http://www.europasur.es/article/algeciras/1640652/messuti/dice/espana/ha/negado/la/justicia/las/victimas/franquistas.html
La abogada de la causa que se sigue en Argentina ofrece una conferencia en la Facultad de Derecho
D. C. ALGECIRAS | ACTUALIZADO 07.11.2013 - 01:00
La abogada Ana Messuti, que forma parte del equipo jurídico que lleva la querella contra los crímenes franquistas que se instruye en Argentina, impartió ayer una conferencia en la Facultad de Derecho de Algeciras en la que repasó este procedimiento y en la que situó cómo se encuentra en estos momentos la causa. Además de los detalles jurídicos que ofreció la ponente a un auditorio integrado por muchos alumnos de Derecho, resultaron interesantes las reflexiones no sólo penales, no estrictamente penales, de quien participa directamente en la relevante iniciativa.
En la actualidad figuran en el proceso alrededor de 230 querellantes. Messuti contó, recordó, que el primero fue el hijo de un alcalde gallego, regidor de su pueblo en la República, al que se dio muerte durante el franquismo. Con 9 años lo montaron solo en un barco rumbo a la Argentina. Desde entonces vivía allí. Recuperó los restos de su progenitor, pero aspiraba a más. Pegó en la puerta de Messuti y de su colega Carlos Slepoy porque vio, consideró, que en España no podía hacer lo que se proponía. La Audiencia Nacional había tumbado el proceso que trató de iniciar Baltasar Garzón.
Esa primera querella se presentó en abril de 2010 y Messuti revisó todas las dificultades que los abogados han ido sorteando hasta la fecha. La causa, por ejemplo, carece de la participación de la Fiscalía, indicó la letrada, que explicó que en Argentina una víctima convertida en querellante, no obstante, puede impulsar un procedimiento.
Aunque en opinión de Messuti "un proceso lo hacen los querellantes" y, como españoles, se trata de una causa de España, lo cierto es que aportó una consideración contundente que reafirma la capital importancia jurídica de que se haya podido desarrollar en otro país. "En España se ha dado una denegación de justicia", manifestó.
En este orden de cosas afloró el concepto primordial sobre el que, como es de presumir, pivotó la conferencia, el de la justicia universal. Messuti defendió que la gravedad de determinados crímenes y el interés en la persecución de éstos justifican su enjuiciamiento en cualquier país del mundo. La abogada destacó que el "derecho internacional es primitivo" en determinadas cuestiones, "pero es el más evolucionado en cuanto a derechos humanos".
La letrada también ofreció una reflexión que remarca la sustancialidad de la causa que conduce. Aseguró que un crimen no es un crimen hasta que un tribunal no lo decreta como tal.
En la actualidad figuran en el proceso alrededor de 230 querellantes. Messuti contó, recordó, que el primero fue el hijo de un alcalde gallego, regidor de su pueblo en la República, al que se dio muerte durante el franquismo. Con 9 años lo montaron solo en un barco rumbo a la Argentina. Desde entonces vivía allí. Recuperó los restos de su progenitor, pero aspiraba a más. Pegó en la puerta de Messuti y de su colega Carlos Slepoy porque vio, consideró, que en España no podía hacer lo que se proponía. La Audiencia Nacional había tumbado el proceso que trató de iniciar Baltasar Garzón.
Esa primera querella se presentó en abril de 2010 y Messuti revisó todas las dificultades que los abogados han ido sorteando hasta la fecha. La causa, por ejemplo, carece de la participación de la Fiscalía, indicó la letrada, que explicó que en Argentina una víctima convertida en querellante, no obstante, puede impulsar un procedimiento.
Aunque en opinión de Messuti "un proceso lo hacen los querellantes" y, como españoles, se trata de una causa de España, lo cierto es que aportó una consideración contundente que reafirma la capital importancia jurídica de que se haya podido desarrollar en otro país. "En España se ha dado una denegación de justicia", manifestó.
En este orden de cosas afloró el concepto primordial sobre el que, como es de presumir, pivotó la conferencia, el de la justicia universal. Messuti defendió que la gravedad de determinados crímenes y el interés en la persecución de éstos justifican su enjuiciamiento en cualquier país del mundo. La abogada destacó que el "derecho internacional es primitivo" en determinadas cuestiones, "pero es el más evolucionado en cuanto a derechos humanos".
La letrada también ofreció una reflexión que remarca la sustancialidad de la causa que conduce. Aseguró que un crimen no es un crimen hasta que un tribunal no lo decreta como tal.
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