México.-
 El poeta y dramaturgo español Federico García Lorca (1898-1936), perdió la vida fusilado 15 minutos antes de las cinco de la mañana del 19 de agosto en la vereda que va de Víznar a Alfacar y hasta la fecha, su cuerpo aún permanece sepultado en una fosa común en un sitio desconocido de ese camino. Anoche, fue celebrado en México.

En 1929, García Lorca viajó a Nueva York con la finalidad de perfeccionar su inglés, quizá enriquecer y renovar su obra y, por primera vez, radicar fuera de España. El escritor calificó esa vivencia como una de las experiencias más útiles de su vida, y de ella surgió su emblemático poemario "Poeta en Nueva York", publicado cuatro años después de su muerte, y este 2015 la obra cumple 75 años.

En 1931, el poeta español instituyó la compañía teatral universitaria La Barraca, con el objetivo de llevar obras escénicas al mayor número de personas. En 1936 regresó a Granada, fue detenido y llevado al paredón a consecuencia de sus pensamientos liberales, y acusado de actuar como espía de los rusos. Hoy, es uno de los bardos hispanos más leídos e influyentes entre las recientes generaciones de poetas.

"El año pasado conmemoramos los 75 años de la llegada del exilio español a México. Junto a ese exilio acompañando a Pedro Garfías, León Felipe y muchos poetas más, llegó el ejemplar original de ‘Poeta en Nueva York’; si su autor no hubiera sido asesinado en los primeros días de la Guerra Civil Española, es casi seguro que García Lorca hubiera llegado también a esta tierra", disertó Eduardo Vázquez.

Poeta, editor, promotor cultural y actual secretario de Cultura de la Ciudad de México, Vázquez Martín encabezó con esa reflexión, anoche en el Museo de la Ciudad de México, la conmemoración por el 75 aniversario de la publicación de "Poeta en Nueva York", de García Lorca, libro de poemas, y uno de los más conocidos de habla hispana, publicado en 1940 en esta ciudad por la Editorial Séneca-México.

"La llegada a México de ese libro fue una sorpresa extraordinaria que sigue emocionando a quienes lo leemos. La muerte de García Lorca conmovió al mundo entero, pues pocas desgracias han provocado una conmoción tan grande como el asesinato del poeta español. Voces de todo el mundo manifestaron su indignación y su muerte es visto como un acto irracional y de barbarie", dijo.

Para el responsable de la política cultural de la Ciudad de México, "ese asesinato significó, al mismo tiempo, un acto de oscuridad que anunció no solamente la Guerra Civil Española, sino lo que vendría después: La II Guerra Mundial; el anuncio de lo que fueron los sombríos años 40 del siglo XX, con su saga de muerte y holocausto, comenzó con, entre otros signos, el asesinato de García Lorca".

Visiblemente emocionado, Vázquez Martín subrayó, ante quienes prácticamente saturaron el patio del Museo de la Ciudad de México, que "siendo ya Federico en vida un poeta tan apreciadísimo en todo el mundo, sobre todo el de habla hispana, su asesinato dejó el vacío de la obra por venir y sus lectores se quedaron sin la posibilidad de ver la evolución de un poeta contundente a pesar de ser tan joven". Reconoció que cuando el mundo leyó "Poeta en Nueva York", "la sorpresa fue descubrir que en ese poema, la voz de Federico García Lorca había hallado territorios, que había evolucionado y madurado más allá de aquel cante jondo, de aquel romancero gitano y había alcanzado otros tonos, mucho más complejos, al encontrarse con esa gran ciudad del siglo XX que trastocó su mirada".

Mientras, los lectores descubrieron con enorme conmoción los nuevos registros que el asesinato del poeta había coartado. "Queda este libro como testimonio de muchas cosas, de entrecruzamientos de muchas realidades, y nos emociona que este libro esté en México. Si bien la vida de García Lorca no pudo ser salvada, en ‘Poeta en Nueva York’ queda salvada su voz, para beneplácito de todos".

Dentro de la celebración por los tres cuartos de siglo de ese acontecimiento literario, la Secretaría de Cultura organizó también anoche una jornada que incluyó lectura de poesía, intervenciones escénicas y danza electroacústica-flamenca, con la presencia, a través de mensajes grabados en video de Elena Poniatowska y Jorge F. Hernández; Sandra Lorenzano, David Huerta y Alberto Chimal, fueron invitados.