dissabte, 31 de març del 2018

Bombardeo de Durango. 31-III-1937. Franco asesinó al 5% de la población de Durango


http://mugalari.info/2018/03/31/ahotsak-eus-publica-video-testimonios-del-bombardeo-durango-del-31-marzo-1937/


Ahotsak.eus publica un vídeo con testimonios de testigos del bombardeo de Durango del 31 de marzo de 1937




La web Ahotsak.eus ha publicado hoy una recopilación de testimonios de personas que fueron testigos de los bombardeos que sufrió Durango el 31 de marzo de 1937 y días posteriores.

Hoy, Franco asesinó al 5% de la población de Durango




El 31 de marzo de 1937, lo golpistas Franco, Vigón y Mola dieron orden de arrasar Durango con bombardeos que ejecutaron sus aliados legionarios italianos durante la mal llamada guerra civil y coordinados por la Legión Condor nazi. “Sin miramientos hacia la población civil”, dejaron por escrito estos antidemócratas. Asesinaron al 5% de la población, lo que se puede calificar -según los expertos en la materia- como “genocidio”. Mataron al 5% de la población de todas las ideologías, incluidas, las de sus familias leales a la sublevación militar contra la legítima Segunda República. 
Hoy, el Ayuntamiento de Durango ha organizado un acto de recuerdo “a las víctimas de la Guerra Civil” de la villa. Es decir, también a los presuntos derechistas que fueron fusilados en el cementerio del municipio como venganza de los republicanos ante la suelta de unas bombas por parte de fascistas el 25 de septiembre de 1936. Y, asimismo, en otras fechas entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. A partir, de ahí se impuso un régimen dictatorial totalitarista llamado franquismo.
Al acto municipal que por primera vez se ha celebrado en un lugar laico y sin la presencia de un cura han congregado a alrededor de 150 personas y se ha celebrado en el parque Benita Uribarrena, mujer superviviente de los bombardeos del 31 de marzo de 1937. Fue luchadora antifascista del PCE.
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KARMELE ZAMALLOA: “Mi madre se salvó de morir en misa de Jesuitas gracias a que no llegó el periódico a tiempo”



Mugalari.info
Tantas personas como se estima que fueron asesinadas en los bombardeos fascistas sobre Durango del 31 de marzo de 1937 nos hemos reunido esta tarde en el pórtico de Andra Maria con el objeto saludable de recordar a aquellas víctimas. Más de 300 mujeres y hombres nos hemos encogido al escuchar al jesuita Koldo Katxo leer un manifiesto escrito por Gerediaga Elkartea, con el alarde de Kriskitin Dantza Taldea y con los bertsos  de Txaber Altube y Aitor Bizkarra, ambos de Abadiño.
Entremedio, la gerente de Gerediaga Elkartea, Arantza Atutxa, -presentadora del acto- ha solicitado la presencia de Karmele Zamalloa Zarate, testigo de los bombardeos de Durango. Madre del Vicario General de la Diócesis de Bilbao, Ángel Mari Unzueta, ha sido la protagonista de la ofrenda floral. Natural de Iurreta, evoca a sus casi 95 años aquellos ataques irracionales de los fascitas italianos ordenados por los golpistas Mola, Franco y Vigón y coordinados por los nazis.
Karmele ha narrado a Mugalari.info su testimonio vivido desde el caserío Bargundia. Cómo vio “brillar los aviones” que llegaban por Garai. “Veíamos caer, decíamos, papeles. Mira, papeles con información… Y luego nos dimos cuenta de que eran bombas. Nos metimos en el caserío y hasta las puertas del caserío retumbaban”, detalla y recuerda que su madre, Ramona, se libró por poco de morir. “Iba a vender leche a Durango y solía ir, además, a misa de Jesuitas. Ese día, algo pasó con que no llegaba el periódico que iba a comprar y no pudo ir a misa, con lo que se libró de morir”, matiza la viuda del abadiñarra Julen Unzueta, del caserío Intxalde, en las faldas del Astxiki. El matrimonio dio a Euskadi tres hijos: Ángel María, Lourdes y Miren Karmele.
· Reconocimiento a Unai Iturriaga · El acto celebrado hoy cumple 17 ediciones, según ha recordado a este diario el investigador de Gerediaga Elkartea, Jon Irazazal. “¿Sabes quién fue el que promovió todo esto? Unai Iturriaga. Él fue quien me presionó para que acabara con el primer libro que andaba años con él para acabarlo. Y dijo que había que conseguir hacer un homenaje, y nos reunió a Gerediaga, a Gorka Barruetabeña de Berbaro y a algún representante de Kriskitin y hasta hoy. Gracias a Iturriaga se empezó a hacer en 2001″, le reconoce Irazabal.
El emotivo acto ha durado veinticinco minutos. Ahora, imagina que todas las personas presentes durante el homenaje de esta tarde fueron asesinados por la sinrazón hace exactos 81 años. Hay una lista de 336 pérdidas humanas.

Cuando Mussolini bombardeó por error un pueblo de Cádiz en plena Segunda Guerra Mundial

http://blogs.publico.es/strambotic/2018/03/mussolini-cadiz/


31MAR 2018
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Jaime Noguera
En el verano de 1941, cuando la Línea de la Concepción se preparaba para celebrar sus fiestas veraniegas, esta acabó reviviendo alguno de los momentos más dolorosos de nuestra Guerra civil, que había terminado solo dos años antes.
La Línea se preparaba para celebrar su Velada, que conmemora el nacimiento de la ciudad a mediados e julio. Esta, teñida de posguerra, se vestía como podía de faralaes y se engalanaba con farolillos y volantes, para celebrar su fiesta por antonomasia. No se imaginaban que Benito Mussolini, a unos 1600 kilómetros de distancia, les iba a aguar la celebración… y de la peor manera posible. Sin comerlo ni beberlo, el pueblo se convirtió durante unos minutos eternos en víctima de la Segunda Guerra Mundial.  Se destruyeron viviendas y murieron cinco personas. ¿El culpable de todo esto? Además de su jefe, un piloto italiano con muy mala puntería… o mucho miedo a las ametralladoras británicas.
Misión: bombardear Gibraltar
El 12 de noviembre de 1940, Adolf Hitler firmaría dictado la Directiva 18, en la que enunciaba el plan para la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial y para la toma de Gibraltar.  Mussolini debía avanzar en el norte de África hacia Egipto y el canal de Suez, lo que, con la toma del Peñón debía convertir el Mediterráneo en una enorme Ciudad de vacaciones para el Eje.
Gibraltar se había convertido en galería de tiro libre para las tropas del Eje desde el principio de la guerra, y resulta curioso que unos que le pegaron una fuerte somanta de palos a la colonia británica (que hoy se revuelve en la cama con alguna que otra pesadilla sobre el Brexit) fuesen los franceses. Wait a minute! ¿Los franceses? ¿Pero no eran de los buenos? Sí, sí, pero es que los amigos a veces se pelean, y los ingleses les habían hundido gran parte de la flota a sus brothers en Mers el Kebir (para que no acase en las zarpas de Hitler, que se había metido de okupa en el piso y se quedaba igual con la habitación más chula que con la estufa y los acorazados galos).
El 24 de septiembre de 1940, 83 bombarderos franceses habían aparecido tan campantes sobre el cielo de Gibraltar para devolverles el tupper a los ingleses. Según ABC“cayeron cien bombas que dejaron Gibraltar bastante destrozada”, algunas de 1500 kilos. Y es que a los hijos de la République no les había hecho ni pizca de gracia que Churchill convirtiese a 1300 marineros franceses en comida para peces.
Mussolini al ataque
Los italianos habían atacado por primera vez la colonia británica, según la Wikipedia, aquel mismo verano, unos meses antes que los tataranietos de Astérix. Lo habían hecho desde aeródromos en Cerdeña y usando aviones Savoia-Marchetti SM.8… pero solo dos. Nada que ver con los 80 aviones que desplegó Francia para vengar a su Marina. Y así lo hizo il Duce hasta que se rindió. Mandaba, como para cumplir el expediente con su aliado germano, un avión, dos…tres (su record fue enviar 10 aviones del 132º Gruppo Autonomo Aerosiluranti, el 19 de julio de 1942.
“Cagatta” en La Linea
En la noche del 11 al 12 de julio de 1941, un solitario Savoia-Marchetti SM 82Marsupiale despegaba desde Cerdeña portando en su bodega tres mortíferas bombas que el aparato debía llevar hasta la Bahía de Algeciras.
Según leemos en un artículo de Juan José Molina en Archive.org, sobre las tres de la madrugada del sábado 12 de julio, el SM-82 fue descubierto por los sistemas de detección acústica de la Roca y poco después soltaba su mortífera carga. El piloto seguramente deseaba hundir alguno de los mercantes surtos en la rada, pero el fuerte viento de poniente, la mala puntería del bombardero, o que se le soltasen los intestinos en cuanto la antiaérea inglesa empezó a resonar a su alrededor, hicieron que ninguno de los ingenios explosivos acertase su objetivo. Dos de las bombas fueron a parar a la Playa de Poniente, clavándose en la arena sin llegar a explosionar.
La tercera bomba, desnortada, era la que iba a amargar las fiestas a La Línea de la Concepción. Hizo impacto en la confluencia de las calles Duque de Tetuán y López de Ayala, y su tremenda explosión destruyó tres viviendas.
Muertos, heridos y tibias protestas
El fallido ataque italiano a Gibraltar se saldó con la muerte de cinco linenses y linesasMaría Caballero HidalgoTomás Caballero HidalgoJoaquina Morilla VegaJulia Rojas Torres y José Luis Valdés Díaz. Sus cuerpos tuvieron que ser desenterrados de los escombros con la ayuda de luces de camiones militares, dado que la explosión afectó al tendido eléctrico y dejó a la ciudad a oscuras. Hubo además numerosos heridos.
Las autoridades plantearon una mera protesta oficial ante los representantes del gobierno de la Italia fascista, pero Mussolini se la pasó por los tortellini. Durante los tres días siguientes los aparatos avión italiano violó el espacio aéreo español y llegó a soltar de nuevo bombas en nuestro suelo, sin causar afortunadamente ninguna baja.
Indemnizacion con truco
Al finalizar la guerra, el gobierno democrático italiano pagó a España una indemnización de 250 mil dólares por los daños causados por la Segunda Guerra Mundial a personas y bienes de nacionalidad española en La Línea de la Concepción, así como otros daños causados a personas y bienes españoles en el territorio de soberanía española o en el mar durante la guerra.
Sin embargo, no está claro si las víctimas vieron algo de aquel dinero. La cantidad estaba destinada a ser usada para amortizar parte de la deuda contraída por España ante Italia durante la Guerra Civil (sí, que además de invadirnos, cobraban por hacerlo) . España se tendría que hacer cargo de hacer efectivo el pago de las indemnizaciones a las familias de los fallecidos, de los gastos médicos de los heridos y a la compensación a los afectados por la pérdida de sus bienes.
Un epílogo explosivo
Hace un año, vemos en Europasur, un equipo de buceadores de la Armada procedentes de la Unidad de Buceo de Cádiz y de la Unidad de Buceadores de Medidas Contraminas tuvo que intervenir para neutralizar una antigua bomba de aviación encontrada  en las proximidades del paseo marítimo de Poniente, a 3,5 metros de profundidad en aguas de La Línea. El regalito parecía datar de la Seunda Guerra Mundial, así que bien podría ser una de las bombas soltadas por los italianos contra el peñón, hace casi 80 años.
Con información de ABCArchive.org , la Wikipedia y Europasur.
Jaime Noguera  es autor confeso de la novela España: Guerra Zombi.
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Más madera hallada rebuscando en el pasado:

El mono azul de Federico García Lorca


https://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2018/03/30/mono-azul-federico-garcia-lorca/0003_201803H30P35993.htm



Reúnen en un tomo 31 entrevistas con el poeta granadino

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SEVILLA / EFE 
El mono azul fue la revista de los intelectuales antifascistas en la Guerra Civil, también el uniforme de los milicianos al principio de la contienda, hasta una novela de Aquilino Duque se titula así, y el mono azul fue igualmente el uniforme de los actores de la compañía La Barraca de Lorca.
Así lo explicó el poeta granadino, del que se conservan retratos con ese uniforme, al periodista Georges Lorant-Briennë en una charla para la revista gala La Comedie (del 8 de noviembre de 1933) que ahora ha sido publicada en un libro por Entornográfico Ediciones, junto con otras 30 entrevistas a Federico, y que no se incluyó en la reciente «Palabra de Lorca. Declaraciones y entrevistas completas», editada por Malpaso en el 2017.
Esa pregunta (¿por qué van vestidos con mono azul?) fue la primera que Lorant le formuló al poeta, quien respondió que era «el uniforme de La Barraca», su legendaria compañía teatral. Y añadió: «El emblema que llevamos en el traje, compuesto por una rueda y una máscara, es la insignia de La Barraca. Es una institución creada y subvencionada por el Ministerio de Instrucción Pública, para mostrar al pueblo los clásicos españoles, en particular Cervantes, Calderón y Lope».

Burgos, jornada solidaria con la Asociación de Familias de Represaliados de Valdenoceda



Para el próximo sábado 7 de abril, Espacio Tangente y la Asociación Cultural Denuncia hemos organizado una jornada solidaria con la Asociación de Familias de Represaliados de Valdenoceda (Exhumación de Valdenoceda) con el fin de poder financiar la exhumación, identificación, dignificación y lucha por la justicia con las personas represaliadas en este penal.

se desarrollará de la siguiente manera:

• Charla a cargo de José María González, Presidente de la Asociación
• Proyección de corto documental “Hablan los supervivientes”
• Presentación de grabado del artista Guillermo Cantarín para recaudar fondos para la Asociación
• Merienda solidaria

Nos vemos todas y todos aquí en Espacio Tangente a partir de las 19.30h.



Aprovechamos el aviso para recordaros la cita del 14 de abril en Valdenoceda (Merindad de Valdivielso), u adjuntaros en cartel para su difusión.  VALDENOCEDA 2018, 14 DE ABRIL

El  Facebook es https://www.facebook.com/pages/MerinMemo/175690802449260  

LAS MERINDADES EN LA MEMORIA.







Otoño sangriento del 36 en Laguardia


http://www.elcorreo.com/alava/araba/otono-sangriento-laguardia-20180212124623-nt.html?edtn=alava



Panorámica de Laguardia en los años 40./El Correo
Panorámica de Laguardia en los años 40. / EL CORREO

Al menos ocho vecinos de la localidad fueron asesinados o encarcelados por ser simpatizantes de la República

Tino Rey
TINO REY
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Hay algunos sucesos en los que no se puede pasar página, sin más. La Guerra Civil puede entrar en esa categoría. Las víctimas, de un lado y otro, necesitan un desagravio histórico, una reparación, un reconocimiento. Como dice el clásico, «la verdad no ofende». Hay que sacarla a la luz del sol y que su fulgor se expanda por el universo.
En aquel otoño del 36 España asistía a una confrotación brutal de hermanos contra hermanos: la Guerra Civil. En Laguardia, donde no hubo frente bélico, el odio al prójimo por ser de pensamientos encontrados anidaba entre las vetustas piedras de las milenarias murallas. Ejecuciones, secuestros, condenas denigrantes, encarcelamientos y palizas estaban a la orden del día. Había pánico entre el vecindario, muchos se exiliaron para no ser masacrados y otros se refugiaron en las grutas y ermitas de la Sierra de Cantabria.

Hasta trece personas pudieron ser asesinadas. Ocho de ellas censadas en los archivos históricos y a los otros cinco restantes se les dio como ‘desaparecidos’. Un finiquito mortal muy frecuente en los partes de defunción de los sublevados. Uno de los casos más llamativos fue el de Serviliano Etchaberry Antón (10-5-1875, Castrojeriz Burgos). Su padre, maestro nacional, tiene que hacer las maletas y arrear con su prole al ser destinado a Elciego, donde ejerce su profesión durante 25 años.
Serviliano se establece en Laguardia en el año 1900 como farmacéutico y contrae matrimonio con Julia Amelibia Gómez, de cuyo enlace nacen dos hijos, Francisco e Isabel. Era un hombre ilustrado, amante de las artes, pianista, guitarrista y en su casa de la plaza Mayor estaba en posesión de una de las bibliotecas más importantes de la zona. Fue gestor de la Diputación foral en la comarca. De tendencia liberal y demócrata hasta la médula.
Sin embargo, llega el 36 y retumban los tambores de la guerra y, como se decía en la antigua Grecia, «en la paz, los hijos entierran a los padres; la guerra altera el orden de la naturaleza y hace que los padres entierren a sus hijos». La villa riojanoalavesa es un borboteo de intrigas y de aversión al diferente. Pensamiento único. Rencor, mucho rencor.
Un 24 de agosto de 1936, Serviliano Etchaberry, que no se libra de las iras de los seguidores de la España Grande y Libre, es conducido (22.00) por el teniente Albo Elorza del cuartel de la Guardia Civil a la cárcel provincial de Vitoria, junto a Luis Puelles Gredilla, un buen hombre que en su vida no había hecho otra cosa que deslomarse a trabajar en las viñas; el maestro Julio Martínez Bobadilla, al que adoraban los niños laguardienses; y Antonio Uribe Echeverría. El motivo oficial que aluden sus captores es de auténtico sarcasmo. «Para proteger sus vidas».
Corría un 6 de octubre de 1936 cuando se produce la llamada ‘saca’ y les comunican que iban a ser trasladados los detenidos de Vitoria a una prisión de Pamplona. Mentira. Fueron subidos a una destartalada furgoneta, vejados y humillados, y al llegar a Zambrana les mandaron bajar del vehículo y en un cruce de caminos les descerrajaron un tiro en la nuca.
El cuerpo de Serviliano permaneció tirado en la cuneta hasta el 25 de enero de 1938. Su esposa, Julia Amelibia Gómez, fue a recoger sus restos para más tarde depositarlos en el panteón familiar del camposanto de Laguardia. El parte de defunción certifica taxativamente. «Muerto por las heridas de arma de fuego en la actual lucha nacional contra el marxismo».
El 6 de agosto del 36, a muy pocos días de estallar la guerra, se cometió uno de los crímenes mas atroces de aquellos turbulentos y tristes pasajes. El hombre a veces se convierte en la fiera más cruel de la corteza terrestre. Nicolás Santa María López, casado con Isabel Madrid, apodados como los ‘pimientoneros’, fue aprehendido en su casa de la calle Mayor. Le ataron las manos al guardabarros de un vehículo y fue arrastrado por toda la carretera de Elciego hasta que falleció despellejado. Final espeluznante.

Una larga lista

También fueron pasados por las armas Antonio Bombín (25/7/36), Antonio Fernández Angulo (23/3/39) y Bonifacio Portilla Grijalba(6/9/36). Los historiadores cifran en 5 los nombres que se perdieron entre las nebulosas del tiempo. Hay quienes sostienen que por su procedencia de origen logroñés fueron fusilados en las escaleras del cementerio de Laguardia.
Uno de los vecinos que sufrió el azote de los correligionarios del Alzamiento fue Francisco Etchaberry Amelibia (hijo de Serviliano) y que fue durante muchos años el boticario de Laguardia. Vio la luz un 2 de marzo de 1905. Fue detenido el 27 de julio de 1936 y permaneció dos meses encarcelado en Sahagún. De aquí fue trasladado al penal de San Marcos en León y fue juzgado en consejo de guerra sumarísimo El fiscal solicitó pena de muerte, que le fue condonada por cadena perpetua.
El 26 de julio del 37 se le manda a la prisión de San Cristóbal, un fuerte en un cerro (monte Ezkaba) en las cercanías de Pamplona donde había hacinados 2.500 represaliados en unas condiciones infrahumanas. Un gran porcentaje de los presos sucumbió de hambre y enfermedades. Se gestó una fuga, en la que él no participó, y a casi todos los que lograron escapar los mataron como a conejos al producirse un chivatazo. En 1940, una vez puesto en libertad, tuvo que pagar una multa de 200.000 pesetas en concepto de alimentación y estancia. Hasta diciembre de 1973 no fue rehabilitado.