.
La propuesta también responde a que el consistorio debe cumplir la Ley de la Memoria Histórica y sustituir nombres que, aunque para muchos vecinos han perdido cualquier carga ideológica, sí que remiten a la dictadura de Franco. Ese es el caso del Carrer José Antonio. El Consell de Cultura recuerda que el antiguo Carrer Major (antes Carrer de la Venta) ha ido cambiando de nombre con los bandazos de la historia. Así, se le puso en 1924 el nombre de Alfonso XIII, rótulo que unos republicanos de Gata arrancaron al proclamarse la II República. Luego también se bautizó como calle Diputat Gerónimo Gomariz. Tras la Guerra Civil, esta calle recibió el nombre de José Antonio, en referencia a José Antonio Primo de Ribera, ideólogo, fundador y máximo dirigente de la Falange. El Consell de Cultura apela a cumplir la Ley de Memoria Histórica y aboga por rotular esa calle como Carrer de la Pau.
Otro de los puntos de mira a sustituir es el nombre de Carrer Lepanto, también de connotaciones franquistas. La propuesta incide en que la dictadura utilizó como símbolo esa batalla de 1571 e impuso a los ayuntamientos que, en 1971, al cumplirse 400 años de ese hecho bélico, rotularan una calle con el nombre de Lepanto. El Consell de Cultura advierte de que, en la actualidad, no tiene sentido mantener en el callejero un nombre que exalte la guerra. Considera que el mejor legado que se puede dejar a los niños es borrar esa carga bélica del callejero y recuperar nombres que apelen a la paz y la tradición. Para esta calle, se plantea el nombre de Carrer de les Capelletes.
La propuesta adapta el callejero al uso popular. Así la calle Sant Antoni recuperará el nombre de siempre, el que todavía hoy utilizan los vecinos, que es el del Carrer Trinquet. Lo mismo pasa con el Carrer Raconet, que se cambió en 1934 por Cura Mas (promovió en 1907 la ampliación de la iglesia), pero esa nueva denominación no caló. De ahí que el Consell de Cultura proponga rotular con Carrer Raconet. Y el Carrer de Dénia, rotulado así en 1924, nunca ha desplazado al tradicional de Cantó del Bufó, que ahora se quiere recuperar.
La revisión del callejero no olvida a los personajes ilustres del Poble Nou de Benitatxell. Siempre prima, eso sí, los nombres tradicionales y los que, pese a los avatares que la historia y la política, han permanecido en el imaginario colectivo de los vecinos. Las calles, abunda el Consell de Cultura, deben ser también expresión de un pueblo moderno, integrador y educador.
La propuesta también responde a que el consistorio debe cumplir la Ley de la Memoria Histórica y sustituir nombres que, aunque para muchos vecinos han perdido cualquier carga ideológica, sí que remiten a la dictadura de Franco. Ese es el caso del Carrer José Antonio. El Consell de Cultura recuerda que el antiguo Carrer Major (antes Carrer de la Venta) ha ido cambiando de nombre con los bandazos de la historia. Así, se le puso en 1924 el nombre de Alfonso XIII, rótulo que unos republicanos de Gata arrancaron al proclamarse la II República. Luego también se bautizó como calle Diputat Gerónimo Gomariz. Tras la Guerra Civil, esta calle recibió el nombre de José Antonio, en referencia a José Antonio Primo de Ribera, ideólogo, fundador y máximo dirigente de la Falange. El Consell de Cultura apela a cumplir la Ley de Memoria Histórica y aboga por rotular esa calle como Carrer de la Pau.
Otro de los puntos de mira a sustituir es el nombre de Carrer Lepanto, también de connotaciones franquistas. La propuesta incide en que la dictadura utilizó como símbolo esa batalla de 1571 e impuso a los ayuntamientos que, en 1971, al cumplirse 400 años de ese hecho bélico, rotularan una calle con el nombre de Lepanto. El Consell de Cultura advierte de que, en la actualidad, no tiene sentido mantener en el callejero un nombre que exalte la guerra. Considera que el mejor legado que se puede dejar a los niños es borrar esa carga bélica del callejero y recuperar nombres que apelen a la paz y la tradición. Para esta calle, se plantea el nombre de Carrer de les Capelletes.
La propuesta adapta el callejero al uso popular. Así la calle Sant Antoni recuperará el nombre de siempre, el que todavía hoy utilizan los vecinos, que es el del Carrer Trinquet. Lo mismo pasa con el Carrer Raconet, que se cambió en 1934 por Cura Mas (promovió en 1907 la ampliación de la iglesia), pero esa nueva denominación no caló. De ahí que el Consell de Cultura proponga rotular con Carrer Raconet. Y el Carrer de Dénia, rotulado así en 1924, nunca ha desplazado al tradicional de Cantó del Bufó, que ahora se quiere recuperar.
La revisión del callejero no olvida a los personajes ilustres del Poble Nou de Benitatxell. Siempre prima, eso sí, los nombres tradicionales y los que, pese a los avatares que la historia y la política, han permanecido en el imaginario colectivo de los vecinos. Las calles, abunda el Consell de Cultura, deben ser también expresión de un pueblo moderno, integrador y educador.
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