Esta mañana han dado comienzo los trabajos de apertura de la fosa 128 del cementerio de Paterna, en la comarca de l’Horta Nord, donde se estima que puedan hallarse de 120 a 130 cuerpos fusilados durante la represión franquista, procedentes de numerosas localidades de la provincia de València y de otros territorios del estado, como Murcia, Granada, Jaén, Toledo, Ciudad Real y Guipúzcoa.
En el acto de inicio de esta actuación, promovida por la Diputació de València, han estado presentes la diputada de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, el presidente de la Asociación de Víctimas, Daniel Galán, y el director arqueológico de la empresa que va a llevar a cabo el trabajo, Miguel Mezquida.
Además, también han asistido el diputado de Hacienda de la corporación provincial y alcalde de Faura, Toni Gaspar, el alcalde de Simat de la Valldigna, Víctor Mansanet, y el concejal de Memoria Historia de Silla, Valentín Mateos, que esperan que en dicha fosa se encuentren los restos de vecinos de sus poblaciones.
Las obras, financiadas por la Diputació de València, son el comienzo también de las numerosas actuaciones en materia de memoria histórica que se llevarán a cabo durante 2018 con un presupuesto total de 626.000 euros.
Tal como ha recordado la diputada de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, “la Diputació es la primera y de momento la única administración pública que está financiando la exhumación de fosas porque es una prioridad política del gobierno provincial; esta es la quinta fosa que vamos a abrir desde que empezó la legislatura y esperamos llegar a exhumar un 20 % de las fosas comunes de este cementerio”.
Pérez Garijo se ha solidarizado con los familiares de las víctimas allí presentes “que llevan toda la vida esperando este momento y es algo que no se podía alargar ni un minuto más”. Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas, Daniel Galán ha declarado que se va a iniciar este proceso, que lleva en marcha desde 2015 “para dignificar la memoria de nuestros familiares. Buscamos verdad, justicia y reparación”, ha sentenciado.
Los trabajos de excavación y exhumación de la fosa común, a cargo del equipo de ArqueoAntro, se prolongarán durante los próximos dos meses. “En una semana esperamos llegar a los restos de los represaliados, después se inicia el proceso de delimitación de la fosa y el comienzo de exhumaciones”, ha explicado el arqueólogo Miguel Mezquida.
Una vez finalizados los trabajos de campo, se envían las muestras a la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense de Madrid, donde se estudian los restos exhumados. “Tras este proceso, una empresa genética hará los análisis de las muestras de ADN las familias involucradas en el proceso”, ha detallado el arqueólogo de ArqueoAntro. Análisis que, junto con los estudios arqueológicos y antropológicos, permitirán la individualización e identificación completa de los restos de las víctimas para ser devueltas a sus parientes en un plazo máximo de dos años.
Concretamente, en la número 128 se esperan encontrar de 120 a 130 personas ejecutadas. Entre las víctimas se encuentran vecinos de distintos territorios del Estado, ya que “aquí fue el último reducto de la República y hubo mucho militar trasladado que acabó aquí la guerra”, ha comentado Miguel Mezquida.
Subvenciones para proyectos de recuperación de memoria histórica
Hace unos días se aprobó en Junta de Gobierno la nueva convocatoria de subvenciones para la realización de proyectos de recuperación de la memoria histórica en la provincia de València, que se publicará en el BOP próximamente.
Dicha subvención cuenta con varias líneas de actuación dirigidas a la indagación, la localización, la exhumación, la identificación y el traslado, si es procedente, de los restos de las personas desaparecidas violentamente durante la Guerra Civil o durante la represión política y social posterior; por otra parte, la instalación de elementos testimoniales en reconocimiento de edificios, lugares y espacios geográficos vinculados a la memoria histórica, por haber ocurrido en ellos algún tipo de actuación o acontecimiento en el periodo comprendido entre el estallido de la Guerra Civil y el fin de la Dictadura; y una tercera línea de subvenciones encaminada a la retirada de símbolos contrarios a la memoria democrática, así como la sustitución de nomenclátor calles, de aquellas que incumplan lo establecido en los citados preceptos.
Los beneficiarios de estas ayudas serán aquellos ayuntamientos y mancomunidades de la provincia de Valencia, así como entidades y asociaciones privadas sin ánimo de lucro, que incluyan en sus estatutos actividades de recuperación de la memoria histórica.
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