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Aún hay restos del régimen franquista en Jaén. Símbolos —e incluso minorías ideológicas— que inquietan a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de la Provincia. Miguel Ángel Valdivia, presidente del colectivo, asegura que si el asunto vuelve a cobrar vigencia, incluso en el ámbito nacional, es porque hace falta esfuerzo educativo y divulgativo para eliminar los reductos de la dictadura de Francisco Franco.
“Nuestra finalidad es el reconocimiento público a quienes murieron por defender la democracia desde 1931 en adelante”, señala Valdivia en declaraciones a Diario JAÉN. La asociación, que nació en 2003 y tiene ciento cincuenta socios, intensificó su actividad en 2007, con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Entonces, el colectivo hizo un estudio a petición del Ayuntamiento de la capital jiennense. Una de las primeras aplicaciones prácticas tras la realización del informe fue cambiar el nombre de calles que apelaban a la historia del franquismo en España. “Alférefes Provisionales” pasó a denominarse Alfredo Krauss; García Rebull (militar falangista) es ahora calle Sefarad; la Plaza de Coca de la Piñera (en honor del que fuera gobernador de Jaén) tiene hoy el nombre de Plaza de la Libertad, y la Avenida de Muñoz Grandes reivindica en la actualidad al cineasta jiennense Eduardo García Maroto. “También se quitaron monumentos que enarbolaban la represión de Franco, como uno que había en La Alameda y que recordaba a los ‘caídos por Dios y por la patria’. Eran una cruz y unos símbolos. Se retiraron cuando el escenario fue ampliado”, recuerda Miguel Ángel Valdivia. A partir del año 1979 desaparecieron la Plaza de José Antonio Primero de Ribera (Plaza de la Constitución), la Avenida del Generalísimo (Paseo de la Estación) y la Plaza de Queipo de Llano (Los Jardinillos). En el verano de 1986, una estatua de Franco ubicada junto al IES Virgen del Carmen fue retirada.
Pese a los cambios promovidos por la asociación, existen todavía símbolos que generan controversia. ¿Son solo huellas de la historia o insignias de una época liberticida? No hay dudas en el seno del colectivo: todo lo que recuerde a los cuarenta años de autoritarismo debe ser eliminado. “Hay unas placas de mármol en unas columnas de la Catedral de Jaén. Homenajea a sacerdotes fallecidos durante la Guerra Civil. Habrá que ver, cuando salga la nueva Ley de Memoria Histórica, si tiene que desaparecer de donde está”, manifiesta Miguel Ángel Valdivia en alusión a la fotografía que ilustra este texto. El presidente recuerda que, desde 2007, es obligatorio retirar los vestigios franquistas. “No puede ser que treinta y cinco años después haya aún calles que ensalcen a quienes tiranizaron al pueblo español”, dice. Valdivia hace hincapié en que la Ley de Memoria Histórica propugna justo lo contrario: “Supone un reconocimiento a las personas que murieron por la democracia, por conseguir un sistema parecido al actual”, aclara.
No solo molestan los restos en la vía pública. El problema, señalan desde la asociación, es que la política se contamine de una ideología que tendría que estar enterrada en el tiempo. Hay minorías de extrema derecha en la provincia y en el resto de España. “Quedan todavía, por desgracia, grupos de ‘nostálgicos’. Pero creo que, con el paso del tiempo, se impone la idea de que levantarse contra la segunda república fue un horror y un error”, apunta el presidente.
Miguel Ángel Valdivia considera que la vía más eficaz es intensificar los esfuerzos educativos y divulgativos. “La falta de formación puede propiciar lecturas incorrectas de la historia reciente”, comenta. Y agrega: “Es preocupante que haya minorías económicas que apoyen a movimientos de extrema derecha que no saben ni lo que es el nazismo. Cualquiera que esté formado, comprende que Franco fue un sedicioso. Propició una matanza y un exilio social y económico pernicioso para el país”.
cultura. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica celebrará, a finales de octubre, la sexta edición de “Cine y Memoria Histórica”. Las jornadas, que se celebrarán en Jaén, Linares, La Carolina y Andújar, servirán para que los asistentes vean producciones cinematográficas sobre la Guerra Civil y el franquismo.
Enrique Iznaola, coordinador de la actividad, señala que las convocatorias han tenido un respaldo importante desde su creación. Cabe destacar que los autores de las ficciones y los documentales presentados también intercambian impresiones con el público tras el visionado de las obras, a modo de tertulia. “Libertarias”, de Vicente Aranda; “Silencio roto”, de Montxo Armendáriz, y “Las maestras de la República”, de Pilar Pérez Solano, son algunas de las producciones que han pasado por los ciclos. “Luz” cinematográfica para esclarecer la historia y evitar que idelogías que fomentan el odio ganen peso en la política.
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