Se cumplieron con creces las palabras del
General Varela: "En Cádiz, no dejaremos ni un sólo republicano, ni nadie
que huela a izquierdas con vida".
Domingo Vélez Clemente no era un don nadie. Se sabe poco de él, pero algo se sabe. Sobre todo por lo que su hermana Juana contaba, entre el miedo y la incertidumbre durante todos los años de su vida, y que día tras día acudía al Cementerio de San José como un ritual para saber de su paradero. Ella, siempre dió su voz a través del tiempo, de alguien tan importante que ocupó su vida en este mundo.
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