Memòria Repressió Franquista.: Almerienses en Mauthausen

dilluns, 5 de maig del 2014

Almerienses en Mauthausen

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Publicado por Juanfra87 el 5 mayo, 2014

Publicado en: Campos de exterminio, Democracia, Exilio republicano, Francia, Guerra Civil, II República,Mauthausen, Nazismo. Deja un comentario

Hoy 5 de mayo se cumple 69 años de la liberación por parte de los aliados del campo de exterminio de Mauthausen (Austria). Mauthausen era una serie de campos creados en agosto de 1938 y que pronto se convirtió en una de las grandes zonas de exportación de judíos, polacos y exiliados republicanos españoles. No en vano, los nazis lo denominaban “campo de los españoles”, pues alrededor de 10.000, todos ellos excombatientes de la Guerra Civil y presos en campos de concentración franceses, estuvieron encerrados en condiciones infrahumanas. Mauthausen era un campo de no retorno, ideado para presos “irrecuperables”. A la macabra función exterminadora de opositores mediante la cámara de gas, las inyecciones letales y la aplicación sistemática de prácticas de tortura, se une la explotación de la mano de obra reclusa. El hacinamiento, el hambre extrema, las enfermedades, las vejaciones, la humillación… eran componentes habituaesl en estos recintos diseñados para degradar la condición humana hasta cotas inimaginables.

De los 10.000 españoles, la mitad procedían de distintas localidades de Andalucía, y de las cuales murieron 900 de un total de 1.500 muertes. Un alto, y lamentable, porcentaje.

Llegada de los españoles

Tras la caída de Cataluña en enero de 1939 a manos de las tropas franquistas se produce un éxodo masivo de 500.000 españoles hacia Francia. Una vez allí, todos los combatientes y varios sectores de la población civil son internados en campos a lo largo de las playas y de Departamentos del centro-sur francés (Campo de Argelès-sur-Mer, el Campo de Le Vernet d’Ariège, Barcarès y Septfonds). Son gentes de significación política izquierdista (comunistas, anarquistas, republicanos del ala izquierda,…) que una vez comenzada la II Guerra Mundial (septiembre 1939) es requerida por el ejército francés por su experiencia en la guerra española. Tras el fracaso de la contención francesa ante el avance alemán se produce una masiva desbandada del ejército galo, entre ellas la de los propios españoles, que bien se enrolan en la resistencia francesa o bien intentan pasar desapercibidos ante la amenaza de ser cazados por la SS y la Gestapo. Muchos de ellos, unos 10.000 españoles, son hechos presos por pertenecer a la propia resistencia pero también por su militancia comunista y anarquista. Desde Madrid nunca se hizo nada por intentar mediar por esos exiliados republicanos, que quedaron abandonados a su suerte por oponerse al fascismo español, en primer lugar, y al europeo; de ahí que llevaron la famosa distinción azul con un “S” que los identificaba como apátridas. Sufrieron los durísimos castigos impuestos y tuvieron que subir y bajar, con enormes bloques de granito, las impresionantes escaleras de campo, donde todos los días se dejaban la vida, literalmente, en los peldaños de piedra.

Escalera de la muerte de Mauthausen

De esos 10.000 españoles, 1.500 fueron a parar a este campo en diversas fases:

Agosto 1940: españoles procedentes de otros campos. Eran prisioneros de guerra capturados y que pertenecían a la Legión Extranjera del Ejército Francés.

Principios de 1943: españoles procedentes de la resistencia anti-alemana y capturados por la
SS y la Gestapo.

Mauthausen fue construido casi en su totalidad por albañiles españoles lo que da una pista de la extracción socio-profesional de estos deportados. En absoluto eran gente analfabeta sino que pertenecían en muchos a profesiones liberales o de profesiones con una gran utilidad: albañiles, carpinteros, pintores,… Dentro del campo, en el día a día, la interacción entre los españoles fue crucial para su supervivencia, pues pudieron entrar en la administración del campo (siempre dirigidos por los alemanes) y su experiencia en la resistencia les hizo sobrevivir, los que pudieron, ante las calamidades a las que estaban sometidos.

De todos ellos, 142 almerienses sufrieron el suplicio nazi y hoy, 5 de mayo, se les ha hecho un pequeño homenaje en el monumento que la cuidad les hizo en 1999.