divendres, 23 de maig del 2014

Mireille Roccatti. 75 aniversario del arribo del exilio español


http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n3393587.htm


Mireille Roccatti 
75 aniversario del arribo del exilio español
El Sol de México
16 de mayo de 2014
  «quiinvenitamicum, invenitthesaurum»**

Este año conmemoramos el 75º aniversario del exilio español, que si bien inició desde 1936, se prolongó hasta la posguerra. En nuestro caso además de exiliados individuales, recibimos colectivamente en 1937 a los denominados "niños de Morelia" que eran algunos huérfanos de la guerra civil o hijos de algunos combatientes republicanos que se ponían a salvo de las vicisitudes del conflicto bélico.

La suerte de la segunda republica española, que terminó trágicamente el proceso democratizador de España, obligó a los perdedores de la contienda y a los simpatizantes republicanos a abandonar su tierra natal ante la inminencia de perder la vida ante el ciego furor revanchista de los militares franquistas, que vencieron en la guerra civil con el apoyo logístico, militar y político del fascismo y el nacionalsocialismo, y la sordera y ceguera de las democracias occidentales: estadounidense, inglesa y francesa, principalmente.

Entre todos los países del orbe, México se destacó por su actitud de apoyo a la República Española frente a los militares golpistas, a la cual auxilio con armas y no impidió el traslado de simpatizantes que se integraron a las brigadas internacionalistas, entre quienes destacó el pintor David Alfaro Siqueiros "El Coronelazo". Además de ser México, de los pocos países de la Sociedad de las Naciones, que condenaron la grosera intervención militar del nazi- fascismo en el conflicto español.

Esta desafortunada circunstancia, esta tragedia, terminó por convertirse para nuestro país, en un hecho afortunado, de los cerca de 400 mil exiliados que produjo la guerra, llegaron a nuestro territorio aproximadamente treinta mil; de los cuales un 25 por ciento eran destacados intelectuales, que enriquecieron la cultura y la docencia. El resto, en su mayoría hombres de bien y de trabajo, pronto destacaron en la industria y el comercio. Inyectaron a nuestra sociedad sangre nueva, valores, tesón, constancia, esfuerzo y pronto se volvieron mexicanísimos.

El exilio español, fue durísimo, a la tragedia misma de abandonar la patria donde se ha nacido, derrotados y con la perdida en muchos casos de familiares cercanos, se enfrentaron a la indiferencia, o a la abierta hostilidad y persecución como sucedió con quienes esperanzados con huir a la cercana Francia- cuna de las libertades- terminaron encerrados en campos de concentración o casi esclavizados en pelotones de trabajo en los caminos franceses. México, acudió en su ayuda y hombres como: Gilberto Bosque, Daniel Cossío Villegas, diplomáticos nuestros, pudieron salvar la vida centenas o miles de españoles. Citarlos aquí, es un homenaje mínimo a su grandeza y calidad humana.

El destino de la diáspora, además de México, Francia, Argentina, la URSS, Chile, Cuba, Dominicana, Venezuela, Estados Unidos e Inglaterra. Todos estos países, ganaron, España, se desangró de talento y nobleza. En nuestro caso, a excepción de algunas irracionales muestras de xenofobia, la gran mayoría de la sociedad acogió y apoyó a los exiliados, que arribaron a nuestras costas, a bordo de los buques: Sinai, Ipanema y Mexique; y quienes en voz del gran filosofo José Gaos, se convirtieron en trasterrados, en oposición a desterrados. Unas de las Instituciones culturales que debemos al exilio español, son la "Casa de España" hoy Colegio de México y el Fondo de Cultura Económica.

Entre la pléyade de españoles que tuvimos la fortuna de recibir, destacan: José Gaos, Max Aub, Tomas Segovia, Leon Felipe, Luis Cernuda; Juan Rejano, Niceto Alcala Zamora- expresidente de la República, Luis RecasenSiches, Joaquín Rodriguez y Rodriguez, Constancio Bernaldo de Quiroz, Mariano Jiménez Huerta, Mariano Ruiz Funes, Manuel Pedroso, Demófilo de Buen, Rafael de Pina, José Miranda, Wenceslao Roces, Adolfo Sanchez Vazquez, Luis Jiménez de Asúa, Carlos Boch Garcia, Odón de Buen, y decenas o centenas más a quienes por razón de espacio no resulta imposible citar.

El México de hoy, sería distinto sin el aporte luminoso de los trasterrados españoles.

**«El que encuentra un amigo, encuentra un tesoro»

*mroccatti@yahoo.com.mx