http://lasmerindadesenlamemoria.wordpress.com/2012/05/09/penal-de-valdenoceda/
Lugares del horror para Las Merindades XVII
El penal de Valdenoceda en Las Merindades albergó durante siete años (1938-1945) a más de tres mil presos republicanos que malvivieron y algunos murieron en condiciones infrahumanas en una antigua fábrica de sedas: en palabras de alguno de ellos una de las cárceles más cruentas de toda España. Sobre este Penal la Agrupación de Familiares de Presos Republicanos de Valdenoceda, la cual poco a poco ha ido identificado y devolviendo a sus familias los restos de algunos presos, al final de la entrada añadimos el listado de los 92 presos que quedan por identificar.
La localidad norteña de Valdenoceda (Merindad de Valdivielso) está situada a 6 km. de Villarcayo, y a 65 de la capital , aquí se sitúa el último campo de la provincia de Burgos en incorporarse a la extensa red penitenciaria en Burgos: la Prisión Central de Valdenoceda, que ya estaba en funcionamiento en mayo de 1938, según se desprende de una solicitud que el General Jefe de la 6ª Región Militar eleva al Mando pidiendo que le envíen a Valdenoceda una compañía del Batallón de Orden Público nº 412 para custodiar 1.100 reclusos que habían de ser enviados a un establecimiento penal de dicho pueblo.
El penal de Valdenoceda funcionó entre los años 1938 y 1945, etapa de la posguerra con una represión generalizada, Valdenoceda forma parte primer sistema represivo y penitenciario franquista, cuyas principales características son: su carácter masivo, la improvisación en el acondicionamiento de las instalaciones y la elevada mortalidad de la población reclusa, como todas las prisiones franquistas estuvo encaminada al genocidio de parte del País.
EL EDIFICIO
De la primera mitad del siglo XIX, debido al interés por establecer a orillas del Ebro fábricas de harinas y otros artefactos de agua. En su monografía sobre la ruta de la lana,López Sobrado et al. (2006) citan que ya en 1855 Madoz hacía referencia a la fábrica. Por otra parte, en el segundo libro Burgos en el recuerdo, Elías Rubio (1992) recoge que en 1894 el edificio seguía funcionando como fábrica de harinas. A finales del siglo XIX la familia de Alday Maliaño (Santander) compró la fábrica de harinas para convertirla en la primera fábrica española de seda artificial. En 1928, la desmantelaron y uniéndose dicha fábrica con una empresa alemana y la casa Cros de Barcelona, se trasladaron a al Polígono de La Milanera de Burgos donde con el tiempo pasaría a denominarse Sedera Española S.A.
Diez años más tarde, 1938, el edificio será empleado como penal y se oficializo la función de Prisión Central por orden ministerial publicada en el BOE del 15 de noviembre de 1938, aunque funcionaba como cárcel desde tiempo antes, puesto que para esa fecha ya habían fallecido tres presos según el registro Civil. Un batallón de presos trabajadores el que acondiciono la antigua fábrica de sedas como penal.
Después de 1943 funcionó varios años como granja de animales. Hoy en día está abandonado. Los años han convertido al penal de Valdenoceda en un edificio ruinoso del que se conservan las salas comunes que servían de habitaciones y la escalera metálica que los mismos presos construyeron cuando la nieve y la lluvia se fue comiendo la que había de madera.
LAS INSTALACIONES CARCELARIAS
La improvisación y la nula voluntad política se reflejó en la falta de instalaciones adecuadas que aseguraran unas mínimas condiciones de higiene y salubridad, en el hacinamiento, hambre, frio, suciedad y enfermedades de los presos, que a su vez que estuvieron presas en estos lugares provoco una alta mortalidad.
Los dormitorios se instalaron en los pisos superiores del penal. Allí dormían los presos y las chinches e insectos que, ante la falta de higiene, se convirtieron en compañeros de quienes cumplían pena. En las columnas de madera todavía pueden verse las marcas de las puntas que los presos colocaron para colgar sus ropas, sus petates. Asimismo, existía una zona dedicada a la enfermería y un comedor, así como una posible zona de baños o aseos, en los que de vez en cuando dejarían ir a los presos.
Parte de ese sistema, era el régimen de las celdas de castigo, situadas bajo el edificio. La zona más temida por los reclusos, y en la que muchos de ellos perdieron la vida. Ante las crecidas del Ebro, provocaba que los presos que allí se encontraban aislados pasasen horas con el agua al cuello.
Como en otros campos existió la gran presión ideológica del fascismo, a los presos que no se negaban a acudir a las enseñanzas del nacional-catolicismo y acudían a misa o se confesaban consiguieron permisos o conmutas de la pena. Al contrario contaba con un largo sótano para alojamiento de aquellos que eran catalogados como “indeseables”.
En este penal como en otros también hubo sacas, eran llamados, subidos a un camión y nunca más se supo terminando en alguna cuneta o arrojado a alguna cueva, muy abundantes por allí, o al mismo río Ebro.
LOS PRESOS y LA VIDA EN EL CAMPO
Algunos presos fueron conducidos en de vagones de ganado, precintados a la salida, con sólo la escasa comida facilitada por familiares, soportando frecuentes paradas en vías muertas, sed, hambre, mareos, vómitos y defecaciones. Hasta Burgos donde camiones entoldados que les situaron en el Penal. Y tras 500 kilómetros de viaje, allí empezaba el calvario. Hubo presos llegados desde rincones tan dispares como Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Lugo, y localidades de Las Merindades. Muchos de ellos eran considerados como peligrosos para el régimen. Convivieron sin apenas alimento, mantas o un espacio en el que guarecerse de las bajas temperaturas.
La mañana comenzaba con forzosos madrugones a toque de corneta, un cazo de achicoria levemente azucarada y después el lento pasar en el gran patio, soportando lluvia, frío, nieve, con hambre pura y dura. Los húmedos pies embutidos en almadreñas y sentados en los cajoncitos comprados al llegar, donde guardaban plato, cuchara y poco más, así veían pasar largas horas a la intemperie.
La vida en la cárcel era dura. El invierno era, con diferencia, la peor época del Penal. De comer les ponían un caldo infame, manchado, con una sola alubia que, además, siempre tenía un gorgojo en su interior. También les daban, y ésa era toda la comida, una sardinita de lata y un minúsculo trozo de chocolate. La comida solía constituir el principal tema de conversación. Otras comidas eran una pequeña ración de patatas cocidas, reemplazadas a veces por titos. Eso era todo. El cansancio y el hambre les iban agotando, y caían enfermos, la llamaban ‘colitis epidémica’ pero el culpable de esa ‘epidemia’ era el sistema, que los a mal morir.
Las colas y las formaciones eran constantes. Colas para recibir la mísera pitanza, colas para el caso improbable de algún cazo más de comida, formaciones –por lo menos dos diarias- con el consabido “Cara al Sol” y gritos tibiamente contestados de “¡Franco, Franco, Franco, Arriba España!”, formaciones de las que salía algún arrestado, acusado de tremendos “delitos” (sentarse o no cantar) que terminaba dando con sus huesos en las celdas de castigo.
A los tormentos del hambre, el frío, las enfermedades engendradas por la desnutrición y el conocimiento de los fallecimientos que diariamente se producían, además de un incierto porvenir, se unían las interminables noches sin dormir, asaeteados por miles de chinches que bajaban de las viejas paredes de la antigua fábrica o se descolgaban desde los techos. Además, las legiones de ratas, algunas enormes, que circulaban con nocturnidad y descaro entre los camastros de los penados, mientras algunos las mataban a zapatazos y que eran transmisoras de enfermedades.
A los prisioneros españoles les estaba permitido comunicarse sólo con sus familias en España. A los americanos no les era permitido enviar cartas o recibirlas del extranjero, ni comunicar con la Embajada en España. Hasta las puertas de la cárcel venían las mujeres de los presos de toda España cargadas de macutos y comidas que entregaban a los guardias a la espera de que éstos se lo diesen a los suyos. Muchas iban con niños pequeños y algunas dormían en las cunetas porque no tenían dinero para pagarse una pensión.
EL OTRO CEMENTERIO DE VALDENOCEDA
En un solar de Valdenoceda se inhumaron, desde 1938 a 1943, alrededor de 154 presos perdieron la vida a consecuencia de la desnutrición, las infecciones o el frío. Trasladados por sus propios compañeros, los reclusos que perdieron la vida fueron enterrados en el cementerio municipal alejados de sus familias que, en muchos casos, nunca supieron qué fue de ellos. Cuando en 1989 la parroquia del pueblo adquirió el solar para ampliar el cementerio, al menos 39 de los 154 reclusos allí inhumados fueron sepultados por nuevos enterramientos. En 2007 arrancaron los trabajos de exhumación, recuperándose los restos de 114 presos…
Actualmente una lápida recuerda las vidas que se perdieron en el penal. Comenzó entonces un trabajo complicado. El de buscar a las familias de los más de 100 cuerpos que durante estos años han ido saliendo a la luz. Una tarea difícil, que en muchos casos no ha dado sus frutos, debido al paso del tiempo y la desorientación de las pistas. La ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE PRESOS DE VALDENOCEDA (BURGOS) han exhumado el 80% de los restos humanos de represaliados republicanos muertos en la Prisión de Valdenoceda y enterrados en la fosa común de esta localidad burgalesa. Mediante la difusión de los datos, ya han encontrado a los familiares de 59 de ellos, pero aún faltan 92.
Como no podía ser de otra forma, las tareas de exhumación de los restos de los presos, que están enterrados en el actual Cementerio Parroquial de Valdenoceda han sido realizadas por un equipo de antropólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, dirigido por el Director de Antropología de esta Institución, Jimi Jiménez. .
En un solar de Valdenoceda se inhumaron, desde 1938 a 1943, alrededor de 154 presos perdieron la vida a consecuencia de la desnutrición, las infecciones o el frío. Trasladados por sus propios compañeros, los reclusos que perdieron la vida fueron enterrados en el cementerio municipal alejados de sus familias que, en muchos casos, nunca supieron qué fue de ellos. Cuando en 1989 la parroquia del pueblo adquirió el solar para ampliar el cementerio, al menos 39 de los 154 reclusos allí inhumados fueron sepultados por nuevos enterramientos. En 2007 arrancaron los trabajos de exhumación, recuperándose los restos de 114 presos…
Actualmente una lápida recuerda las vidas que se perdieron en el penal. Comenzó entonces un trabajo complicado. El de buscar a las familias de los más de 100 cuerpos que durante estos años han ido saliendo a la luz. Una tarea difícil, que en muchos casos no ha dado sus frutos, debido al paso del tiempo y la desorientación de las pistas. La ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE PRESOS DE VALDENOCEDA (BURGOS) han exhumado el 80% de los restos humanos de represaliados republicanos muertos en la Prisión de Valdenoceda y enterrados en la fosa común de esta localidad burgalesa. Mediante la difusión de los datos, ya han encontrado a los familiares de 59 de ellos, pero aún faltan 92.
Como no podía ser de otra forma, las tareas de exhumación de los restos de los presos, que están enterrados en el actual Cementerio Parroquial de Valdenoceda han sido realizadas por un equipo de antropólogos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, dirigido por el Director de Antropología de esta Institución, Jimi Jiménez. .
CIUDADANOS DE LAS MERINDADES QUE SABEMOS QUE MURIERON EN LA PRISION DE VALDENOCEDA
1. Anollo Baranda Pedro natural de Villarcayo, a pocos kilómetros de Valdenoceda, que murió en la prisión el 12 de septiembre de 1941.
2. Bustamante Juan, vecino de Arija, muerto en la prisión de Valdenoceda por nefritis en 1939;
3. Díez Guinea, David vecino de Villanueva de Carrales en Bricia, identificadas en la fosa común del cementerio de Valdenoceda.
4. Gordón Veloqui (Beloqui), Francisco: nacido en Campillo de Mena en 1865. Tras la entrada de los nacionales fue encarcelado en Valdenoceda, en la que murió en prisión el 9 de marzo de 1940, a los 75 años.
5. Gutiérrez Angulo Constantino: nacido en Angulo (MENA) en 1894 muere en prisión por apendicitis aguda el 14 de noviembre de 1938.
6. Legarda Arce, Valentín natural de Santurde, 16-12-1863. veterinario de Sotoscueva, residía en Quisicedo fallece en la cárcel en 10/12/39.
7. López Martín, Ricardo de Villamartín fue encarcelado en la prisión de Valdenoceda y falleció por tuberculosis el 18 de marzo de 1940.
8. Palencia Cuevas José. Alminte o Almiñe Burgos 13/../42, muerto en el penal de Valdenoceda? ¿?
9. Rodríguez Martínez, Anesio. nacido en Higón Alfoz de Santa Gadea. Fallecido en la prisión de Valdenoceda en Julio de 1939 por tuberculosis.
10. Ruiz Ruiz, David de Santa Gadea de Alfoz Fallecido en prisión por congestión pulmonar en la prisión de Valdenoceda el 15 de diciembre de 1941.
11. Saiz Saiz Valeriano de Quintanilla de S.Gadea (Alfoz se Santa Gadea) En Valdenoceda fue objeto de duras sanciones. Tras su paso por las celdas de castigo, murió a su salida. Figura en la relación del registro de Quecedo como fallecido el 15/03/1942
12. Tercilla Abasolo, Vicente: de Angulo (Mena). Encarcelado en Valdenoceda el 1-6-37, muere en prisión a los 59 años por “”estenosis de píloro el 8 de noviembre de 1941.
2. Bustamante Juan, vecino de Arija, muerto en la prisión de Valdenoceda por nefritis en 1939;
3. Díez Guinea, David vecino de Villanueva de Carrales en Bricia, identificadas en la fosa común del cementerio de Valdenoceda.
4. Gordón Veloqui (Beloqui), Francisco: nacido en Campillo de Mena en 1865. Tras la entrada de los nacionales fue encarcelado en Valdenoceda, en la que murió en prisión el 9 de marzo de 1940, a los 75 años.
5. Gutiérrez Angulo Constantino: nacido en Angulo (MENA) en 1894 muere en prisión por apendicitis aguda el 14 de noviembre de 1938.
6. Legarda Arce, Valentín natural de Santurde, 16-12-1863. veterinario de Sotoscueva, residía en Quisicedo fallece en la cárcel en 10/12/39.
7. López Martín, Ricardo de Villamartín fue encarcelado en la prisión de Valdenoceda y falleció por tuberculosis el 18 de marzo de 1940.
8. Palencia Cuevas José. Alminte o Almiñe Burgos 13/../42, muerto en el penal de Valdenoceda? ¿?
9. Rodríguez Martínez, Anesio. nacido en Higón Alfoz de Santa Gadea. Fallecido en la prisión de Valdenoceda en Julio de 1939 por tuberculosis.
10. Ruiz Ruiz, David de Santa Gadea de Alfoz Fallecido en prisión por congestión pulmonar en la prisión de Valdenoceda el 15 de diciembre de 1941.
11. Saiz Saiz Valeriano de Quintanilla de S.Gadea (Alfoz se Santa Gadea) En Valdenoceda fue objeto de duras sanciones. Tras su paso por las celdas de castigo, murió a su salida. Figura en la relación del registro de Quecedo como fallecido el 15/03/1942
12. Tercilla Abasolo, Vicente: de Angulo (Mena). Encarcelado en Valdenoceda el 1-6-37, muere en prisión a los 59 años por “”estenosis de píloro el 8 de noviembre de 1941.
ALGUNOS PRESOS DE LAS MERINDADES SUPERVIVIENTES
Acero Saiz Francisco 38 años labrador de Santa Gadea de Alfoz (Alfoz se Santa Gadea) prisión previa en el c.c. de Arija. Taslado a Valdenoceda… Era concejal.
Angulo Rámila Nicanor 41 años, labrador de Angulo (Valle de Mena) .. Miliciano.
Angulo Rámila Manuel de Angulo (Valle de Mena).
Arena Gutiérrez Cástor 28 años, labrador vecino de Ungo (Valle de Mena). de UGT y miliciano.
Argüeso Manzanedo Luis 32 años Jornalero de Arija
Baranda López Agustín Campillo de Mena
Baranda Varona Iñigo 24 años, labrador de Quintanilla de Pienza (Merindad de Montija). En septiembre de 1936, miliciano de la Columna Villarías, en el destacamento de Los Tornos.
Bocanegra Torres Agustín 36 años, sastre de Soncillo (Valle de Valdebezana)
Bustamante Vallejo Domingo 27 años, empleado juzgado de Arija,
Cadiñanos Rafael 32 años, labrador, vecino de Tobalinilla (Valle de Tobalina).
Campo López Federico 59 años labrador de Santa Gadea de Alfoz (Alfoz se Santa Gadea)
Cuesta Cuesta Crescencio 47 años, Jornalero de Arija.
Del Hoyo Saiz Cándido de 37 años, tratante de Medina de Pomar.
Díez Arnaiz Feliciano 31 años, jornalero de Arija Era de Socorro Rojo y PSOE. Miliciano.
Fernández García Abilio 27 años, carpintero de Arija .
Fernández Gómez Agustín 26 años, labrador, vecino de Gayangos (Merindad de Montija)
Fernández Sainz Emilio 28 años labrador de San Miguel de Cornezuelo (Valle de Manzanedo)
Gil Ontalvia Juan Manuel de 55 años ajustador de Arija
Gómez Pereda Rufino 26 años, labrador vecino de Ahedo de Linares (Merindad de Sotoscueva)
Gutiérrez Ayala Teófilo de 21 años, chófer, vecino de Arija
Gutiérrez Baranda Emilio 24 años de carpintero de Noceco (Merindad de Montija). (o Quintana del Pidio)
Hidalgo Peña Saturnino de 40 años, Jornalero, vecino de Arija. Era de UGT desde 1931
López Azcona Aurelio, labrador de Rozas (Merindad de Valdeporres).
López Baranda Jesús 25 años, jornalero vecino Espinosa de los Monteros.
Mantilla Saiz Santiago 31 años. Pastor de Villabáscones (Merindad de Sotoscueva¿?).
Martín Otero Justiniano 24 años. Panadero de Vivanco (Valle de Mena) Miliciano del Batallón Octubre
Martín de la Peña Robustiano 64 años molinero de Manzanedo (Valle de Manzanedo)
Martínez Regulez José 25 años, chofer vecino Espinosa de los Monteros.
Martínez Tapia Jacinto 38 años, labrador, vecino de Nava de Ordunte (Valle de Mena),
Muro Ruiz Federico de 25 años, jornalero, y vecino de Villamediana de Lomas (Bricia)
Ortiz García Martín 40 años , vecino de (Valle de Tobalina).
Pardo Campo, José Luis. 27 años. Fontanero. Nacido en Villanueva de Mena
Peña Fernández Santiago 40 años, jornalero y vecino de Herbosa (Valle de Valdebezana).
Pérez Castañeda Francisco 32 años jornalero de (Alfoz se Santa Gadea) Fue miliciano
Pinillos Caballero José 20 años, labrador, vecino de Medianas (Valle de Mena),
Puente González Bernardo 52 años, jornalero vecino de Arija
Quintana Ortiz Prudencio 49 años, industrial vecino de Irús o Villasana (Valle de Mena).
Rodríguez Isla Miguel de¿Higón? (Santa Gadea)
Rodríguez Izquierdo Dámaso. vecino de arija,
Rodríguez Maté Pedro 37 años, jornalero vecino de Arija
Rodríguez Ruiz Domiciano 51 años, jornalero vecino de Arija
Rodríguez Vázquez Miguel 25 años, albañil vecino de Arija
Roldán Fernández Víctor 25 años, labrador, vecino de Quintana Martín Galíndez (Valle de Tobalina).
Rueda Zorrilla Esteban 56 años, labrador de Revilla de Pienza (Merindad de Montija)
Ruiz Elecegui Cecilio 35 años, labrador vecino de Villasante (Merindad de Montija) ,
Ruiz Gómez Adrián 54 años, labrador vecino de Quisicedo (Merindad de Sotoscueva).
Concejal.
Ruiz Isla Leandro 33 años, jornalero vecino de Castrobarto (Junta de Traslaloma)
Ruiz Pérez Jesús 29 años labrador de Santa Gadea de Alfoz (Alfoz se Santa Gadea)
Sáez González Ángel 33 años, jornalero, vecino de Oña.
Sainz Rozas Fidel 44 herrador de Villabáscones (Merindad de Sotoscueva), alcalde electo de 1931.
Saiz Peña Macario 41 años, hortelano vecino de Arija
Saiz Robledo Dionisio de 52 años Labrador, vecino de Villanueva de Rampalay (Valle de Zamanzas)
Salazar Marquina Miguel 39 años, Carpintero, vecino de Quintana de Valdivielso (Merindad de Valdivielso) Centro republicano de Izquierda Republicana. Concejal Frente Popular.
San Martín Miranda Pedro 31 años, Labrador de Quintanilla de Montecabezas (Cuesta Urria
Presidente Junta Vecinal, miliciano de la Columna Villarías en Los Tornos
Umarán Martínez Manuel 59 años. Comerciante, vecino de Entrambasaguas (Valle de Mena). Concejal
Zorrilla Gutiérrez Clemente 27 años, labrador vecino Espinosa de los Monteros
PARA REALIZAR ESTA ENTRADA HEMOS TOMADO COMO REFERENCIA ESTAS FUENTES:
• Campos de concentración en la provincia de Burgos 1936-1939
• ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE PRESOS DE VALDENOCEDA
• Muertes en cautiverio en el primer franquismo: Exhumación del cementerio del penal de Valdenoceda
• Valdenoceda, el penal de los olvidados
• “MEMORIAS DE UN SUPERVIVIENTE DEL PENAL DE VALDENOCEDA“
• Campos de concentración en la provincia de Burgos 1936-1939
• ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE PRESOS DE VALDENOCEDA
• Muertes en cautiverio en el primer franquismo: Exhumación del cementerio del penal de Valdenoceda
• Valdenoceda, el penal de los olvidados
• “MEMORIAS DE UN SUPERVIVIENTE DEL PENAL DE VALDENOCEDA“
Palabras de Honorio en Radio Valdivielso. Contó algunos recuerdos de su infancia. Honorio era el monaguillo que acompañaba al cura a enterrar a los presos que morían en el penal de Valdenoceda. Habló del director del penal, de su miujer, del cura, del alemán al que mataron, de aquel que se negaba a cantar el cara al sol…A
OTRAS INFORMACIONES
• El libro ‘El penal de Valdenoceda de Fernando Cardero Azofra y Fernando Cardero Elso,
• Penal de Valdenoceda www.cadizbook
• Asociación Familias Valdenoceda Exhumación
• En Radio Valdivielso se pueden encontrar bastantes informaciones sobre El penal. Además la ventaja de la radio: se pueden hacer otras cosas a la vez y estimular la imaginación. He aquí una par de ellas: Radio Valdivielso Entrevista a Ana, de Alcalá la Real, nieta de un preso muerto en la prisión de Valdenoceda. y otras en este enlace
• Penal de Valdenoceda: homenaje 2012
• Isaac Arenal Cardiel: 14 de abril en Valdenoceda
• El libro ‘El penal de Valdenoceda de Fernando Cardero Azofra y Fernando Cardero Elso,
• Penal de Valdenoceda www.cadizbook
• Asociación Familias Valdenoceda Exhumación
• En Radio Valdivielso se pueden encontrar bastantes informaciones sobre El penal. Además la ventaja de la radio: se pueden hacer otras cosas a la vez y estimular la imaginación. He aquí una par de ellas: Radio Valdivielso Entrevista a Ana, de Alcalá la Real, nieta de un preso muerto en la prisión de Valdenoceda. y otras en este enlace
• Penal de Valdenoceda: homenaje 2012
• Isaac Arenal Cardiel: 14 de abril en Valdenoceda
INFORMACIONES ACTOS DEL 2013
- Homenaje anual de Familiares de Represaliados en Valdenoceda (Diario de Burgos)
- Entrevista Valdenoceda en Radio Arlanzón
- Homenaje y entrega a su familia de los restos de Manuel Muñoz Arias, de Membrilla | Diario La Comarca
- Una oda por los cinco vizcaínos del cementerio de la cárcel … – Deia
- El tío Manuel. Penal de Valdenoceda 2013 (Radio Valdivielso)
- Video del correo de las Matas sobre el penal de Valdenoceda.
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