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09 / 12 / 2015 Clara Pinar
Según los casos, C’s acepta, se abstiene o dilata mociones para retirar nombres ligados a la dictadura
El cambio en los callejeros para eliminar nombres y homenajes a la dictadura se ha cruzado en el discurso de Albert Rivera. En los últimos meses, la abstención ha sido la postura más repetida de los concejales de Ciudadanos (C’s), que por diversos motivos no han apoyado ni rechazado mociones para retirar nombres franquistas de las calles. Rivera no considera prioritario aplicar una de las disposiciones de la Ley de Memoria Histórica, aunque en su partido también hay quien cree que sí se deben limpiar las calles de vestigios de la dictadura.
El último caso ha sido Madrid. El PSOE presentó una moción de urgencia para retirar los nombres franquistas que quedan en sus calles. No prosperó por el voto en contra del PP y las abstenciones de Ahora Madrid y C’s. Pero mientras que el primero lo hizo para estudiar con más tiempo las modificaciones, para los segundos no es esencial. “Hay muchísimas prioridades por encima de cambiar las calles”, dijo su portavoz, Begoña Villacís.
En agosto, C’s se abstuvo en Santander a una propuesta en este sentido alegando “la actitud” de IU, promotora de la moción. En este caso, hasta los concejales del PP, que suelen votar en contra, estuvieron a favor de continuar “sin exaltación” con los cambios. En septiembre, C’s también se abstuvo en la votación en el Ayuntamiento de Guadalajara. Su portavoz allí, Alejandro Ruiz, explica que presentaron una propuesta alternativa que pedía crear una comisión para determinar qué calles debían cambiar de nombre, en cuánto tiempo y crear una oficina para informar a los vecinos “de la que se les venía encima”. Como no se aceptó, se abstuvieron. “No era completa”, pero tampoco se iba a votar “en contra del cumplimiento de una ley”, apunta.
En octubre, la abstención de C’s a una moción de PSOE, CHA y Aragón Sí se Puede para retirar la Medalla de oro de Calatayud que se concedió a Franco volcó la mayoría a favor de quienes apostaban por mantenerla, el PP y el PAR.
La retirada de nombres franquistas del callejero se contempla en la Ley de Memoria Histórica de 2008, que fijaba incluso un modelo tipo para las mociones municipales que cada ayuntamiento podría aprobar para el cambio de nombres o la retirada de símbolos, estatuas y otros homenajes ligados al franquismo. La ley, aprobada por el Gobierno del PSOE, entró en vigor en época de poderío municipal del PP, que rechaza de manera general el cambio de nombres. Sin embargo, los cambios de signo político en muchos ayuntamientos tras las elecciones de mayo, con Gobiernos de plataformas ciudadanas o de estas en coalición con IU y PSOE, han permitido retomar la cuestión. De cara al 20-D, PSOE, Podemos, IU e incluso C’s incluyen medidas relacionadas con la memoria histórica en sus programas.
Fosas sí, calles no. Rivera cree prioritaria la búsqueda de los desaparecidos del franquismo pero no cambiar el callejero, algo que ve más una pelea política que una preocupación real. “Me parece que abrir un debate sobre qué plaza y placa se quita no preocupa a la mayoría de los ciudadanos. No hace falta que los demócratas estemos todo el día condenando las dictaduras”, dijo recientemente en un programa de televisión el líder de un partido donde también hay quien piensa que se deben retirar. Así ocurrió, por ejemplo, en Cartagena, donde C’s ha votado a favor de crear una comisión que estudie qué nombres sustituir, y en Sevilla, donde el alcalde, el socialista Juan Lanzas, podría llevar al Pleno la propuesta sobre este tema que planteó estando en la oposición. “El voto de C’s sería a favor”, dicen allí.
Valencia será probablemente la próxima ciudad. Su alcalde, Joan Ribó, propuso en verano eliminar los honores al franquismo, algo que C’s cree “muy abstracto”. La votación se prevé, como tarde, en enero y C’s prefiere no manifestarse.
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