Con el objetivo de impulsar la reflexión Hausnartzen. ¿Qué República? Seguimos con la publicación de diversos textos . Estas invitado e invitada a participar, envíanos tu texto: crepublicano@gmail.com Esta vez escribe el compañero Amado Mújica Uriarte.
Después de la exigencia del gobierno de Ibarretxe hace diez años, el Gobierno vasco y el PNV vuelven , otra vez, a la carga con la petición de perdón o disculpa por parte del Estado español por el bombardeo de Gernika del 26 de Abril de 1.937. Presentaron una moción en enero en el Senado pidiendo al Gobierno el reconocimiento de la responsabilidad del Estado en dicha acción bélica, pues, según su portavoz, “
Franco lo hizo en nombre de un gobierno”. Luego, al ser rechazada la moción, su eurodiputada Izaskun Bilbao protestó ante las instituciones europeas por “l
a negativa del Gobierno español a pedir perdón por el bombardeo de Gernica”. Por supuesto han sido secundados por Bildu.
Para defender su pretensión utilizan dos argumentos: el primero es que un gobierno español, el de Franco, autorizó el ataque aéreo, y el segundo que como ha hecho el Estado alemán actual pidiendo perdón por una acción de un gobierno nazi, el Estado español democrático debe también pedir perdón o disculpas por una acción realizada por el gobierno fascista de Franco.
El razonamiento no puede ser más absurdo, pues mientras Hitler había accedido al poder por elecciones libres en 1.933 y ,por tanto, las acciones de su gobierno implicaban al Estado alemán, el 26 de Abril de 1.937 Franco no representa al Estado español, sino que era sólo un general golpista. En realidad ni siquiera existía un gobierno franquista en esa fecha, pues sólo existía una Junta Técnica, que coordinaba labores administrativas, dirigida por el general Jordana. El primer gobierno de Franco se formó el 30 de Enero de 1.938.
Así pues, en la fecha del raid aéreo en España sólo existían un Estado y un Gobierno, los legítimos y legales, los republicanos, y una Junta de conmilitones fascistas que se había levantado contra ellos. Además, dentro de la institucionalidad republicana existía dos gobiernos autónomos , el de Cataluña y el de Euskadi. Por lo tanto, el Gobierno vasco, un gobierno de concentración nacional de PNV, IR, UR, PCE y PSOE, era parte del Estado republicano que estaba siendo atacado por el fascismo español con la ayuda de dos potencias totalitarias. Asimismo, en ese momento ,D. Manuel de Irujo (PNV) era Ministro de Justicia en el gabinete de Largo Caballero .Por eso el bombardeo fascista contra Gernika no fue un ataque al nacionalismo vasco , sino al conjunto del pueblo republicano vasco y a su ejemplar gobierno de unidad.
Desde hace tiempo, el nacionalismo vasco, tanto el moderado como el radical, intenta tergiversar el sentido que tuvo la Guerra Civil de 1936-1939 en Euskadi, pretendiendo que fue una invasión española de los territorios vascos y no una guerra fratricida entre españoles, como reconoce toda la historiografía sobre el tema. La mayoría de las veces intentan introducir esa idea de una forma difusa, como el pasado 5 de Marzo en el diario Deia al recordar el 80 aniversario de la épica batalla naval del Cabo Matxitxako, cuando al relatar el momento dramático en el que los barcos dela Mariana auxiliar de Euskadi se encuentran con el crucero “Canarias” a la altura de Bermeo dice: “las embarcaciones del Gobierno vasco se habían encontrado con el buque español más temido”. Otra vez, de manera implícita, se quiere llevar al imaginario del lector la idea de un enfrentamiento entre españoles y vascos. Lo que se omite es que los bous artillados llevan la ikurriña en la proa y la bandera española de la Republica en popa como pabellón, y que el crucero “Canarias” es un buque franquista , pues españoles son todos, y no sólo los barcos sino también sus tripulantes como el artillero naval del bou “Navarra” Silvestre Léniz Bilbao, que muere heroicamente junto a su cañón defendiendo a Euskadi y a la República española: era un arrantzale de 23 años miembro de Izquierda Republicana de Bermeo (1).
Pero nada mejor, para hacerse idea del espíritu republicano y de unidad de todos los vascos, nacionalistas y no nacionalistas, de los vascos que además se sentían españoles y de los que no, que recordar la carta (2) que el Dr. Alfredo Espinosa Oribe, presidente de Unión Republicana de Bizkaia y Consejero de Sanidad escribe al lehendakari José Antonio Aguirre, dos horas antes de ser fusilado por los franquistas en Vitoria: “Quiero dirigirte un ruego antes de volver al seno de la tierra, y es el siguiente: cuando condenen los tribunales a alguno a muerte mi voto, desde el otro mundo, es siempre por el indulto, pues pienso en que puede tener madre o esposa e hijos y la temible condena siempre la sufrirán personas inocentes. Pídeles tú a mis compañeros , en mi nombre, lo que yo te pido, y os suplico no ejerzáis represalias con los presos que hoy tenemos, pues bastante han sufrido como sufro yo” “…Dile a nuestro pueblo que su Consejero del Gobierno muere como un valiente y que, gustoso, ofrenda su vida por la libertad del mismo. Diles que pienso en todos ellos con todo mi alma y que muero no por nada deshonroso sino todo lo contrario, por defender sus libertades y sus conquistas legítimamente ganadas por tantos años de lucha” “…Nada más querido amigo y presidente. Un abrazo muy fuerte y ¡Gora Euskadi! y ¡Viva la República! Cuando la Historia nos juzgue a todos, sabrán que nosotros hicimos lo indecible por evitar la muerte a los presos y por conservar el respeto absoluto a toda idea opuesta a la nuestra”.
Esta es la grandeza moral , el valor y el humanismo que impulsaba a aquellos republicanos vascos en defensa de un autogobierno y de una sociedad plural y sin exclusiones, donde se respetase la identidad y las ideas de todos los ciudadanos, y que murieron en combate y ante los pelotones de fusilamiento franquistas por la defensa de Euskadi y la República española, por lo que es un insulto que se tergiverse el sentido de su lucha.
A la vez que el PNV propugnaba esta visión sabiniana de la Historia, y mostraba su cara fundamentalista, estaba negociando los presupuestos del estado con el PP, enseñando así su sentido más pragmático; lo que lejos de ser contradictorio nos descubre que el nacionalismo construye calculadamente sus reivindicaciones victimistas para fidelizar a sus seguidores.
Este revisionismo histórico debe ser contestado por las fuerzas de la izquierda para que no se consoliden estos mitos ,pero esta vez sólo se ha escuchado la protesta de Idoia Mendía (PSOE) contra el intento de “presentar el bombardeo de Gernika como una agresión de España a Euskadi”, aunque no está acertada cuando dice que “quiero pensar que el PNV comete un error y no que quiere manipular”, pues esta tergiversación del nacionalismo es muy antigua y reiterativa, por lo que la realiza con pleno conocimiento de su falsedad.
La democracia y la historia nacieron juntas en el siglo V a.C. en la Grecia clásica, pues el conocimiento real del pasado es imprescindible para la formación de ciudadanos críticos y activos, porque la creación de los mitos y las falsas interpretaciones de la Historia están al servicio del poder no respetuoso con la libertad.
Para contextualizar la inadecuada petición del PNV, se puede acudir a la obra monográfica en tres tomos sobre la guerra de 1936-1937 en Euskadi (3) que escribió Ceferino Jemein, burukide del BBB y biógrafo oficial de Sabino Arana, en los años ochenta del pasado siglo. Aunque el autor perteneció al ala más sabiniana del partido, sus puntos de vista fueron requeridos cuando interesaban a la estrategia pendular de poder del nacionalismo gobernante.
Siguiendo la tesis que su maestro expuso en “Bizkaia por su independencia” (1.892), Ceferino Jemein concibe la historia de Euskadi como una eterna lucha contra España, y con esta idea analiza nuestra guerra como otra invasión española: “Las incidencias de la guerra en Euzkadi no son más que una continuación firme, constante y fiel del Pueblo Vasco, que siempre en su historia luchó contra toda clase de invasiones”.
En su relato moldea los acontecimientos para hacerlos compatibles con la tesis de la invasión, y para ello omite hechos, resalta aquellos que cuadren con su interpretación y aquellos que no puede escamotear como la masiva participación del carlismo navarro en las brigadas de requetés de Mola lo resuelve diciendo que están “inoculados del virus españolista” y que son la falsa Navarra frente a “la Navarra auténtica que un día esperamos a nuestro lado”.
A los partidos y sindicatos republicanos vascos no nacionalistas los considera “extraños al país, que no actuaron en nuestra guerra más que incidentalmente, por decirlo así, para defender el régimen republicano español en nuestro suelo, y no por los sagrados derechos de Euzkadi que quiere vivir su vida propia, libre de toda injerencia de extraño poder”. Pero además considera que los vascos que también se consideran españoles no pueden entender la historia de su pueblo, pues “La historia de Euzkadi, la verdadera Historia, no puede escribirla nadie mejor que un nacionalista vasco. Un extraño al país, por imparcial que pretenda ser, no alcanzará a conocer jamás su espíritu nacional”.
Ceferino Jemein , como todos los historiadores nacionalistas, analiza la Historia desde un enfoque que la historiografía ha llamado primordialista , pues considera que las naciones están formadas desde la noche de los tiempos y que atesoran un espíritu (volksgeist) que no varía a lo largo del tiempo. Frente a esta visión surgió la teoría constructivista, propugnada por los grandes historiadores como Hobsbawm, Anderson, etc. que explica que tanto la nación como los nacionalismos son fenómenos modernos (desde la Revolución francesa) y que son productos culturales creados o utilizados por las élites periféricas que forjan mitos y reinterpretan o inventan la historia según sus propios intereses. Este enfoque modernista es un instrumento teórico que nos permite entender el sentido de la propuesta del PNV.
Amado Mújica Uriarte
(1) Se puede consultar la ficha de la “Marina de guerra auxiliar de Euskadi” en internet
(2) Se puede consultar la carta completa “Carta de Alfredo Espinosa al Lehendakari Aguirre “ en internet.
(3) Ceferino Jemein. Edit.Alderdi.”El nacionalismo vasco y la sublevación militar”,1986; “Euskadi en guerra 1936-1937”, 1988 y “El primer Gobierno vasco”,1987
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