Blog d'en Jordi Grau i Gatell d'informació sobre les atrocitats del Franquisme.....
"Las voces y las imágenes del pasado se unen con las del presente para impedir el olvido. Pero estas voces e imágenes también sirven para recordar la cobardía de los que nada hicieron cuando se cometieron crímenes atroces, los que permitieron la impunidad de los culpables y los que, ahora, continúan indiferentes ante el desamparo de las víctimas" (Baltasar Garzón).
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha entregado a los familiares los restos identificados de 22 personas que fueron fusiladas tras la Guerra Civil y que habían sido enterrados en una fosa común del cementerio de Guadalajara.
Este momento que familiares llevaban esperando casi 80 años ha sido uno de los momentos más emotivos de un acto en el que se ha entregado una veintena de urnas pero se ha homenajeado a los 50 fusilados cuyos restos eran exhumados entre enero de 2016 y mayo de 2017. Además, reivindican que en las fosas del cementerio de Guadalajara hay 300 más.
8 décadas después, las fotos con las que buscaron a sus familiares por fin están acompañadas de sus restos. “La cosa más grande que nos ha podido pasar, lo más grande del mundo” afirma Concepción de Yera, una de las familiares que ha acudido al acto.
Recuperarles ha sido fruto de unas exhumaciones que solo fueron posibles gracias a la querella argentina por el caso de Timoteo Mendieta. Hoy la abogada, Ana Mesuti, ha estado con todas las familias. “Es el triunfo del recuerdo sobre el olvido, de la justicia sobre la injusticia” han sido las palabras de la abogada. También el representante del colectivo que ha sufragado la mayor parte del coste de las exhumaciones, el sindicato de electricistas noruegos, ha estado presente en el acto.
“Estamos moviendo una lista de 18 personas de las que no tenemos contacto familiar. Han aparecido 2 y se ha puesto en contacto una tercera” informa Emilio Silva, presidente de la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica.
A esta veintena de urnas les seguirán pronto otras. Sin embargo, en las fosas del cementerio de Guadalajara se enterró a más de 350 personas.
10.000 castellanomanchegos siguen desaparecidos
Miles de familias castellanomanchegas buscan todavía a sus seres queridos, muchos de ellos fusilados en la guerra o en la posguerra. Algunos han conseguido exhumar sus cadáveres, otros no.
Video en el original.
Unas 75.000 personas fueron víctimas del franquismo en nuestra región, entorno a 10.000 siguen desaparecidas, muchas tal vez, en las 139 fosas comunes que hay repartidas en Castilla-La Mancha. El caso de Timoteo Mendieta , tras años de lucha de su hjja y nietos, es el símbolo de la justicia universal. Para exhumarlo ha hecho falta la intervención de una jueza argentina.
También pasaron años hasta que la familia del talaverano Enrique Horcajuelo, consiguió en enero, el permiso para buscar sus restos. Muchas familias han podido encontrar los restos de sus abuelos, sus padres, sus hermanos… otros muchos no. En Ciudad Real se han elaborado unos mapas de la memoria para recuperar a los desaparecidos. Los familiares de las víctimas buscan lo único que pueden recuperar, la dignidad.
Investigadores universitarios diseñan un proyecto turístico para mostrar a los visitantes los vestigios de la línea XYZ, conjunto de fortificaciones que frenó al ejército franquista en 1938 en Castellón.
Alcudia de Veo es un pueblo castellonense de unos 200 habitantes. Su entorno son bosques y montañas porque está situado en pleno parque natural de la Serra d'Espadà. Entre sus muchas opciones senderistas, hay una que transportará al visitante exactamente 80 años atrás. Concretamente, a la Batalla de Levante de la Guerra Civil, de la que esta sierra fue uno de sus principales escenarios.
La ruta atraviesa dos montañas gemelas llamadas "las dos tetas". Cada una de ellas estuvo ocupada por uno de los ejércitos enfrentados, y conservan restos de fortificaciones de hormigón. Después, el caminante alcanzará la Rápita, el pico más alto del parque natural. Allí, a 1.106 metros de altura, encontraremos una vista espectacular y más construcciones bélicas: una trinchera y puntos de tirador.
Esta es una de las rutas turísticas diseñadas por profesores especialistas en la historia de la Guerra Civil de la Universidad Jaume I de Castelló. Es parte de un proyecto de esta universidad y la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP) que pretende convertir el abundante patrimonio bélico de la zona en un recurso turístico.
Búnkeres y trincheras contra la despoblación
Según Eugeni de Manuel, jefe de área de Servicios Municipales de la FVMP, los objetivos son varios. Atraer riqueza al mundo rural y frenar la despoblación, lograr un turismo diferenciado y de medio o alto poder adquisitivo y con intereses culturales, y difundir la historia de ese periodo "de acuerdo a la investigación científica y no a los mitos difundidos durante la dictadura franquista".
Se trata de "recuperar la memoria histórica como ayuda económica al desarrollo y a a la vertebración del territorio", resumió De Manuel durante un congreso celebrado en la UJI entre el 8 y el 10 de abril, dedicado a la Batalla de Levante, elepisodio de la Guerra Civil en torno al cual gira todo este proyecto turístico.
En concreto, las rutas repasan la línea XYZ, un conjunto de fortificaciones que se despliegan a lo largo de 104 kilómetros entre Santa Cruz de Moya (Cuenca) y Almenara (Castelló). Son trincheras, búnkeres y refugios levantados por el ejército republicano gracias al trabajo de más de 14.000 personas, entre las que había soldados y civiles.
Hormigón y piedra para frenar a Franco
Estas construcciones permitieron a la República ganar la Batalla de Levante y cortar el paso de las tropas franquistas hacia València en la primavera de 1938. Quedan numerosos vestigios que ahora están localizados y explicados en estas rutas. Sin embargo, queda "mucho trabajo por hacer", explicó De Manuel. Sobre todo, proteger los restos y conseguir la participación de todos los agentes que pueden aportar valor al proyecto: desde los ayuntamientos a las empresas turísticas.
El siguiente paso es una reunión con la Agencia Valenciana de Turismo y la UJI que tendrá lugar próximamente en Castelló, en la que se persigue "articular un punto fijo de formación" para los guías que aspiren a rentabilizar este trabajo historiográfico.
El proyecto es reciente y de momento los visitantes interesados tienen que conformarse con las instrucciones de los folletos informativos porque no hay empresas turísticas que ofrezcan un acompañamiento profesional. La FVMP está en conversaciones con varias de estas compañías, entre las que está la castellonense Itinerantur.
Más allá del sol y playa
Uno de sus miembros, Chema Rabasa, explica que el "turismo bélico es incipiente pero ya existe. Hace un mes un grupo de senderistas valencianos nos pidió una ruta bélica por la Sierra de Espadán. Acabamos en la Vilavella, donde el Ayuntamiento ha recuperado de forma excelente varias trincheras".
Rabasa explica que este tipo de rutas "tienen mucho interés, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte de este material está en parques naturales de altísimo valor ecológico". El turismo bélico "es una manera de buscar la diferenciación mediante la puesta en valor del patrimonio y esto es una cuestión de supervivencia para el sector".
"El turismo de sol y playa trae mucha gente, pero de poco dinero. Hay que atraer un tipo de turista con mayor poder adquisitivo y la única manera es ofrecer cosas diferentes y auténticas, cosas que no puedes encontrar en otros sitios", concluye.
Tierra y silencio sobre las trincheras
Quien opte por realizar una de estas rutas se sumergirá en uno de los episodios más desconocidos de la Guerra Civil. La de Levante "no fue una batalla olvidada, sino silenciada por la propaganda franquista porque supuso un éxito de la República", según explicó Vicent Grau durante el citado congreso.
Grau es doctorado en Historia Contemporánea por la UJI y miembro fundador del grupo de Estudios de Historia Local y Fuentes Orales de esta universidad, el colectivo de profesores que se ha encargado de la parte historiográfica del proyecto.
Esta batalla se refiere a un conjunto de operaciones militares entre abril y julio de 1938. Era un momento de desmoronamiento moral en el ejército de la República después de varias derrotas militares. A pesar de ello, el estratega de la batalla de Levante, el coronel Leopoldo Menéndez, consiguió la victoria.
"Resistir es vencer"
Su método combinó una disciplina férrea -con instrucciones de resistir que le llevaron a fusilar a mandos militares que se rindieron a los ataques franquistas sin batallar- con la formación de un ejército popular gracias a la implicación de "sindicatos, partidos y autoridades". Según Grau, Menéndez logró inyectar moral en las tropas, de forma que "la gente sintió que estaba luchando por sus intereses particulares".
El objetivo no era derrotar al enemigo, sino aguantar todo el tiempo posible hasta que se produjera un cambio en la política internacional. Era el "resistir es vencer" del entonces presidente del Gobierno, Juan Negrín, que esperaba "el comienzo de la Segunda Guerra Mundial" y pensaba que las "democracias necesitarían entonces de España". Así que "era necesario resistir para después atacar", detalló Grau.
Ese contexto político se tradujo en la construcción de trincheras y refugios a lo largo de toda la Serra d'Espadà, barrera orográfica que separaba al ejército de Franco desplegado en Teruel de València. Los militares republicanos se centraron en desgastar al ejército franquista, que avanzaba lenta y penosamente, con un elevado coste en vidas, por la intrincada geografía del interior de Castelló.
Aguantar bajo las bombas italianas
"Las trincheras permitían a soldados y civiles aguantar las horas de bombardeos aéreos y ataques de artillería" del ejército sublevado y sus aliados italianos, de forma que había muchas menos bajas de las que el enemigo podía esperar, explicó Grau. La estrategia culminó con la victoria en Viver (Castelló), donde los republicanos rodearon y masacraron a las divisiones italianas encargadas de tomar el pueblo.
El estudio de esta victoria tiene el valor de tumbar varios de los mitos que la propaganda franquista propagó durante la dictadura, según este estudioso. "En esta batalla hubo una respuesta mayoritaria a favor del Gobierno legítimo de la República, desmitificando el 'movimiento nacional' a favor del golpe de estado de Franco".
El éxito militar no se habría producido sin una buena organización del ejército, lo que "nos lleva a superar los tópicos de un ejército republicano totalmente indisciplinado, desorganizado y sin capacidad de respuesta", aunque esta es una realidad que sí se produjo en otros episodios de la guerra. Grau explicó, además, que la República fue derrotada por la falta de apoyo exterior y que Franco "sin la ayuda de Hitler y Mussolini, no hubiera podido ni iniciar la Guerra Civil".
Las rutas agrupadas en el proyecto turístico "Línea XYZ" llevarán al visitante a recrear esta historia olvidada gracias a los muchos vestigios que asoman entre la tierra removida de la Serra d'Espadà. El visitante podrá sumergirse en el escenario bélico mientras disfruta de la riqueza natural que lo rodea, y vuelve después al presente para disfrutar de la gastronomía y el patrimonio de los pueblos de la zona.
A lo largo de todos estos años hemos excavado escenarios de la guerra civil por distintas zonas del Estado, a bordo de vehículos que lucen el logo del CSIC. En la tradición oral de esos sitios nos conocen ya como el CSI. Al fin y al cabo nosotros también somos detectives que reconstruimos microeventos y escenarios de combates y de crímenes que tuvieron lugar hace 80 años. Nuestra segunda campaña arqueológica en la casa de los Amaro en Repil ha contribuido, y de qué manera, a consolidar esta imagen de los arqueólogos como criminalistas del CSI televisivo.
A veces en la arqueología de campo los planes salen bien. En Galicia llevaba lloviendo desde enero. El sol apareció el primer día de excavación y desapareció al acabar la última jornada. Además de esta climatología aliada, nuestro trabajo contó con un acicate más. Por primera vez teníamos ante nosotros la orografía original del terreno en el que tuvieron lugar los combates del 20 de abril de 1949. El incendio de octubre del año pasado llevó a la deforestación de todo el entorno. Empresas madereras se apresuraron a talar los pinos quemados, días previos a nuestra llegada. Así pues, las condiciones en abril de 2018 eran muy diferentes a aquellas de junio de 2016, cuando desembarcamos en unas ruinas rodeadas de vegetación y colmatadas por escombros. En aquel entonces excavamos hogueras de cazadores de los años 70, las cuadras, y el suelo de ocupación de la década de 1950 del salón-comedor, cuando Teresa López Ayán volvió de la cárcel de Las Ventas para rehacer su vida en su casa. El último día localizamos un casquillo en el exterior del acceso al patio. La gente dejaba de creer en los agentes CSI: No váis a encontrar nada, nos decían. Nos daba igual. El mero hecho de centrar la atención pública en este sitio, de recuperarlo como lugar de memoria, era más importante que cualquier hallazgo.
Pero a la segunda fue la vencida. Diseñamos una secuencia operativa que planteaba las siguientes actuaciones:
0. Fotointerpretación de las fotografías aéreas disponibles desde la década de 1950.
1. Excavación en área de la entrada al patio desde la huerta.
2. Sondeos arqueológicos en los basureros de la vivienda y en el canal de desagüe del muro NW.
3. Prospección de cobertura total con el detector de metales en la zona de la huerta y prospección intensiva de todo el entorno.
4. Prospección geofísica con gradiómetro del espacio ubicado entre las dos viviendas de Repil.
El objetivo fundamental era contrastar la información aportada por la tradición oral y por el testimonio de dos testigos oculares del combate, dos chavales que en 1949 vivieron de cerca lo que allí pasó. Uno de ellos falleció hace año y medio y el otro todavía está vivo. Los dos se negaron a que se les mencionase en público. Todo un ejemplo de cómo el miedo y el silencio impuestos por la represión franquista sigue perviviendo en el rural de este país en pleno siglo XXI. A su vez, también queríamos cotejar la realidad aportada por la materialidad con la versión oficial de la Guardia Civil y el propio relato que corrió entre los compañeros guerrilleros de los que aquí murieron.
El lugar habitado de Repil, en el vuelo americano de mediados de los años 50.
Los resultados han sido más que sorprendentes, si tenemos en cuenta una cosa. Desde el 20 de abril de 1949 todo este espacio ha sufrido alteraciones de calado. La casa fue reocupada por la familia hasta 1964. Se hicieron obras en la línea férrea y en la carretera, acondicionamiento de cunetas y rellenos. Llegó la repoblación forestal y sucesivos incendios desde la década de 1970 se cebaron con todo este despoblado. La extinción del último incendio de octubre conllevó el empleo de maquinaria y la apertura de pistas. La reciente deforestación también ha alterado todo el entorno. Por no hablar de los procesos erosivos producidos por el fuego y los arrastres provocados por las lluvias de los últimos meses. A pesar de todo ello, pudimos reconstruir el escenario del crimen, con éxito.
Marco Antonio González, vicepresidente de la asociación, sostiene que su trabajo se complica y reclama "una política regional de memoria histórica contundente y que no existe"
El próximo sábado, 19 de mayo, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) entregará a sus familias los restos identificados genéticamente de 22 personas que fueron exhumadas en el cementerio de Guadalajara, dentro de la búsqueda de los restos de Timoteo Mendieta promovida por la jueza argentina, María Servini de Cubría, que desde el año 2010 investiga los crímenes del franquismo en aplicación del principio de justicia universal.
Marco Antonio González, miembro de la asociación, explica que se trata de un acto de "homenaje", con música y poesía, en el que hablarán tanto los familiares como voluntarios del proceso de exhumación e identificación de los desaparecidos. "Es un acto de acompañamiento a las familias para despedir a sus seres queridos".
La asociación entregó a la familia de Timoteo Mendieta los restos de este sindicalista de UGT fusilado tras la guerra civil y, de forma más reciente, hace apenas un mes, han hecho lo propio con los restos de Gregorio Florián Expósito,identificado genéticamente y exhumado por la ARMH en mayo de 2017 en el cementerio de Guadalajara. Los restos fueron recogidos por su hijo, Primitivo Florián
Hay que recordar que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Históricallevó a cabo dos exhumaciones. La primera en enero del año 2016 pero tras practicar las pruebas de ADN descubrió que los restos de Timoteo Mendieta no se encontraban en el lugar indicado en el registro del cementerio. Fue esa la razón por la que tras un estudio posterior se decidió explorar la posibilidad de buscar sus restos en otra fosa.
Tras las dos exhumaciones la ARMH localizó los cuerpos de 50 personas y llevó a cabo un estudio osteológico de cada uno de los cuerpos tras el cual ha podido identificar los restos de 25 personas. La última ayer mismo. Se trata de Román Adalid Moreno, vecino de la localidad de Salmerón (Guadalajara) tras el llamamiento público realizado por la asociación para localizar a las familias de 18 personas, víctimas del franquismo, e identificadas tras las exhumaciones.
Su hijo vive hoy en Barcelona. En 1939 su padre fue encarcelado. Un hermano trató de llevar un atillo con una muda a Román "Le dijeron que se volviera a casa que al día siguiente iba a ser fusilado". Fue el 20 de octubre de 1939. "Su hijo está muy emocionado y deseando llevar los restos de su padre al pueblo".
La asociación ha solicitado a algunos ayuntamientos que presten un espacio en sus cementerios para depositar los restos que no son reclamados por ninguna familia, de los que se tiene un informe osteológico y una muestra de ADN por si en algún momento aparece un familiar que quiera contrastar genéticamente su identidad.
Marco Antonio González explica que el Ayuntamiento de Sacedón ya se ha prestado a acondicionar un espacio para tres vecinos ya identificados y para posibles nuevos casos. Algunas familias que no son oriundas de esta localidad aprovecharán para depositar allí los restos recuperados. "Será un lugar de memoria".
González lamenta, sin embargo, la postura del alcalde de Auñón, el 'popular' Máximo Santos Dorado. Es otra localidad con tres personas identificadas en el cementerio de Guadalajara y una cuarta cuyos restos siguen desaparecidos, Tomás Vicente Lorente, y que su familia busca desde 2008.
El alcalde se ha negado a que sus restos puedan reposar en la localidad. "Nos ha dicho que el Ayuntamiento no se hacía cargo y que el lugar donde deberían estar los restos es en la fosa común donde habían estado durante 80 años. La excusa es que el cementerio no es municipal sino eclesiástico".
Más de 120 casos documentados y "exhumables" en el cementerio de Guadalajara
En el cementerio de Guadalajara existen 17 fosas comunes en la parte 'civil' con unos 350 cuerpos. La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) tiene un centenar de peticiones de familiares que buscan a personas desaparecidas durante o después de la Guerra Civil.
Marco Antonio González explica que la asociación tiene 120 casos documentados de restos "exhumables" pero, reconoce, "se trata de una intervención gigantesca que no depende de nosotros. Hemos tenido que estar batallando todo con el Ayuntamiento de Guadalajara. Y cuando digo todo, es todo. Nosotros tenemos toda la disposición pero si no la tiene el Ayuntamiento...Si la familia Mendieta tuvo que ir a Argentina fue por algo".
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica echa en falta "una política regional de memoria histórica contundente y que no existe"
González cree que "debería depender de una política regional de memoria histórica contundente y que no existe. Que se escuchara a las víctimas y no solo a una parte que es el dueño del terreno". El vicepresidente de la ARMH sostiene que "siguen apareciendo casos. La gente tiene esa necesidad. Y tras ver lo ocurrido en el cementerio de Guadalajara, con un trabajo técnico inmaculado o con el acto del próximo sábado...igual no se rompe España, ni hay viejos rencores. Nosotros pudimos trabajar 40 días sin problemas con nadie".
El Día das Letras Galegas homenajea a María Victoria Moreno, la escritora y pedagoga que vinculó la defensa del idioma de Galicia a la lucha por la libertad y la justicia social
A María Victoria Moreno el franquismo la mantuvo vigilada buena parte de su vida por culpa de una historia de amor. Porque, como ella acostumbraba a decir, se enamoró del gallego, ese tipo tan equivocado para cualquier mujer de la época que se prestara a plegarse a los dictados del nacionalismo españolista que ostentaba el poder.
Una lengua, además, que no era la suya, y que sólo conoció de adulta. Pero de la que se encandiló al llegar a Galicia, y que acabó utilizando como la herramienta principal de su producción literaria y de su compromiso con la democracia y la justicia social.
María Victoria Moreno Márquez es la personalidad homenajeada hoy en el Día das Letras Galegas, una celebración que glosa cada 17 de mayo, desde 1963, la figura de aquellas personas destacadas por escribir en gallego o por defenderlo. En ella coinciden esas dos circunstancias, aunque en su caso se añaden otras dos que también merecen destacarse.
En primer lugar, no era gallega, sino formalmente extremeña, nacida en 1939 en Valencia de Alcántara, un pueblito cacereño cercano a la frontera con Portugal, hija de madre malagueña y de padre toledano. En segundo lugar, era mujer. Y no hay que olvidar que de los 56 intelectuales, poetas, novelistas, filósofos, pintores, dramaturgos, trovadores y artistas que han protagonizado el Día das Letras desde que la Real Academia Galega instituyera la celebración hace otros tantos años, sólo cuatro (Rosalía de Castro, Francisca Herrera Garrido, María Mariño y María Victoria Moreno) han sido mujeres.
Del medio centenar de intelectuales y artistas que han protagonizado el Día das Letras sólo cuatro han sido mujeres
Además de escribir en gallego o de haberse destacado en su promoción y defensa, para que una persona pueda encabezar la conmemoración del Día das Letras la RAG también exige que lleve al menos diez años muerta. María Victoria falleció hace trece en Pontevedra, a donde se había trasladado en 1963 cuando a su marido, invidente, le dieron una plaza de profesor en el Colegio de la Organización Nacional de Ciegos Españoles.
Ella también era maestra, como su madre, y fue en Pontevedra donde empezó a impartir clases de gallego casi en la clandestinidad. Primero, utilizando las horas lectivas de sus aulas como profesora, y posteriormente catedrática, de Lengua Española en el Instituto Masculino de la ciudad. Después, como voluntaria y sin cobrar, en entidades como la Asociación de Amigos da Cultura de Pontevedra o el Ateneo [Republicano] de Ourense, entidades que la Dictadura consideraba puntos habituales de reunión de los opositores al Régimen en Galicia. A ella le retiraron el pasaporte en 1974 como represalia por su colaboración con esas organizaciones. María Victoria llegó a Galicia después de un periplo vital inusual para una joven de su edad en la España franquista. De Extremadura, sus padres se mudaron a Segovia, ciudad que abandonó con 14 años para estudiar bachillerato en Barcelona gracias a una beca. Al terminar, se licenció en Filología Románica en Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid.
Placa en la vivienda de Pontevedra donde vivió María Victoria Moreno. WIKIPEDIA
El flechazo con el idioma de su tierra de acogida le llegó de la mano de Xesús Alonso Montero, intelectual gallego y factótum del Partido Comunista de Galicia durante el franquismo, a quien conoció cuando fue destinada provisionalmente a un Instituto de Lugo, y quien se convirtió pronto en su principal valedor. “La actitud ante el idioma, la ética y el compromiso con sus hablantes los heredé de quien fue mi maestro”, decía de él.
La época en la que aquella maestra se enamoró del gallego fue muy dura para quienes también lo amaban. La Dictadura franquista prohibía su enseñanza en las escuelas públicas, consideraba una afrenta su uso en cualquier instancia oficial y ridiculizaba y descalificaba a quienes osaban emplearlo en la calle, o simplemente más allá del entorno familiar. La represión fue tal que llegó a reducir a la imagen de una lengua rica, hermosa y milenaria, sobre la que se había construido la identidad cultural de todo un pueblo, en la imagen caricaturesca de un dialecto zafio y atrasado, símbolo de la incultura y el subdesarrollo.
Detallede la placa en la casa de Pontevedra donde vivió María Victoria Moreno. WIKIPEDIA
Contra esa imagen, que lamentablemente el gallego todavía arrastra hoy en algunos ámbitos incluso dentro de la propia comunidad, y contra todo lo que representaba social y moralmente para quienes la sufrían, luchó aquella profesora espigada y de ojos enormes que de niña tuvo que esperar dos años para empezar el bachillerato porque el salario de maestra de su madre, a la muerte de su padre, no podía costeárselo.
En Galicia, María Victoria empezó escribiendo joyitas de literatura infantil (hay quien considera su Mar Adiante, publicada por Edicions do Castro en 1974, la novela fundacional de la literatura infantil en gallego), y terminó convertida en referencia de la sociolingüística en esa lengua. Varias generaciones de gallegos aprendieron también a amarla, contribuyendo así a restaurar la deteriorada imagen de su idioma, a través de los libros de texto de los que era coautora y con los que el gallego volvió a las aulas públicas tras la Transición.
El perfil de Moreno en la Real Academia Galega asegura que decir que era extremeña sólo puede obedecer al desconocimiento de su biografía o la confusión, porque era tan gallega de alma como italiano era Italo Calvino pese a haber nacido en Cuba. Aunque quizá a ella eso era lo que menos le importaba. Al menos, lo expresaba de una forma mucho más sencilla: “Se estou coa xente que amasa o meu pan e mais colle no mar os peixes da miña mesa, tamén quero falar con eles. Falar a súa fala”.