Grosso Modo
La España que ora y embiste aún tendrá luengo parto de varones
14/10/2013
Este pasado domingo se ha celebrado en Tarragona con la asistencia de una representación muy acreditada de la derechona política del país la beatificación de 522 mártires católicos de la guerra civil. La Plataforma por una Comisión de la Verdad había dirigido una carta al Papa Francisco I solicitando que, aprovechando este evento, pidiese a su vez perdón a los españoles por la complicidad eclesiástica con la dictadura. Uno de los párrafos de la carta decía textualmente: “Usted debe saber que la Iglesia Católica apoyó la sublevación militar de Franco contra la República Española en 1936, consideró la guerra civil como “una Cruzada” apoyando a los generales sublevados y legitimó su dictadura fascista y la feroz represión que ésta ejerció sobre los españoles.”
Se ha celebrado la beatificación y nadie -ni tan siquiera el nuevo Papa Francisco I en el mensaje enlatado que mandó a la ceremonia- ha aprovechado la ocasión para entonar el “mea culpa” del protagonismo de la Iglesia Católica en los insufribles y aciagos hechos acaecidos para una mayoría de españoles desde 1936 hasta 1975 -¡que ya son años, vive dios!-.
No obstante, la Iglesia no hace otra cosa que seguir la linea de pensamiento de nuestra todavía derechona franquista sociológica. He tenido la curiosidad de seguir la cobertura periodística que ésta hacía de este acontecimiento, pero me he tenido que quedar en La Gaceta -el diario de Intereconomía que es uno de los grupos mediáticos de cabecera del Partido Popular-. Y reitero que no he pasado de este medio, porque a mis años antepongo mi salud física y psíquica a las aventuras y a los disgustos de alto riesgo. ¡Opinen, si no, ustedes!
A la petición de la Plataforma por una Comisión de la Verdad sobre el reconocimiento histórico del papel desempeñado por la Iglesia en la guerra civil y en la posterior dictadura franquista este periódico se pregunta y contesta en su editorial: “¿Pero tiene la Iglesia que mirar para otro lado o pedir perdón? Todo lo contrario. Ha de estar orgullosa […] porque la única decisión posible de nuestros obispos de entonces fue apoyar a la Cruzada.”
Han pasado 77 años desde la sublevación militar, miles de iglesias durante las decenas de años transcurridos han honrado en sus muros a los caídos por Dios y por España entre los que, seguramente, se encontraban los beatificados el domingo y, mientras, cientos de miles de compatriotas han permanecido -y lo siguen estando- en las cunetas de nuestras carreteras ignorados y vilipendiados. ¿No es ya suficiente?
Que razón tenía nuestro genial poeta, Antonio Machado, cuando hace ya más de 100 años profetizaba que: “Esa España inferior que ora y bosteza, vieja y tahúr, zaragatera y triste; esa España inferior que ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza, aún tendrá luengo parto de varones amantes de sagradas tradiciones y de sagradas formas y maneras; florecerán las barbas apostólicas y otras calvas en otras calaveras brillarán, venerables y católicas.”
Gerardo Rivas Rico es licenciado en Ciencias Económicas
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